¿QSMN? Segunda generación

Relaciones

Lexie se casó un día y Kurt se preguntó cómo sería después. Habían sido amigos desde el kínder, habían golpeado a gente juntos y comido pizzas enormes solamente para no pagarlas. Saber que Lexie estaba pasando al mundo de las personas casadas lo hizo sentir un poco de pánico. No importaba que él también tuviera novio, los momentos de amigos eran con amigos, las salidas de amigos eran de amigos, las pijamadas de amigos eran con amigos, no con novios, ni con el hermanito más pequeño de mi mejor amigo porque a ambos nos gusta el té.

Además de que Lexie se estaba casando con alguien que lo había hecho llorar. Lex perdonó a Brett, hizo borrón y cuenta nueva, pero a Kurt jamás se le iba a olvidar que su mejor amigo había llorado por él, que lo había puesto triste y Beacon Hills estuvo lloviendo durante varios días. Al mismo tiempo estaba feliz porque su mejor-amigo-ahora-casado estaba feliz y Brett lo miraba como si fuera la octava maravilla del mundo, lo cual era muy probable porque podía hacer cosas que nadie más podía así que sí, Lexie debía cuidarse de no ser descubierto o le pondrían un altar.

La primera semana no dejó de pensar en ello, su trabajo podía esperar, su mejor amigo estaba de luna miel y cuando volviera ya no iba a vivir en la casa de Jordan y Peter, ya no iba a invitarlo a dormir e iban a terminar haciendo palomitas a las dos de la mañana, ya no había forma de volver a cuando estaban solteros y podían darse una escapada a un bar o a una fiesta y volver a las cinco de la madrugada riéndose por haber violado todas las leyes de tránsito.

Cuando Lexie volvió de su luna de miel lo primero que hicieron fue juntarse para platicar y ver las fotografías. Kurt se sintió algo extraño entrando a una casa nueva que todavía olía un poco a pintura.

-Te traje esto -Lexie le entregó un abrigo color café, muy parecido a los que se usaban antes.

-Gracias -Kurt miró el abrigo y rápidamente se lo midió. Le venía perfecto y eso le gustó más.

-¿Qué tal tu luna de miel? -Brett bajó en ese momento acomodándose un pantalón de chandal y una camiseta sin mangas, besó a Lexie en la boca y se despidió de Kurt con un 'Espero verte luego'.

-Perfecta -Alexei le sonrió antes de comenzar a platicarle todo lo que había hecho con su esposo.

Kurt no quiso comentarle nada de su temor sobre perder a su mejor amigo. No lo hizo y más tarde se alegró bastante porque seguía viendo a Lexie igual que siempre, ya no se iba a dormir a su casa, pero todavía se juntaban para desayunar juntos, para ir al cine o a los bolos, a veces con Brett y a veces no. Todavía se daban de golpes en un ring en lo que ellos llamaban entrenamiento y todavía seguían sacándose fotografías con gestos extraños porque eran los mejores amigos.

-¿Kurt? -Pero Kurt también tenía a su novio, dos años menor, cabello negro, un cuerpo que trabajaba todas las mañanas y una manía por abrir cadáveres.

-¿Sí?

-Se nos hace tarde -Jonah había dejado de ser el niño tímido para convertirse en alguien a quien le gustaba ir a bailar de vez en cuando, tomar, aunque no se emborrachara y sacarle el cigarrillo de la boca para besarlo.

-¿Desde cuando eres puntual? -Jonah terminó de acomodarse su camisa y le rodeó el cuello con los brazos antes de besarlo y llevarlo de regreso a la cama porque en efecto, no era nada puntual.

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Jerome ya no quería compartir habitación con Skandar. No podía compartir habitación con alguien que tenía novio, pero iba a llevar a una chica al baile con la excusa de que Kenzie todavía no tenía edad y Aitana no tenía pareja. Jerome sabía que Aitana había recibido muchas propuestas, que la chica se hiciera la interesante era otra cosa y eso Jerome lo odiaba porque ponía a Kenzie en desventaja. El niño era flaquito, pálido, con una afición por salvar animalitos callejeros y una forma tan tierna de ser que no podía competir contra Aitana, esa chica podía darle palizas sin siquiera transformarse. Eso le daba coraje y por eso ya no quería dormir con Key, así que puso un tornillo en cada pared, amarró una cuerda y usó unas cortinas viejas de la abuelita Talia para separar su espacio vital del de su hermano.