Capítulo 42

110 5 0
                                        

Terminé de llevar la última cacerola al la mesa que habíamos armado en el jardín de la casa de mi madre. Habíamos inventado el pretexto de que era una buena noticia sobre el trabajo de mi futuro esposo.
Nati había estado interrogante, porque decía que no creía nada de lo que decíamos. Ella sabía perfectamente cuando yo mentía.

Habían pasado ya casi tres semanas desde aquel día, no puedo decir que las cosas mejoraron al instante; no fue así. Aceptar que Eithan estaba libre, nos hizo retroceder cinco años atrás. Sander no fue el mismo por varios días, se comportaba distinto; atento, paranoico, siempre alerta a lo que me pasaba... Y las pesadillas habían regresado, se despertaba en la madrugada gritando y temblando, yo hacía lo posible por hacerle ver que estaba ahí con él, y en cierta forma lograba que se calmara, pero el sueño se esfumaba.
Fueron días duros porque de alguna u otra forma, habíamos regresado a lo que era nuestra realidad hacia cinco años. Sander decidió ir a terapias otra vez, y habíamos avanzando de nuevo, pero cuando salíamos a la calle su cuerpo estaba rígido, tenso, y aferraba mi mano con mucha fuerza.

Mi padre había dicho que podía poner hombres en la entrada del departamento, pero me negué. Ya había pasado por eso hacia mucho tiempo, y había podido dejar eso atrás. Aceptar, habría hecho echar a perder todos esos años que habíamos tardado en superarlo todo. Sander estuvo de acuerdo y poco a poco íbamos saliendo de esa corta etapa, de nuevo.
Mi madre apareció por la puerta junto con mi amiga, corrí a abrazarla en cuanto la vi.

— Te he extrañado mucho— me dijo abrazandome de vuelta.

— Yo también, pensaba ir a visitarte pronto. ¿Qué tal todo? ¿Luis cómo está?

— Estamos bien, él trabaja ahora en la compañía de su padre mientras terminamos la universidad.— sonreí orgullosa y alegre por mis dos mejores amigos.

— Me alegro de que las cosas estén de maravilla. Se lo merecen— Nati asintió.

— ¿Y cómo vas con Sander? ¿Cómo están?

— Bien, estamos bien.— mi amiga torció los labios.

— Me enteré de los Nicholas— desvíe la mirada— ¿Cómo lo llevas? 

— Yo... No sé, supongo que ahora todo está bien. Aunque verlo ese día ahí frente a mí, no sé... Fue como recordar todo de nuevo, absolutamente todo y... fue duro aceptar todo eso que pasó, por segunda vez— nos sentamos en una pequeña banca, Nati me miraba atenta.

— ¿Y Sander?— suspire.

— Él fue al que más le afectó, ya te lo dije, saber que estaba libre fue hacernos volver a cinco años y él... Sander no pudo soportarlo. Sabes lo que pasaba, sus pesadillas volvieron.

— Luis me comentó algo sobre eso, pero... ¿Tú como estas?

Me tomé con seriedad la respuesta a esa pregunta.

— Estoy... triste, dolida, decepcionada y... preocupada. No fue fácil para mí despedirme de Eithan, él fue alguien muy especial para mí, lo sabes. Fue como cerrar un libro de años y comenzar otro distinto.— expliqué— Y... Fue duro, hacerlo... pero de algún modo u otro es bueno, tendré una vida nueva al lado del hombre que amo y eso me llena de felicidad.— sonreí unos segundos— Pero también está la actitud de Sander, yo sé por lo que pasó, y lo entiendo... pero parece  que sus miedos aumentaron un nivel más. Él intenta salir adelante, pero esto... nos va a hacer pasar tiempos difíciles de nuevo, como volver a comenzar de nuevo.

Nati tomó mis manos como solía hacer siempre que sabía que necesitaba apoyo. Ella había estado ahí en los peores y mejores momentos de mi vida, se había convertido en más que una amiga para mí. Ella siempre tendría un espacio reservado en mi corazón.

Trato Echo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora