Tenia aproximadamente una hora de estar recorriendo la sala de derecho al revés esperando que mi padre y el Señor Holt aparecieran por esa puerta.
Me había comido todas las uñas de las manos y estaba segura de que haría un hueco en media estancia de tanto dar vueltas.
Mi madre y la Señora Holt estaban sentadas en el sofá, mirándome dar vueltas como una loca. Estaba desesperada, una hora parecía como días.- Bella, cariño, ¿por qué no te sientas y tratas de calmarte?- miré a mi madre y negué rápidamente.
- No lo haré hasta que encontremos a Sander, mamá, así que no me lo pidas más- mi voz salio mas fría de lo que usualmente habría esperado.
Mi madre dejó su mirada seria y fría sobre mí, sabia que no le gustaba que le hablara así, el ambiente se puso tenso, así que aparté la mirada y suspire. Miré a la Señora Holt cuando rodeó mi muñeca, me sonrió cálidamente.
- Ven a tomar un poco de té, querida, lo necesitas- asenti dejándome conducir por ella hacia la cocina.
Al llegar, me senté en un banco de la isla mientras ella preparaba el té. La observe, se veía tan tranquila después de todo, estaba casi normal, y entonces me pregunté como podía tener tanta tranquilidad cuando su único hijo estaba en manos de alguien que no tenia juicio alguno.
Colocó una pequeña tasa sobre un pequeño plato frente a mí y vacío un poco de liquido color café en ella.
La miré con el seño fruncido y entonces me atreví a preguntar.-¿Cómo puedes estar tan tranquila?- levantó sus ojos hacia los mios.
-¿Cómo?
-Si, ¿cómo puedes estar con tanta tranquilidad cuando aún no sabemos nada de él?... No lo entiendo.- ella sonrió y puso sus manos sobre las mías.
- No lo estoy, solo trato de ser fuerte, alguien tiene que mantener la cabeza fría, ¿no?.
- Siento todo esto, de verdad, si yo no hubiera... Si tan solo no hubiera confiado tanto en Nicholas o si tal vez hubiera averiguado más sobre él... Yo...- parpadee varias veces para evitar que las lágrimas salieran-... Yo lo siento mucho Señora, de verdad. Incluso si nunca hubiera conocido a Sander, él probablemente estaría aquí, no tendría problemas por mi culpa, yo...
- Shh...- me interrumpió- No digas eso cariño... Sander siempre fue un niño rebelde y cuando creció, no paraba en la casa, siempre salia de fiesta con sus amigos y llegaba de madrugada, algunas veces muy ebrio- soltó un risa con su mirada pérdida- siempre decía que intentaba no hacer ruido pero hacia todo lo contrario. Siempre bromeaba con sus amigos cuando estaban en casa, y más de una vez escuche sobre aventuras con diferentes chicas- fruncio el seño- debía admitir que eso me molestaba un poco... En fin, después de mucho tiempo comencé a verlo más cambiado, al principio un poco estresado, agobiado. Le preguntó un día a su padre que cómo podría hacer para llamar la atención de una chica- solte un risa recordando lo persistente que había sido- Hasta que me di cuenta de que había una chica- me miró y sonrió.
-¿Cómo lo supiste?.
- Porque siempre tenia un sonrisa tonta, ya no salia a fiestas y llegaba mas temprano a casa, sonriendo, feliz. También salia más temprano a la secundaria, radiante como nunca antes- me miró y de nuevo me sonrió con calidez- Siempre supe que serias tú- frunci el seño.
-¿Yo qué?.
- La que estaría con Sander, me di cuenta el día en que te conocí por primera vez, ¿recuerdas?- asenti recordando el día de la cena de negocios- Bueno, ese día los vi charlando en el jardín, desde ese día la actitud de Sander cambio, sus ojos brillaban, todo en él era diferente. Comprobé mis sospechas el día en que fuimos a casa de tus padres a cenar, la manera en que se miraban, en que él te miraba, su sonrisa... Jamas me sentí más feliz. Cambiaste la vida de mi hijo, Bella, habla de ti todos lo días a cada minuto- solté una risa mirando mis manos- Eres lo mejor que le pudo haber pasado... No tienes idea de cuanto te ama- limpié una lágrima que había logrado escaparse y le sonrei.
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Trato Echo
Novela JuvenilIsabella, es una chica de 17 años, cursa el undécimo año de secundaria. Es una chica inteligente, con una sonrisa en su cara la mayor parte del tiempo. Pero en ciertas cosas saca a relucir su orgullo y su prepotencia. Pero esos sentimientos de orgu...