Capitulo 27

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Habían pasado unos días después de ese horrible sueño, no había podido hablarlo con Sander, todos estábamos muy tensos, faltaban solo tres semanas para que el curso lectivo terminara. Los profesores nos estaban llenando de proyectos finales, tareas y los exámenes, no nos dejaban mucho tiempo.

Mi padre se había enterado de que había ido a visitar a Nicholas, no reaccionó de la manera que yo esperaba, estaba fuera de la si. El abogado había sugerido pedir una pena de libertad condicional. Estaban sospechando de que estuviera en contacto con Jazmín.

Sander y los demás estaban muy nerviosos, no me dejaban sola ni un solo segundo y empezaba a sentirme fatigada.

Salí de la ultima clase hacia el estacionamiento, todos estaban ahí. Sonrei cuando llegué.

- ¿Cómo te fue?- miré a Sander y asenti.

-Bien, nada nuevo.

Ethan se acercó y pasó un brazo sobre mis hombros.

-¿Vamos al parque?, hace tiempos que no vamos- iba a contestarle, pero entonces Sander me tomó el brazo acercandome a él.

-Quizás después, Bella tiene que ir a casa- frunci el seño y lo miré.

-Sander, aun es temprano, y además no quiero ir a casa tan pronto- me miró seriamente.

Aquí íbamos de nuevo... 

- Isabella, sabes perfectamente como están las cosas, no voy a exponerte. Además, tu padre me pidió que cuidara de ti.

-Ahora le haces caso a todo lo que mi padre te diga, ¿no?- solté con sarcasmo y me safé de su agarre bruscamente- Se perfectamente que hay peligro, pero no seas ridículo, ¿bien?. Vamos a un maldito parque donde hay muchas personas, no va a pasarme nada....

- En primer lugar no soy ridículo- dijo ya enfadado- y me vale una condenada mierda si es o no un parque. Yo tengo la obligación de cuidarte te guste o no, así que no iras se acabo- apreté mis puños con fuerza.

- No puedes obligarme. Te das cuenta que te estas aprovechando de la situación, ¿cierto?. ¿Qué esperas?, ¿por qué no mejor me encierras y estas mas tranquilo?- intentó acercarse pero le hice una señal para que se detuviera.

- Estas confundiendo las cosas. Deja de actuar como una niña pequeña y sube ya al maldito auto, Isabella.

Me le quede mirando fijamente.
Me giré y camine hasta el auto y me subí cerrando de un portaso.

No quería discutir, no hoy. Últimamente solo eran discusiones y mas discusiones. Todos me trataban como si fuera un maldito tesoro, ya ni siquiera podía salir al jardín de mi casa, sin contar que habían hombres de seguridad en cada rincón.

¡Maldicion!.

Minutos después se subió al auto y lo puso en marcha, yo solo me dediqué a mirar por la ventana.

-Bella, sabes que esto lo hago por tu bien, ¿verdad?- intentó tomarme la mano pero la aparte de un tirón- Bella por favor.

- No tienes que darme explicaciones, Sander. Al fin y al cabo.

- ¿Por qué te comportas así?. Yo lo único que hago es cuidarte porque te amo y no quiero que nada malo te pase- lo miré con el seño fruncido.

-Se que me cuidas, y te lo agradezco de verdad. Pero date cuenta, ya ni siquiera puedo pasar el rato con mis amigos. Me siento encarcelada, ¿sabes?. No quiero vivir esta vida. Escondida, sobre protegida. No más.

- Lo sé, creeme que lo sé. Pero no puedo arriesgarme a que algo te pase. No me lo perdonaría.

- Sander, con ir a un parque no iba a pasar nada. No te estoy diciendo que asumas la culpa, eso es lo ultimo que quiero... Pero trata tú también de entenderme, soy una adolescente de diecisiete años, me gusta divertirme. Y ahora estoy mas protegida que la hija del presidente.

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