Capítulo 38. 'Don't touch me'.

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Sentí como comenzaba a despertarme, me dolía básicamente todo el cuerpo. Pestañeé varias veces intentando descubrir donde estaba, apenas había luz, ¿Dónde diablos estoy metida? 

Pasaron unos minutos en los que me dediqué a mirar a mi alrededor intentando moverme, cosa que no podía hacer. Pasado un rato me di cuenta de que no conocía ese lugar.

El pánico se apoderó de mi, no conseguía recordar donde estaba ni porque había llegado hasta allí. Empecé a patalear intentando soltarme o al menos moverme lo más mínimo pero no había manera, al tratar de mover las manos me di cuenta de que me era imposible, estaba... ¿Atada a una silla?

Intenté relajarme para poder pensar, según iba recordando el pánico volvía a llegar a mí, el pub, Zayn, Daniel, yo en la barra, un chico sacándome de allí y...

Mierda. 

Daniel, ese hijo de puta estaba detrás de todo esto.

Volví a tratar de soltarme pero todo lo que conseguí fue rasgarme la piel de mis muñecas con las cuerdas que las rodeaban. Gemí en voz baja por el dolor y me maldije por mi estupidez.

Alguna manera tenía que haber de poder salir de allí.

Tenía que salir de ahí cuanto antes. Dios sabe quien son en realidad esos y lo que planean hacer conmigo. Que a todo esto. ¿Por qué narices me han cogido a mí? No me meto en problemas y no me relaciono con gente extraña, esto tiene poco sentido.

Ya más acostumbrada a la poca luz del lugar miré a mi alrededor escaneando el sitio con la esperanza de encontrar algo que me sirviese para poder salir de allí cuando una puerta comenzó a chirriar, señal de que alguien iba a entrar, no me dio tiempo a pensar que decir ni que hacer cuando la puerta se abrió de par en par.

Tenía la mirada fija en el suelo a mis pies, escuché pasos y me atreví a levantar la cabeza para ver a el gilipollas de Daniel siguiendo a un chico el cual me sonaba y acompañados por otro más.

“Mirad lo que tenemos aquí, ¿Esta no es la chica de Malik?” dijo una de las voces en tono burlón, me sonaba muy familiar.

¿Desde cuándo ese apodo? ¿Qué tenía que ver esto con él? ¿Y con Daniel? De seguro fue Daniel el que les dijo que... ¿Pero qué les dijo? Yo misma le dije que no tenía nada que ver con Zayn.

“No soy la chica de nadie, gracias” hablé con desdén intentando esconder el nerviosismo de mis palabras.

Intenté sonar lo más convincente posible dado que estaba por comenzar a llorar, estas cosas a mi no me pasan, solo pasan en las películas joder.

No podía dejarles ver mi miedo, son como los perros que lo huelen, si te ven débil van a por ti. O al menos eso dicen en los documentales.

“No hace falta que intentes ocultarnos, Daniel nos ha confirmado que estás relacionada con él” rió entre dientes mirando a Daniel.

“Sí sweety, no puedes ocultarlo, yo misma os vi” sus sonrisas cada vez eran más amplias y mi seguridad más pequeña.

“No sé de que hablas” susurré.

De ninguna manera iba a decirles nada, no sabía que querían y aunque lo supiese no iba a dárselo.

“¿Sabes?” dijo acercándose a mí “Si colaboras todo eso va a ser más fácil.”

Fruncí el ceño en señal de no estar enterándome de nada.

“Entiende esto, vamos a conseguir lo que queremos, por las buenas o por las malas, si ayudas todo irá mejor para ti, si no... entonces vas a sufrir un poco nena” susurró hasta quedar parado frente a mí y levantarme la barbilla para que le mirase.

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