¿QSMN? Segunda generación

Quiero, quiero, quiero

-Creo que ya no vamos a usar el Camaro -Dijo una noche Lexie mientras le estaba dando cena a Jedrik y Brett doblaba la ropa.

-¿Qué?

-Lleva meses aparcado, se va a descomponer si no lo sacas -Lex lo miró el rabillo del ojo y continuó dándole avioncitos de puré de manzana a su hijo.

-Lo llevaré al trabajo -Brett acomodó una nueva chaquetita de tela suave junto al resto y apretó los labios -¿No, verdad?

-No -Lexie le sonrió -Estaba pensando en comprar un auto un poco más grande que el que tenemos, por si crece la familia.

-¿Quieres que crezca la familia?

-¿Tú no?

-Sí -Brett sonrió de esa manera tan soñadora que ponía cuando sentía los piecitos de Jedrik golpearle las manos desde el vientre de Alexei -Un par más.

-El Camaro -Lexie le limpió la boca a su hijo y presionó sus labios en sus manitas pequeñitas.

-Se lo daré a los siameses -Brett carraspeó un poco -Sí, les toca, son los siguientes.

-Eso es una excelente idea -Alexei se acercó a él con el bebé en sus brazos. Jedrik rápidamente le ofreció su gusano de peluche para que lo tocara, al principio el niño había estado un poco asustado con él, pero luego ya no podía dejar de tocar todas sus texturas ni observar sus colores tan brillantes. -¿Cuándo lo harás?

-Antes del partido del viernes -Brett también sonrió -¿Iremos a verlos?

-Nunca nos hemos perdido uno -Alexei se sentó en el sofá a mirarlo terminar de doblar la ropa de su bebé -Los entrenas muy duro, de nuevo irán al campeonato.

-Jedrik verá a sus tíos ganar un partido -Brett acarició una de las mejillas gorditas de su bebé -Le haré una chaqueta también, Mini Talbot.

-Mini Talbot -El niño les sonrió mostrando los cuatro dientitos que ya tenía.

Brett tenía que ver a sus hermanos entrenar casi todos los días. Él sabía que tan duro trabajaban Jerome y Skandar para mantener su capitanía y darle un buen ejemplo al equipo, ellos se merecían el Camaro, pero era difícil dejarlo ir. El Camaro fue su primer auto, el Camaro vio todas las citas que tuvo con Lexie y cargó sus libros cuando estuvo en la universidad, aunque realmente nunca fueron muchos porque Educación Física no es una carrera muy teórica, pero el Camaro cargó su cuerpo cansado, así que era suyo.

-Creí que lo habías vendido -Fue lo primero que dijo Jared cuando vio el Camaro llegar a casa, el adolescente tenía puesta una camiseta amarilla de algún club al que pertenecía y una gorra negra -Papá estará muy feliz de verlo.

-Sí, lo estará -Brett tocó una de las puertas del auto -¿A dónde vas?

-Me toca ayudar en el comedor comunitario -Jared pasó uno de sus pies por encima de su bicicleta -Te veo en el partido

-¿Quieres que te lleve?

-Sólo muéstrale el auto a papá -Jared se despidió con un movimiento de su mano y se perdió unas cuantas calles más abajo. Brett solamente pudo suspirar y darse por vencido, Lexie tenía razón, el auto no debía estar simplemente parqueado ahí dentro además de que Skandar tenía habilidad para los autos, él sabría cómo cuidarlo.

-¡Brett! -Svenie abandonó su labor de lavar los platos y corrió hasta él -¡Papá, Brett está en casa!

-¡Brett! -Eddie se asomó por alguna puerta y luego de unos cuantos minutos todos estuvieron ahí con él platicándole varias cosas.