La primera vez © [Silentium I]

Capítulo 5

Es la hora del almuerzo y me encontraba hablando con las chicas cuando...

-¡Sam!- gritó alguien por un megáfono. Me giré y era Austin. Tenia un cartel, un peluche gigante y estaba sobre una de las mesas.

El cartel decía..:"¿Quieres ser mi novia peluchita?"

-¡Ay no!- dije y dejé caer mi cabeza sobre la mesa.

-¡Que lindo!- dijo Isabella

-Obvio.. a ti te gusta.- dijo Karla.

-Está loca por él. - dije en broma.

-¡Sam!- Volvió a decir por el micrófono.

-No, no, no...- dije y volví a dejar caer mi cabeza, mientras intentaba taparme con un abrigo.

-Sígueme la corriente.- dijo Bruce sentándose a mi lado.-¡ELLA NO VA A ACEPTAR!- gritó.

-¿Que haces?.- pregunté.

-¿Y tu que eres de ella? ¿Su perro guardián?-preguntó Austin acercándose a nosotros.

-Soy...-empezó a decir Bruce.

-No digas eso.-le susurré.

-Si no eres nada de ella... entonces no te metas. - dijo Austin, empujó a Bruce y me haló del brazo.

-¡Sueltala, imbécil!- dijo un molesto Bruce y me alejó de Austin pero el segundo le pegó a Bruce y comenzaron a pelearse.

-¡No!¡ BRUCE PARA!!- Grité pero no podía hacer nada porque las chicas me tenían agarrada. - ¡SUELTENME!

- ¡No!- dijo Karla.

-Te pueden lastimar..- dijo Isabella.

No sé como pero ignorando sus advertencias tome todas mis fuerzas y me solté del agarre.

Intenté separarlos junto a unos chicos pero me era imposible. Caí al suelo y Tyler se acercó a mí y me ayudó a levantarme.

Tyler era mi mejor amigo, nos conocíamos desde el jardín de niños y nuestros padres son amigos, el resto es historia.

-¿Estás bien?- preguntó cuando estuve de pie.

-Si, pero ayudame.- le pedí y asintió.

Tyler logró separarlos junto a otros dos chicos.

-¡Ya basta!- grité colocandome en medio de ambos.

Pero Austin estaba tratando de zafarse del agarre y su puño salió disparado sin control y chocó contra mi cara.

-¡Sam!- escuché que alguien gritó.. parecía ser la voz de Peyton.

-Imbécil. - gritó Melissa.

-¡Eres un idiota!- gritó Bruce abalanzándose sobre él.

-¡Mierda!- susurré al sentir mi labio palpitar y ver la sangre sobre mis dedos que emanaba de ellos.