Días después...
-¡ARRIBA!- gritó y obedecí pero en cuánto levanté la vista pateó mis pies y me hizo caer.
-¡ESO ES TRAMPA!- le grité poniéndome de pie.
-No, te dije que arriba y tu me hiciste caso, no hice trampa, hice lo que era de mi conveniencia.- habló de lo más tranquilo.
-¿Y eso que significa Anderson?- me crucé de brazos siguiéndolo hasta la mesa del jardín.
-No puedes confiar en tu enemigo, él nunca te diría por donde te va a atacar porque estarías preparada, así que juega con tu mente y tu lo hiciste más fácil de lo que pensé.- pasó la toalla por su frente y luego la colocó en su cuello.
Suspiré.
-Bien, tienes razón. - empecé a caminar hasta el centro otra vez.
-No lo creo. Debe prepararse para su salida de ésta noche y aún no ha comprado su vestido, señorita.- me recordó.
Carajo, lo había olvidado.
-Claro, estoy lista en 10.- dije y salí corriendo hasta el interior de la casa y en un pestañear ya estaba en mi habitación.
Me duché, y envolví mi cuerpo en una toalla. Caminé hasta el lavamanos y cubrí mis orbes rojizas por mis lentillas de color azul. Me vestí con algo sencillo pues solo sería el centro comercial.
Realmente, estaba en una ciudad nueva, no conocía a nadie y no debería tener que salir pero está el pequeño hecho de que Isabella había entrado a estudiar aquí y de hecho su hermano había entrado a la misma universidad que yo, así que ahora me encontraba yendo al centro comercial para comprar un atuendo ya que su familia había organizado una pequeña reunion familiar y me habían invitado. Pero conociendo a la madre de Isabella "pequeño" era la definición de "lo más grande y exagerado posible".Ya habíamos llegado al centro comercial y me encontraba caminando de una tienda a otra, no encontraba nada que me gustase y solo me quedaban 3 horas para arreglarme.
Cuando estaba por darme por vencida vi en un aparador el vestido más hermoso que hubiese visto en toda mi vida y no dude en ir por él.
Estaba feliz con mi elección hasta que escuché su voz.
-¡Sam!- gritó y volteé a verlo. Venía con grandes zancadas hacia mí pero Anderson se interpuso y Tyler chocó contra su pecho.-¿y tú quién eres?- miró a Anderson.
-Eso no te importa. ¿Qué quieres?- me crucé de brazos.
-Quiero que hablemos, por favor.
-¿Estás siguiendome o qué?
-Si, no, bueno, no, no, solo, por favor. Por los viejos tiempos, dejame explicarte lo que pasó.- insistió.
Realmente era un sínico o ya le patinaba la cabeza.
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La primera vez © [Silentium I]
VampirePrimera entrega de la saga "Silentium" Ni te imaginas lo que puede llegar a pasar cuando te ves obligado a vivir con la persona que más odias, pero, peor aún cuando crees que todo podría mejorar, los secretos empiezan a ver la luz y las diferencias...