Trato Echo

Capitulo 32

Me encontraba en la habitación de Sander, mirando el móvil que estaba en el sofá frente a mí, esperando que sonara, que me dieran alguna noticia de él.
Habían pasado ya 24 horas de que no sabia nada él, nunca me había sentido tan sola como me sentía ahora.

La casa estaba hecha un lío, habían agentes por todo el lugar con aparatos extraños, papeles, computadoras, teléfonos. La madre de Sander estaba hecha un mar de lágrimas, y su padre junto con mi padre estaban haciendo todo lo posible por encontrarlo, ahora mismo estaban en la prisión donde Nicholas se encontraba, lo trasladarían para acá, necesitábamos todo tipo de información, no importaba si eran cortos detalles.
No teníamos ni idea de donde podrían encontrarse, ahora mismo estaban esperando que Jazmin llamara, tenia que hacerlo en algún momento.

Mi móvil sonó, me lancé hacia él con manos temblorosas, al ver quien era, caí de nuevo en la cama a punto de llorar, me alegraba que marcara, sin embargo, no era la llamada que esperaba.

- James- hablé intentando que mi voz no sonara débil.

- Hey, ¿cómo estas?, me acabo de enterar de lo que paso- me dijo, escuchaba su voz algo preocupada.

Tomé unos segundos de aire, no había dejado de llorar, no había dormido absolutamente nada después de que salí del hospital, y en cada momento sentía que me ahogaba.

- No hay noticias, James, estoy desesperada, me estoy volviendo loca. He intentado pensar en donde pueda estar Jazmín pero no se me ocurre nada- tomé respiraciones hondas para tratar de calmarme- Ya no tengo ni la menor idea de que hacer.

- Bella, intenta estar tranquila, todo estará bien, Sander es inteligente, él sabrá cuidarse. Tal vez y logre salir de ahí mas pronto de lo que crees, ya veras- agradecía sus palabras, en serio que lo hacia pero eso no me tranquilizaba.

- ¡Necesito hechos James, no suposiciones!- grité poniéndome de pie, necesitaba sacar toda esa frustración que tenia dentro de mí- Estoy cansada de que me den solo teorías de donde puedan estar, yo necesito saber con exactitud donde esta.

Respiré profundo intentando llevar aire a mis pulmones. Estaba enojada, su maldito problema siempre fue conmigo, Sander no tenia nada que ver en esto. ¿Por qué se ensañaba con él?, ¿Por qué no me llevó a mí?, ¿es que acaso nunca se cansaría de joderme la vida?.

- Escucha, estamos llegando a casa de Sander, ¿crees que haya algún problema?

- No, por supuesto que no. ¿Vienes con Mariana?- pregunté mientras salia de la habitación hacia donde estaban los demás.

- Si, te veremos en unos minutos.

- Bien- corté la llamada y terminé de bajar los escalones.

El estudio del señor Holt era un completo caos, habían papeles por donde fuera, teléfonos, computadoras y otros aparatos que no tenia ni idea de cómo se llamaban.

Y bueno yo, yo no estaba mucho mejor, las ojeras bajo mis ojos se notaban a metros, mi cabello era un nido de pájaros y mis ojos estaban hinchados y rojos al igual que mi nariz por no haber parado de llorar. Estaba frustrada, estresada y todo lo que se le pudiera sumar. No dejaba de pensar, recordar en donde pudo haberlo llevado, pero no recordaba ningún maldito lugar.

- ¿Cómo es posible que no tengan ni una pista de él?- exclamó la madre de Sander.

Estaba desesperada al igual que todos.

- Señora, por favor trate de tranquilizarse, estamos buscándolo en lugares posibles, sin embargo no es tan fácil. Necesitamos un lugar, algo que nos diga donde puedan estar, y usted no nos permite hacer nuestro trabajo- frunci el seño al escuchar lo ultimo.
Bueno, ¿y quién se creía?