Capítulo 6. 'Trust'.

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Aquello era impresionante, estábamos frente al mar, una pequeña playa, de arena blanca, el sol justo encima de nuestras cabezas, el paraíso al fin y al cabo.

“¿Y ahora qué?” digo mirando al horizonte, estábamos en una especie de montaña, como un miradero sobre el mar pero dudaba que sólo me hubiese llevado hasta allí para observar desde arriba el mar.

“Bajamos, fácil” empieza a caminar delante de mí.

“Espera, ¿Por dónde se supone que pretendes bajar?” digo preocupada, yo no voy a bajar haciendo la croqueta rodando por la ladera.

“Solo sígueme” le hago caso y por un lado hay una especie de 'escaleras', bueno, algo es algo.

Bajamos, él dando saltos descuidados, se nota que ya ha hecho eso muchas veces, me pregunto a cuantas chicas habrá traído aquí, ese pensamiento hace que por un momento pare de caminar y sienta rabia y pena de mi misma, pero sigo caminando, este chico no es nada ni nadie para mí, con cuantas chicas haya estado en ese lugar no es asunto mío, espero que no esté pensando en hacer conmigo lo que haya hecho con el resto porque lo va a tener crudo.

Cuando quiero darme cuenta estoy a punto de mojarme los pies con el agua, mis propios pensamientos me han distraído demasiado, me doy la vuelta y ahí está Zayn mirándome curioso.

“¿Qué?” le miro por una milésima de segundo y devuelvo la mirada a mis pies, me alejo del agua y me siento en la arena.

“Nada” se gira mirando al mar “Por poco te metes en el agua sin darte cuenta” esboza una sonrisa.

“Estaba pensando” juego con la arena, está caliente.

“Importante tiene que ser en lo que piensas para que actúes sin querer así” me mira, levanto la mirada de la arena y le miro “Ahora sujétame esto” me tira su camiseta, se quita los zapatos y mete los calcetines dentro “Y esto” me lanza el pantalón y corre hacia el agua.

Cierro los ojos, me molesta el sol, en mi mente tengo la imagen de su cuerpo moreno y perfecto, agito la cabeza como si la idea pudiese salir disparada.

Pongo su ropa bajo mi cabeza y me tumbo, es reconfortante sentir el sol sobre la piel, pena que no tenga el bikini, aunque no hay nadie en esa zona por lo que me quito la camiseta, llevo un sujetador negro, con los shorts negros da el pego de bikini, me tumbo sobre la arena y cierro los ojos. 

El sol comienza a molestarme en la cara, me siento y abro los ojos, veo a Zayn acercarse, se sacude el pelo, parece un modelo, se nota que va a gimnasio, tiene el cuerpo perfectamente esculpido y con el agua... quito la mirada de su cuerpo, no quiero que se dé cuente de que le estoy estudiando a fondo, llega hasta mi lado y se sienta.

“Bonito sujetador”  le miro y sonríe mirando al agua.

“Bonita observación” en verdad me da igual.

“Y bonitas piernas” posa su mano sobre mi muslo, le miro y me mira, el corazón empieza a latirme más rápido de lo normal.

“Quita la mano” no le aparto, solo le miro esperando a que me haga caso.

“¿Y si no quiero?” me reta y aprieta su mano sobre mi pierna.

“La quito yo” agarro su mano.

Cuando voy a apartar la suya me agarra esa mano con la que tiene libre y me tumba sobre la arena, él se coloca encima apoyando las rodillas en el suelo a ambos lados de mi cintura, levantando mis brazos por encima de mi cabeza.

“No empieces”  digo con palabras entrecortadas.

“¿Por qué?” se inclina más hacia mi “¿Qué problema hay?”

“Que no quiero que te acerques” no tengo escusa, solo me pone nerviosa, demasiado nerviosa “No vas a hacer conmigo lo que haces con las otras chicas que te traes aquí.”

“Te equivocas” se vuelve a sentar como antes y yo hago lo mismo “no traigo a chicas aquí” mira al suelo y aprieta la mandíbula, creo que dice la verdad.

