Me quedé en el mismo lugar, repasando todas la palabras que Sander me había dicho. Claro, con razón cuando bajaba de auto miraba el nuestro y sonreía. Pero alguien debió haberle advertido no creía que se hubiera dado cuenta por si solo.
El miedo me estaba congelando los huesos y la sangre, no podía moverme, ¿y si mandaba a matarme?, ¿y si me secuestraba para siempre?.
No no, eso no pasaría... Solté un suspiro y volví a llevar mis manos a mi cabello peinándolo hacia atrás, sabia que me metería en graves problemas.- ¿Sander tú cómo sabes eso?- dije con un poco de miedo.
- Hace algunas semanas salí de clases, iba a ir a buscarte pero escuche voces detrás del edificio así que fui a ver.
- ¿Y-y qué paso?.
- Había un grupo de chicos, Darrell, Ryan, Alex y otros que no conocía.
-¿Y Nicholas no estaba con ellos?
- Sí, pero minutos después se fue, oí decir a uno que el plan estaba saliendo perfecto, primero se alejaría y luego se acercaría poco a poco, Darrell dijo que no estaba seguro, también dijo que no se sentía bien haciendo eso porque le tenia mucho cariño a esa persona.
-¿Cariño?- cariño de matarme seguramente, Sander suspiro y pasó sus manos por el rostro.
-Escuchame Bella- se acercó a mí y tomó mi rostro en sus manos- de ahora en adelante no te vendrás caminando, yo te llevare y yo te traeré, no voy a permitir que te hagan algo.
-¿Por qué me dices esto?- mi voz de pronto se cortó y mis ojos se nublaron.
- Mi padre escuchó una conversación de Luis y yo, así que mando a investigar. Eithan había estado unos años en Boston, vivía con una chica pero no supieron el nombre de ella, competía en carreras clandestinas y quedó debiendo mucho dinero a unos mafiosos. Hace algunas semanas le informaron a papá que Eithan había desaparecido junto con la chica y una semana después Nicholas llegó aquí a California, vive con una chica, no sé su nombre pero parece que tiene los mismos rasgos de la chica que estaba con Eithan en Boston.- solté un gemido.- Necesito que guardes mucha distancia con Nicholas, Bella, no sabemos si es Eithan y si lo es, los tipos de los Narcotraficantes lo estarán buscando. No quiero que nada te suceda.
-¿Y si te pasa algo a ti por mi culpa?- varias lágrimas se escaparon de mis ojos- No quiero que nada te pase.
Lo abrasé fuertemente, si algo le pasaba no sabia que haría, en solo pensar que algo le podía suceder un dolor nacía en mi pecho.
- Escuchame, no quiero que salgas sola en la noche, llama a un taxi o si es necesario yo vendré por ti. Y no te vendrás caminando cuando salgas de la escuela, yo te traeré.
-¿Y Nati?
-Luis se encarga de ella- me dio un beso en la frente, sus ojos me decían que estaba preocupado.
- Perdoname por mi actitud, pero no vuelvas a ocultarme cosas- sonrió divertido.
- Lo mismo para ti.- reí, entonces me acorde de mis padres.
-¿Mis padres saben de esto?- negó con la cabeza.
-Aún no, le dije a mi padre que no lo hiciera aún.
-Bien, no les digas nada yo... Yo encontrare la manera de decirles.
-No te tardes mucho, mañana paso por ti para ir al cine, ¿ok?- asenti, terminamos de llegar a la puerta, saqué las llaves de mi bolso y abrí, entramos y colgué las llaves en un pequeño gancho que había en la pared.
-¿Te quedaras?- lo miré, tenia sus manos metidas en los bolsillos delanteros.
-No, mis padres no tardan en regresar y no quiero que se preocupen- asenti acercandome a él, llevé mis manos a su cuello y él envolvió mi cintura.

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Trato Echo
Fiksi RemajaIsabella, es una chica de 17 años, cursa el undécimo año de secundaria. Es una chica inteligente, con una sonrisa en su cara la mayor parte del tiempo. Pero en ciertas cosas saca a relucir su orgullo y su prepotencia. Pero esos sentimientos de orgu...