Sábado, por fin era fin de semana. Apenas me levanté lo primero que hice fue llamar a Nati para contarle todo lo que había sucedido la noche anterior. Concordamos en que nos veríamos en una cafetería que quedaba cerca de mi casa, así que me dirigía hacia allá. El reloj en mi muñeca marcaba la una con veinte minutos.
Cuando llegue al local divise a mi amiga en una esquina junto a una de las ventanas, en cuanto me vio sonrió.
Tomé asiento a su lado.-Ahora si, sueltalo todo- dijo con animo.
- Estoy muy bien,gracias- dije irónica. Su sonrisa se borró.
- He esperado toda la maldita mañana ¿y tú me dices eso?- dijo completamente seria. Pero luego su rostro cambió a uno que denotaba, curiosidad- !Anda, dime que paso!- dijo desesperada. Iba a comenzar a contarle pero una mujer de unos treinta años nos interrumpió. Supuse que era la mezera, ya que llevaba una libreta y un lápiz en la mano.
- ¿Que van tomar señoritas?- nos dijo con una amable sonrisa.
- A mi un capuccino por favor- conteste amable.
- Lo mismo para mi- dijo Nati. La mujer sonrió y se fue.
- Bien, ahora si habla.
- ¿Recuerdas la cena de negocios?- asintió- Bien, mis padres se encontraron con unos señores...- y poco a poco le fui narrando lo que paso. Cuando termine, Nati estaba con la boca abierta.- Bueno cierra la boca-le dije divertida.
- ¿En serio aceptaste ser su amiga?- asenti- y ¿en serio eliminaste ese estúpida trato?- volví a asentir.- y ¿en serio...?
- Ya- interrumpi- Si vas a repetir todo lo que dije, mejor me voy- hice ademán a levantarme, pero me detuvo.
- ¡No!- exclamó- No, es que no me lo creo, digo, apenas ayer me dijiste que odiabas a Sander.
- Bueno tal vez ese concepto cambio cuándo conocí otra personalidad en él- me encogí de hombros- Además, no es como que seamos los mejores buenos amigos, solo vamos a intentar llevarnos bien, sin ofensas...
Me miraba con una sonrisa y sorprendida a la vez.
- Solo espero que lo cumplan, porque tú y Sander hacen una bonita pareja- me a tragante con lo que estaba comiendo. Me aclaré la garganta.
-¿Pareja en que sentido?- pregunté con miedo.
- En el sentido de novios- abrí los ojos mas de lo normal.
-¡¿Acaso estas loca?!- exclamé. Ella me miro con desaprobación.
- Shhh, callate estamos en una cafetería- suspiró- y no, no estoy loca estoy perfectamente cuerda. Tú deberías darte una oportunidad de ser feliz al lado de alguien.
- Disculpa me Nati, pero mi felicidad no depende de nadie- dije con completa sinceridad, ella me miro cansada.
- Sabes perfectamente de que te estoy hablando.
- Si lo se- suspire- pero no con él, Nati, no con Sander. Entiende él no me gusta, no te voy a negar que el tipo es muy bueno, pero no Nati. Esta vez no voy a ser tan estúpida.
- Dijiste que no estarías con una persona inmadura. Y él esta intentando ser una persona madura porque tú le atraes- solté una carcajada.
- Por favor Nati, tiene a todas las chicas de la escuela a sus pies. Y ¿él se va fijar en mi?- me miró seria y asintió, solté una risa irónica- No seas estúpida, claro que no, por supuesto que no Nati. Entiende tu sueño de que dos amigas salgan con dos amigos, no se va a cumplir, las casualidades no existen para mi y los sueños no se hacen realidad, y yo no voy a hacer realidad tu sueño. Te lo digo en serio- saque dinero de mi bolso y lo deje en la mesa.- Y sabes perfectamente a que me refiero cuando digo que no.
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Trato Echo
Teen FictionIsabella, es una chica de 17 años, cursa el undécimo año de secundaria. Es una chica inteligente, con una sonrisa en su cara la mayor parte del tiempo. Pero en ciertas cosas saca a relucir su orgullo y su prepotencia. Pero esos sentimientos de orgu...