Capítulo 18

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-¡Una más!- gritó papá y asentí.

Corrí lo más rápido que pude, tomé impulso y salté hacia el árbol que estaba frente a mí y cuando Peyton menos lo esperaba salté sobre ella haciéndola caer. Escuché como Melissa se acercaba a toda prisa detrás de mí y de un ágil movimiento corrí hasta quedar detrás de ella e intenté saltar sobre sus hombros pero no pude, ella fue más rápida y me hizo caer quedando a horcajadas sobre mi.

-¡Bien!- gritó papá y al levantarme su cara de preocupación era casi imposible de ocultar y sabía perfectamente lo que pasaba.

-¡Eres una perra!- dijo Peyton levantándose.

-No es mi culpa que seas tan lenta.- reí.

-Estas débil.- habló Melissa y volteé a verla.

-Ya te dije que no tomaré sangre y lo último que quiero es pensar en la pomposa fiesta de mamá.- me quité los guantes. -¿Es en serio?¡Quiere matarme o que mate a alguien!

-Haz practicado.- dijo Peyton.

-¡Soy una maldita vampira!, no he comido desde que me convertí y no sé si sabias pero nos conocen por ser chupa sangres.- llevé mis manos a mi cabeza.

-Sólo debes comer.- insistió Peyton.

-No.- dije y me marché a casa.

Habían pasado dos semanas desde que papá nos entrenaba para que desarrollásemos nuestras nuevas habilidades. Hoy ya era mi cumpleaños y debía arreglarme para la fiesta que mamá había organizado. Esta sería mi prueba de fuego, había practicado sobre como controlar mis instintos pero no podía evitar sentirme nerviosa, estaría rodeada por demasiadas personas, mi madre había invitado a casi toda la ciudad y sabía que seria un gran esfuerzo el tener que soportar todo aquello. Desde que papá empezó a entrenarme me fui a vivir a la casa de la playa. No podía estar rodeada de tantos... Humanos hasta estar preparada. Necesitaba tiempo y espacio. En aquel lugar era muy extraño que hubieran personas ya que estaba ubicada en un lugar muy reservado.

-¡En cinco minutos te quiero abajo!- gritó mamá a través de la puerta. Si, esa mujer había planeado cada segundo de esta noche, incluso había contratado todo un séquito de personas para que sirvan en la fiesta.

Observé mi reflejo en el espejo una vez más y suspiré. En ocasiones como esta sentía que aun quedaba algo de la antigua Sam en mí, pero sabia que no era así.

Estiré un poco el vestido. Realmente era hermoso.

Mi cabellera iba recogida en un moño alto con algunos mechones hechos rulos, mi maquillaje era más elaborado de lo que acostumbraba pero sin ser exagerado y resaltaba mis orbes azuladas

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Mi cabellera iba recogida en un moño alto con algunos mechones hechos rulos, mi maquillaje era más elaborado de lo que acostumbraba pero sin ser exagerado y resaltaba mis orbes azuladas.

Al menos no me veo tan mal luego de tantas capas de maquillaje para hacerme lucir normal otra vez.

Estuve realmente tentada a colocarme unos tenis pero mi madre me mataría, así que me coloqué los tacones que hacían juego con el vestido y salí. Observé un poco el lugar antes de llegar a las escaleras.  Todo estaba repleto y estoy segura de que no conocía ni al 10% de los que estaban en aquel salón.

La primera vez © [Silentium I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora