Capítulo 41

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Me encontraba sentada en la biblioteca con Hailey terminando nuestro primer proyecto.

-Listo.- dije al escribir la última palabra.- solo lo envío a los correos y listo.

-Bien, oye ya casi van a cerrar, ¿quieres salir?- me preguntó empezando a guardar sus cosas en su bolso.

-No, aún debo terminar unas cosas, pero tal vez otro día.- le sonreí y asintió.

-Bueno, de todos modos debo irme, me están esperando. Nos vemos mañana.- me sonrió, se levantó y se marchó.

Ya estaba anocheciendo así que debía acabar pronto. Me iba a levantar en busca de unos libros que necesitaba cuando alguien me tomó del cuello por detrás y me colocó un pañuelo en la nariz. Podía percibir el exagerado olor a cloroformo, con esta cantidad dormiría por casi dos días.

Poco a poco dejé de luchar y mi atacante fue cediendo en su fuerza y cuando creía tenerme de un ágil movimiento tomé su brazo llevándolo a su espalda y haciendo que su cara estuviera contra la mesa.

-¿¡Que quieres?!-le grité tomándolo con fuerza. El chico solo gritaba de dolor y sentí algunos huesos romperse bajo mis manos, no fui consciente de la fuerza que ejercía hasta el momento.-¿¡Quien eres?!

-¡Señorita Colleman!- escuché a alguien gritar detrás de mí. Volteé a ver, una mujer de porte sofisticado y cabellera negra estaba frente a mí y junto a ella el chico que había visto en la cafetería y luego en la clase de Peyton.-¿podría por favor soltar a Lionel?- preguntó señalando al chico que tenía atrapado intentando zafarse inútilmente de mi agarre.

-Intentó drogarme.-dije sin siquiera apartar la vista.

-Ofrezco una disculpa por ello. No siempre suele ser tan mal anfitrión.- lo último lo dijo como un regaño.

Rodé los ojos y lo solté. Me miró mal y caminó hasta la mujer mirándola pero ella ni siquiera volteó.

-¿Qué es ésto?- pregunté cruzándome de brazos.

-Permitame presentarme antes. Soy Georgia Thomson, directora del programa secreto UDA.

-No es tan secreto si me lo cuenta.- la interrumpí y me miró mal empezando a caminar hasta el asiento junto a mí.

Me aparté un poco y ella se cruzó de piernas sin apartar la vista de mi.

-Somos responsables de cada alumno en ésta institución, bueno, somos responsables de más de 200 instituciones en distintos países, pero ésta en específico, es nuestra... Casa, nuestra sede o como quiera llamarlo. Hay una importante misión que debemos cumplir, llevamos más de 10 años intentando completarla pero sin embargo ese momento no había llegado, hasta ahora.- apartó la vista hacia mi mochila y volvió a mirarme.- linda cartera.

-Es una mochila, por si está ciego digo.- levanté mis manos en señal de desinterés.- y sin embargo me ha contado todo ésto y sigue sin responder la pregunta que quiero. ¿Qué hacen aquí?

Ya me estaba impacientando un poco. Además, ¿Donde está Anderson? Casi me secuestran y él ni cuenta.

-Queremos que se una a nosotros.- dijo la mujer que llevaba por nombre Georgia y la miré como si estuviera loca. Bueno, tal vez si lo estaba. Ese era un buen apodo, la mujer loca.

-¿Qué?

-Sabemos sus secretos, Samantha. No es humana.- mi rostro cambió a uno completamente serio.

-¿Y ustedes si?

-Usted digamelo.- me desafió y tragué duro. Parecía muy segura de sus palabras.- sabemos todo sobre usted, señorita Colleman. Sé todo lo que vivió hace un año, todo lo que pasó, y de hecho conozco toda su vida desde que abrió los ojos por primera vez. Sé que tiene preguntas y todo lo que ha perdido por ellas.

La primera vez © [Silentium I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora