La primera vez © [Silentium I]

Capítulo 30

Tomé el último sorbo de la pequeña bolsa plástica que papá me había entregado y la arrojé hacia abajo de la cama como de costumbre hasta poder deshacerme de ella. Corrí al baño y limpié cualquier rastro de aquel liquido que tuviese encima y me cambié de ropa ya que la que traía estaba toda manchada.

Había planeado estar en casa todo el día hasta que mamá dijo que iríamos a la casa de la playa.

Escuché mi teléfono sonar y lo saqué. Era un nuevo mensaje de un número desconocido.

Era un archivo multimedia, lo descargué y lo abrí.

El video trataba de Justin en un club, llevaba la misma ropa con la que estaba ayer, bebiendo con unos amigos y sus hermanos, de pronto se subió en la barra, al parecer estaba borracho, y empezó a cantar y a decir locuras, pero de pronto dijo algo que llamó mi atención.

"Y hoy, señoras y señores, por favor, todos presten atención, yo, Justin Deckllan, estoy ganando la apuesta que me pusieron estos chicos de aquí.- dijo señalando a los chicos. - y ahora oficialmente, no hay una mujer que se me resista. De hecho, tengo una "novia"- dijo haciendo comillas con los dedos.-bueno, pronto lo será, que está loquita por mí, pero es una ingenua.- empezó a reirse.

Nisiquiera terminé de ver el video, solo lo quité y arrojé el teléfono por el aire.

-¡Sam! ¿Estás bien?-preguntó Justin apresurado al tiempo que entraba a mi habitación.

-.......

Solo me quedé observándolo fijamente a los ojos, trataba de encontrar algo en su mirada, algo que me dijera que ese video era una mentira, que fue un montaje o algo así, algo que me hiciera creer nuevamente en él.

-Sam...- Me volvió a llamar.

-......- no se que creer.- sal de aquí. - dije en un tono casi innaudible.

-¿Qué? - preguntó sin entender.

-Sal de aquí. -repetí en un tono más claro.

-¿Y ahora qué hice?- preguntó cruzándose de brazos.

-Dame tu mano.-le pedí. El me la dió, lo levanté de la cama y lo saqué a la fuerza de la habitación. Le estrellé la puerta en la cara y creo que le rompí la nariz o eso esperaba.

Estaba arrojando todo lo que estuviese a mi paso. No puedo creer que casi caigo con alguna frase que allá salido de ese idiota.

-¡Estúpido!- y otro jarrón cayó al suelo.

Tenía otro adorno en el aire cuando mi teléfono sonó. No quería ver a nadie pero era el tono especial que le tenía a mamá, así que contesté.

Mensaje entrante :

- Necesito que bajes a la sala, rápido.-Mamá.

-Ya voy.- Sam.

Fin de los mensajes.

Me sequé algunas lágrimas de rabia, impotencia, etc...

Pero es que soy una tonta. ¿Quién me mandó a correr a sus brazos?¿Quién me mandó a besarlo?

Me arreglé un poco y salí hacia la sala. Cuando abrí la puerta, Justin estaba sentado en el pasillo, frente a mi puerta, nuestras miradas se encontraron y noté que iba a decir algo pero solo lo evadí y seguí mi camino.