“Donde sea, yo no voy a... en fin” no es muy agradable hablar de eso con un chico al que no conozco.

“¿Sexo? ¿A eso te refieres?” me mira, noto su mirada sobre mí, parece divertido.

“Bueno... yo...” noto como se me enrojecen las mejillas, bajo la cabeza.

“Pero si te estás poniendo roja” aparta el pelo que me tapa la cara.

“Quita” aparto su mano y me levanto con la camiseta en la mano, me la pongo y me alejo, sorprendentemente tengo la ropa seca.

“Espera, espera” me sigue de cerca “¿Te sientes incómoda hablando de sexo conmigo?”

“Qué más da eso, deja el tema ya” me está poniendo nerviosa.

“¿Por qué?” me agarra del brazo y me gira quedando cara a cara.

“¿Por qué, qué?” le miro, me está mirando de una forma distinta a como me miraba antes, el marrón de sus ojos se ha oscurecido.

“¿Por qué te molesta hablar de sexo?” se acerca más a mi “¿Acaso eres virgen?”

“A ti que más te da” nada más abrir la boca me doy cuenta de que me ha pillado, mi expresión me ha delatado.

Estaba esperando a que empezase a reírse o a meterse conmigo por el hecho de haberse enterado de que aún soy virgen, pero no, levanto la cabeza para ver que pasa y simplemente está ahí, de pie delante de mi como antes, su mirada se ha suavizado, le miro inexpresiva, no sé qué está pasando por su cabeza en estos momentos y me intriga saberlo pero ni se mueve ni dice nada y me resulta difícil quedarme quieta, voy a darme la vuelta cuando me sujeta por el brazo obligándome a mirarle otra vez.

“¿Qué quieres?” digo seca.

No contesta, solo suelta mi brazo y lleva su mano hasta mi espalda acercándome a él, mi cabeza me dice que me aleje, que no es una buena idea, es un constante 'Nat peligro, peligro, peligro' pero mi cuerpo no responde simplemente me dejo guiar.

Me acerca a él hasta que nuestros pechos se rozan al ritmo de nuestras respiraciones, baja su cabeza hasta pegar su frente a la mía, hasta el momento he tenido los brazos rígidos sin movimiento a ambos lados de mi cuerpo, subo ambas manos hasta posarlas en su pecho, sigue sin camiseta, observo su torso durante unos segundos hasta que lleva una de sus manos hasta mi barbilla y me levanta la mirada hasta que se encuentra con la suya, por un momento me pongo nerviosa, el ambiente ha cambiado de repente, se siente cargado.

Lleva sus manos hasta mis caderas pegándolas a las suyas, clavando sus dedos sobre mi piel, cada vez siento más calor y juraría que no es por el sol, paso mis brazos por detrás de su cuello y enredo los dedos en su pelo, me muerdo el labio inferior inconscientemente y puedo ver como al observar aquello él pasa la lengua por sus labios dejándolos brillantes ante el contacto con la saliva, me pongo de puntillas para que no tenga que agachar más la cabeza y nuestras bocas quedan y tan solo milímetros, estamos respirando el mismo aire, pasa de una boca a otra, roza sus labios con los míos y justo cuando creo que va a besarme se separa dejándome con ganas de más, gruño y ríe, tiro de su pelo acercándole más a mí y al fin choca sus labios contra los míos, es un toque fuerte pero suave a la vez, juega con mi labio inferior, lo besa para después hacer lo mismo con el superior hasta que noto su lengua rozando mis labios, entreabro la boca y su lengua entra buscando la mía, es como una lucha, ambos sonreímos, le muerdo la lengua aposta, aprieta más mis caderas contra las suyas y gruñe sonoramente, separamos nuestras bocas en busca de aire y abro los ojos, él aún los tiene cerrados.

Me separo unos centímetros hasta que noto como esconde la cabeza en el hueco de mi cuello, respirando hondo, dejando caer su cálida y algo acelerada respiración sobre mi piel.

FASTERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora