Lo miré, su perfecta sonrisa me hacia brincar de la felicidad, seguía tan guapo como siempre. Su cabello perfectamente peinado, sus ojos negros y sus hermosos labios.
- No sabes la falta que me hiciste, no vuelvas a dormirte así- fruncí el seño confundida.
-¿Dormirme?- el asintió con un deje de tristeza.
- Tuvieron que inducirte a un coma, tu cerebro estaba un poco afectad y tenias que dormir por un tiempo- suspiró- estuviste en coma dos semanas.
-¿En coma?, pero...- y entonces recordé todo.
Nicholas entró a la casa, luego me golpeó, intentó llevarme a la fuerza, me hizo una zancadilla y caí por las escaleras, lo ultimo que vi fue a él.
Comencé a respirar agitadamente.
¿Y si él venia por mí?.
¿Y si intentaba llevarme a la fuerza de nuevo?.- Hey, hey- tomó mi mano y le dio un apretón- Tranquila, todo esta bien.
-¿Cómo lo sabes?. El vendrá por mí- me senté mejor en la cama, Sander tomó mi cara en sus manos.
- El esta en la cárcel, Bella, lo detuvieron el mismo día. Tranquila, te dije que todo estaría bien.- se acercó y me dio un beso en los labios.
Me tranquilicé de inmediato, Dios, en serio me había dormido.
- No vuelvas a dejarme sola- acaricié su rostro, él sonrió.
- Creeme que no lo haré, nunca volveré a dejarte. Te lo prometí y lo voy a cumplir- lo atraje hacia mí y lo besé.
Nunca había necesitado tanto unos labios como los suyos. Sentí un estorbo en mi brazo derecho y un dolor en mi costado.
Me separé.- ¿Qué me pasó?- pregunté alarmada.
- Te fracturaste el brazo, unas costillas y un esguince en uno de tus dedos de la mano... Y un golpe en tu cabeza- abrí mi boca para contestar pero la puerta se abrió.
Dejandome ver a los chicos, sonrei ellos se quedaron quietos unos segundos mirándome. Escuché a Sander reír.
- ¡Isabella!- exclamó Ethan, corrió hacia mí y me atrapó en sus brazos apretandome fuertemente.- No te vuelvas a dormir.
Reí divertida.
- No lo haré- acaricié su espalda- Ethan, no me dejas respirar.
Me soltó sonriendo, luego llegó el turno de Nathan y Luis, y cuando vi a mi amiga abrí mi boca.
-¿Qué le hiciste a tu cabello?- ella me miró por unos segundos y luego me abrazo fuertemente, la abrace de vuelta.
- Eres una tonta, no me des un susto así de nuevo, porque te juro que te hago dormir para siempre- todos reímos. La había extrañado mucho.
- No lo haré, te lo juro. ¿Pero por qué te pintaste el cabello?- reí, se separó de mi sonriendo.
- Te dije que mi cabello representa mi humor. Me lo pintaré de morado ahora- sonrei negando con la cabeza.
- Sabes, creo que traemos la suerte. Miren, Sander a venido todos los días por dos semanas y nada de nada. Y llegamos nosotros y despierta- volví a reír, Sander le dio un golpe en su hombro y este se quejó.
- Callate cabron. Si estuvieras en mi lugar harías lo mismo.
La puerta volvió a abrirse dejandome ver a mis padres.
Mi padre me miró y luego sonrió mostrando todos sus dientes.
Se acercó y me envolvió en sus brazos. Dios nunca me había sentido tan segura.
Recuerdo una vez que me compró una bicicleta, era mi juguete favorito, pero como todos los niños, me caí y me hice un raspón en mi rodilla, no deje de llorar hasta que mi padre llego del trabajo y me dio un gran abrazo. Y ese fue mi mejor abrazo.

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Trato Echo
Roman pour AdolescentsIsabella, es una chica de 17 años, cursa el undécimo año de secundaria. Es una chica inteligente, con una sonrisa en su cara la mayor parte del tiempo. Pero en ciertas cosas saca a relucir su orgullo y su prepotencia. Pero esos sentimientos de orgu...