Capitulo 08

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El bar estaba a reventar. Habían autos estacionados por todos lados, afuera del lugar y parejas casi teniendo relaciones en una que otra esquina.
Cuando entramos la musica retumbó en mis oídos y las luces de colores me obligaron a entrecerrar los ojos hasta que pudiera acostumbrarme a la luz. Habían muchas personas en la pista de baile y otras sentadas en mesas, el ambiente era tenso pero tranquilo a la vez, lo mejor de todo es que no habían muchas personas mayores, la gran mayoría eran  universitarios y estudiantes de secundaria como nosotros.

- ¡Vallamos a buscar una mesa!- dijo Nati por encima de la musica.
Seguimos a Nati, y nos situamos en una que estaba cerca de la barra.

- Iré por algo de beber- anunció Luis, nosotras asentimos.

-¿Qué tal el lugar?- le sonrei dando mi aprobación.

- Es un lugar agradable. Me gusta su estilo.

- Lo inauguraron hace poco.- la miré confundida.

- ¿Ya habías venido?- pregunté.

- Si, un par de veces con Luis.

Luis puso tres envases de cerveza en la mesa. Tome la mía y le di un gran trago.

- Valla, estas necesitada- dijo Luis riendo.

- Hace rato que necesitaba una de estas- dije señalando la botella.

- ¡Vamos a bailar!- dijo Nati animada mente tomando nos a Luis y a mi de las manos, nos dirigimos a la pista de baile y comenzamos a movernos al ritmo de la musica. Me deje llevar por la musica y me adentre mas entre la multitud.

Después de un gran rato, los pies me dolían y comenzaba a sudar, así que le di una sonrisa al chico con el que bailaba y me aleje hacia mi mesa, cuando casi llegaba sentí que alguien tiraba mi blusa y me hacia girar bruscamente, mis ojos se encontraron con un chico de unos 20 años. Coloco sus manos en mi cadera y comenzó a moverse al ritmo de la musica obligándome a ir con el, sonrio.

- Hola, muñeca- su sonrisa era torcida y en sus ojos veía deseo, le di  una sonrisa forzada- Los ángeles cayeron del cielo, ¿no te parece?- su aliento apestaba a cerveza y a licor, lo cual me provocó un mareo.

- Creo que estas pasado de copas amigo- dije intentando soltar sus manos de mis caderas pero el chico comenzó a apretar mas su agarre, me miró y sonrió con malicia, eso me puso alerta y comencé a retorcer me para soltar me- Aleja te de mi ahora mismo. -Soltó una risa sarcástica.

-Si no, ¿qué?- me retó, comenzó a darme besos en el cuello, seguí luchando contra él, mis manos lo apartaban con toda la fuerza que podía pero era inutil, sus manos se movieron a mi espalda baja para acercarme mas a él, desesperada busqué a Nati pero no lograba encontrarla. Apartaba a el hombre con todas mis fuerzas pero era inutil, comencé a darle goles en los hombros y a clavar las uñas en sus brazos. Sonrió con burla.

- Aún así grites, tú vas a amanecer conmigo mañana, nos divertiremos mucho- lo miré con odio, comenzó a darme besos en la cara y yo intentaba a esquivarlo los mas que me permitía hacerlo.

- Ya dejame en paz. ¡Estas loco, dejame!- le grité pero hizo caso omiso, bajo sus manos hacia mi trasero y eso acabo con todo, comencé a retorcer me y golpearlo con fuerza en el pecho y en los brazos- ¡Que me sueltes, jodido imbécil!- grité enojada.

- ¡Callate!- contesto exasperado, no deje golpearlo.

-¡He dicho que mes sueltes, dejame en paz!- el maldito asqueroso iba a responder pero una mano lo tomó por el cuello y lo obligo a soltar me de un tirón.

- ¡¿Acaso estas sordo, maldito imbécil?!- me quede de piedra al observarlo, el tipo tenia una expresión de miedo en su rostro, como si estuviera viendo al mismísimo demonio- ¡Responde!- le exigió. Sacudi mi cabeza para poder reaccionar y me pare detrás de él tomándole el hombro, estaba tenso, sus músculos se resaltaban mas debajo de esa camisa ajustada que traía puesta.

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