Camden

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Camden un día fue el más pequeño de la casa. Tenía muchos hermanos grandes que le enseñaron todo lo que sabían e incluso aprendieron cosas solamente para que después él pudiera aprenderlas también.

Su labor como tío era transferir todo ese conocimiento hacia sus sobrinos, aunque no se enteró hasta que Jedrik entró a primer grado y Derek le dijo ''Cuida bien de tu sobrino''. Camden se dio cuenta en ese preciso momento que era tío de tres pequeñas personitas: Jedrik, Evan y Gregori Talbot y ninguno de los tres le decían tío.

A ellos se los dejó pasar, pero luego Svenie llevó a Maika y aunque al principio fue difícil darse cuenta que Svenie ya no lo iba a abrazar primero en las mañanas y llamarlo bebé, pronto se acostumbró. Cuando lo tuvo en sus brazos sintió que iba a llorar de felicidad, todas esas ecografías se reunieron en una sola para darle paso a una persona pequeña de ojitos preciosos que estaban esperando a que él, Camden Hale, le mostrara el mundo. Después Jerome llevó a sus gemelas, dos pequeñas castañas cuya mayor característica era su habilidad para decir 'No' en cualquier momento. Luego estuvieron los trillizos de Edward y ahí creyó que le estaban haciendo una broma porque no podía con tantos niños chiquitos al mismo tiempo y por si fuera poco, apenas unos meses después, Jared les llevó a Skylar Daehler, un bebé idéntico a Sky, pero con los ojitos de distinto color, uno era verde y el otro café.

Solamente pasó un año y recibieron la llamada de Jared diciéndoles que Kenzie ya estaba a punto de dar a luz. Su bebé fue pequeño y nació haciendo uso completo de sus pulmoncitos.

Antes de que Camden tuviera quince años ya tenía tantos sobrinos que a veces no sabía si sus hermanos lo querían mucho o lo odiaban. A veces despertaba y lo único que sabía era que tenía un piecito cerca de su cara y tres pares de ojos observándolo muy fijamente.

-¿Tío Camden? -El pequeño Stiles Stilinski II siempre era el primero en hablar, vocecita suave y ojitos escondidos tras un par de goggles -¿Estás despierto?

-Tiene los ojos abiertos -El piecito en su cara rápidamente cambiaba por otra carita, normalmente llena manchitas de leche porque había algunos que todavía corrían con biberón por todos lados.

-¡Hola! -Camden se levantaba junto con ellos y se encontraba con que sus padres también iban escaleras abajo cargando alguno de los enanos que correteaban por toda la casa como si fuera suya.

En ese momento Camden comprendió lo mucho que sus padres los amaban, porque tener nueve hijos se decía fácil, pero, incluso si ellos solamente habían sido la mitad de desastrosos que sus sobrinos, habían sido una carga enorme.

-¡Papá! -Ver a Edward y Jake como padres era de sus cosas favoritas. Los dos eran buenos preparando biberones al mismo tiempo y también repartiendo besitos en seis rodillas raspadas en tiempo record. -Hola, papi -Alan, el más grande los trillizos tenía una manera de hablar tan extraña que siempre lograba que todos se giraran a verlo -¿Me das una galleta?

-¿Solamente una? -Edward le daba esa mirada de desconfianza y luego el bebé se escondía debajo de su barbilla hasta que sentía ambas manos de su papá acariciarle la espalda.

Cuando Tony anunció que Louis iba a tener otro bebé Camden tuvo que irse a la universidad. Una parte de él se sintió muy triste al darse cuenta que no iba a pasar tanto tiempo con ese mismo bebé, pero al mismo tiempo estuvo muy feliz por su hermano mayor y su pelirrojo esposo cuyo trabajo prefería no saber o seguramente tendría una visita de la CIA.

-¿Tienes todo? -Stiles le estaba ayudando a bajar sus maletas, aunque más que hacerlo se las daba a alguien más para que las bajara -¿Tienes tu osito?

¿QSMN? Segunda generaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora