Capitulo 11

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Permanecí unos minutos envuelta en sus brazos, mojando su camisa con mis lágrimas, mientras él acariciaba mi cabello en un intento de calmarme, lo que él no sabia es que yo me tranquilizaba con solo tenerlo cerca, y si, era un poco estupido cuando un mes atrás deseaba con todo mi ser asesinarlo, pero, por primera vez creí en ese mito de que los polos opuestos se atraen, me gustaba Sander, y me daría una oportunidad con él, pero mas adelante, primero lo conocería mas y después, si el destino quería, las cosas se darían.
Comencé a separarme lentamente hasta que estuve libre, y lo miré, era tan grande que de cuclillas quedaba a la misma altura que yo, sentada en esa silla.

- Perdoname- susurró con culpa en su voz, le di una mirada confundida.

-¿Por qué me pides perdón?- mi voz salió en un susurro.

- Porque siempre te hago llorar o te hago enfadar- parecía un niño asustadizo, sonrei con ternura, tomé sus mejillas en mis manos y lo obligué a que me mirara, sus ojos me revelaban toda la culpa que sentía.

- Soy yo misma la que sufro, Sander, nada de esto es tu culpa, es solo que, recordé un "amor"- hice comillas con mis dedos y regrese mis manos a sus mejillas- que me hizo sufrir... Mucho, es por eso que te pedí que te alejes de mí, porque tengo miedo de que, me rompas el corazón de nuevo o que te lo rompa yo a ti.

-¿Quieres hablar de ello?- preguntó, me encogí de hombros.- Bien comienza- se sentó en su silla y me miró atento. Suspire y comencé

- Se llamaba Eithan Hansen, eramos de la misma edad, compartíamos algunas clases y... Tal ves esta sea una historia algo estúpida pero aquí voy- tomé aire y comencé a hablar- Fue hace dos años, recuerdo que estaba en la cafetería con Nati y Caylie cuando él entro en la cafetería, fue como ver a un Dios, en ese momento me miró y no sé cómo pero le sostuve la mirada hasta que ya no nos vimos mas.
Fue así varios días, hasta que ingreso al salón de Biología- sonrei recordándolo- Las cosas no se representan o no se hacen realidad como tú las piensas, nunca es así, y nuestra rutina era mirarnos y nos
sonreiamos una que otra vez, escuchaba sus voz solo cuando charlaba con sus amigos. Nunca llegué a hablarle.
Y cuando decidí hacerlo, ese día, Nati me dijo que Jazmín, una vieja amiga, estuvo con él- sentí el mismo dolor que sentí cuando Nati me lo dijo y los ojos comenzaron a humedecerse- Llegué a casa esa noche y me metí a mi habitación, todas las esperanzas que tenia, habían muerto en un solo segundo, me sentí tan estúpida, y cuando lo observaba en la escuela me hacia mas daño, tenia que superarlo pero no sabia cómo. Cuando llegaron las vacaciones huí, huí como una cobarde, me mude todas las vacaciones a Florida, en una casa que tiene mi padre allá cerca del mar.
Entendí que uno tiene que conocer con quien se ilusiona, lo superé y cambie mi personalidad... Mucho, ya no era la chica que hacia bromas en los pasillos, me volví dura conmigo misma, me obligue a cambiar. Supe que Eithan se había mudado a otro lugar, Jazmín... No volví a saber de ella y no me moleste en averiguar algo- seque las lágrimas que había derramado y lo miré, Tenia una expresión seria, pero a la vez ira, en estos pocos ratos que había pasado con él me había dado cuenta que era muy impulsivo, y que le frustraba no poder ayudar a las personas que quería.

-¿Nunca le hablaste?.

- No, lo que mas me dolía es que, fui tan cobarde que no me anime a hablarle antes y cuando lo iba a hacer él ya no...- la voz se me quebró, impidiendome seguir hablando.

- Hey- tomó mis manos entre la suyas- Tú no eres de las chicas que lloran por imbéciles.

-¿Y tú como sabes eso?

- Porque lo veo en tus ojos, y no me lo tomes a mal pero, en parte fue mejor que no le hubieras hablado, porque si no probablemente yo no estaría aquí contigo- le di una sonrisa débil.

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