Capitulo 18

215 10 0
                                        

-¡Felicidades!- gritó mi amiga dándonos un abrazo, algunas miradas cayeron sobre nosotros al escuchar el grito de Nati.

- Que guardadito te lo tenias, hermano- bromeó Luis, Sander solo reía más. Nati suspiró y juntó sus manos.

- Desde que ustedes comenzaron a discutir, supe que eran el uno para el otro.- yo sonrei, Sander abrasaba mi cintura con su brazo.- Si la haces sufrir, te corto las bolas.

Todos reímos al escuchar la amenaza de Natalie, apuntaba a Sander con su dedo índice.

-No lo haré,- me miró con dulzura y decisión- Antes me mato.

-No digas estupideces- lo regañe- Me harías sufrir más- se inclinó y me dio un beso en los labios, Luis se aclaró la garganta asiendo que no separamos, Sander le dio una mirada de pocos amigos y yo reí.

-¿Que tal si vamos a lo que veníamos?- sugirió Luis, asentimos y tomó a Natalie de la cintura llevándola a una mesa vacía, Sander y yo los seguimos sentándonos al lado de ellos.

Un chico muy guapo (el camarero supongo), llegó a nuestra mesa, su cabello era rubio, tes blanca y ojos azules, su estatura alta lo hacían ver aún más guapo, pero mis ojos solo le pertenecían a un chico. Los ojos del chico iban de Nati a mí.

-¿Qué van a ordenar?- nos preguntó, Luis y Sander lo miraban con ganas de que sus ojos salieran balas directas hacia la cabeza del muchacho.

-El platillo de la casa esta bien para mí- habló Sander con voz seria el chico apenas lo miró y apuntó en una pequeña libreta, el restaurante no era fino, era un bar restaurante, pero más un bar que un restaurante.

-Para mí lo mismo- el chico me dio toda su atención y puedo jurar que me dio una pequeña sonrisa, apuntó en su libreta.

- Para nosotros una pasta boloñesa- la voz de Luis salió más fría que el hielo, el chico lo miró serio.

- ¿De tomar?- preguntó mirando a mi amiga. ¡Que descaro, coqueteando con las dos!.

- Refrescos naturales- apuntó y se fue por nuestra comida.

Nati y yo nos miramos y nos soltamos en carcajadas, Sander y Luis estaban que tiraban fuego por la nariz, pero no los culpaba, nadie se podía resistir a estas bellezas.

-No le veo lo gracioso- me dijo mi novio. Valla se sentía bien llamarlo así.

-Claro que es gracioso, mira tu cara, pareces un dragón enojado.

- No se dieron cuenta como las miraba. Y no a una,¡si no a las dos!- miré a un exaltado Luis.

- Si ustedes confían en nosotras no tienen en que preocuparse.

- Eso lo sabemos, pero es demasiado el descaro, creo que voy a escribirte en la frente que eres mi novia- dijo Sander con determinación.

Bien, era hora de aclarar algunas cosas.

- Exacto soy tu novia, no tu esposa. Por lo tanto yo puedo ver lo que quiera. No porque sea tu novia quiere decir que no pueda ver lo que hay en el mundo.

-Pues entonces, me apresuraré a estudiar para darte un futuro y que seas mi esposa- le sonrei con orgullo.

- No soy de tu propiedad, así que sea o no tu esposa, tengo derecho a dar mi opinión- él solo me miró serio y apretó su mandíbula

-Bueno ya, no pelearan en su primer día de novios, nadie hace eso- miré a mi amiga.

-Nadie esta peleando. Sander tiene que saber que yo aún no soy propiedad de nadie- lo miré, él me miraba con los ojos entrecerrados- Y espero que eso te quede claro.

Trato Echo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora