Capítulo 35. 'Monday night'.

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Listas, estábamos listas para salir por la puerta cuando nos dimos cuenta de que íbamos con lo puesto, ninguna nos habíamos acordado de coger ni la más mínima prenda de abrigo. Subimos todas de nuevo arriba riendo de lo tontas que podíamos llegar a ser, abrí la maleta buscando algo cuando vi la cazadora de Zayn, ¿En qué momento la había guardado? Cogí la mía propia de cuero y cuando iba a salir por la puerta para bajar las escaleras me di la vuelta y cogí la suya también, seguro iba a estar allí, mejor se la daba de una vez y me dejaba de problemas tontos.

Pedimos un taxi, suerte que Andrea se acordó de que lo pidiésemos de siete plazas o una se habría tenido que quedar fuera. Entre las cinco apenas costó nada y el taxista dijo que aquella calle no quedaba muy lejos por lo que nos sentamos en silencio sin apenas decir nada, estaba bastante claro que cada una iba pensando en un 'algo' que nos tenía un poco fuera de lugar.

Al cabo de unos quince minutos llegamos, pagamos entre todas, nos llevó un rato el conseguirlo con tanta monedita y el taxista acabó riendo de nuestra falta de coordinación.

Nos echamos un vistazo unas a otras diciéndonos lo putas que éramos y lo preciosas que íbamos unas a otras, supongo que es lo normal. 

Nos acercamos a la puerta a paso rápido, en la calle hacía frío y eso que yo llevaba puesta extra la chaqueta de Zayn. En la puerta había un hombre que mediría casi dos metros, era demasiado enorme, daba miedo, a su lado estaba un sonriente y feliz Louis, nos acercamos y le dijo algo al oigo y el hombre nos dejó pasar, yo me aparté un poco al pasar por su lado, realmente era un poco siniestro aquel hombre.

Seguimos a Louis hacia dentro y luego giramos a la derecha, era enorme, en el centro había una pista de baile gigante, cuando digo gigante es porque de verdad era muy grande. A la derecha estaba la barra, y valla barra, ocupaba casi todo ese lado a lo largo, tenían que tener muchos camareros, dos o tres no iban a dar abasto con todo, a la izquierda había una zona con montones de mesas con sofás, aquello era perfecto, estaba bastante lleno para ser las doce y pico de la noche, el ambiente era perfecto y la luz estaba ajustada en su punto, ni demasiado tenue ni brillante.

“Bueno que” habló Louis una vez estábamos sentadas todas, él seguía de pie, tenía que hablar a gritos “voy a por algo de beber, ¿¡Qué queréis!?” se inclinó sobre la mesa para escucharnos mejor.

“¡Trae algo para nosotros también Tommo!” Liam, Niall, Harry y Zayn aparecieron por detrás.

“¡Sorpréndenos!” contestó Belén por todas sonriendo.

“Veréis” gesticuló Louis con la boca a la vez que nos guiñaba un ojo y se perdía entre la gente con dirección a la barra.

Los chicos se acercaron a nosotras y se sentaron en nuestra mesa en el banco de enfrente, yo estaba en un extremo y mi alivio estaba por concurrirse al ver que Zayn pasaba a sentarse al fondo cuando se apartó y dejó pasar a los demás para sentarse justo delante de mí. Le miré frunciendo el ceño y sonrió apoyando la lengua sobre los dientes, cuando sonríe así parece hasta bueno. Aparté la mirada y me centré en la conversación que mantenían los demás.

A los pocos minutos llegó Louis seguido por un camarero con dos bandejas enormes, en una traía montones de chupitos de colores y en otra enormes vasos bien cargados de alcohol, esa noche no íbamos a salir en condiciones de allí. El camarero se fue y Louis se sentó haciéndome el favor de apartar a Zayn de mi vista, comenzamos a beber los chupitos mientras brindábamos por gilipolleces, cual más tonta que la anterior, pero no podíamos parar de reír ninguno, incluso Zayn reía a carcajadas, era un tanto desconcertante su buen humor aquella noche.

Habíamos acabado las dos bandejas ya, el alcohol afectaba a unos más que a otros, pedimos otra ronda de lo que fuese aquello pero antes de que lo trajesen el chachi pistachi de Harry tuvo la genial idea de salir a bailar, y lo digo así porque habría sido bien salir a bailar un rato, pero no cuando íbamos todos, y cuando digo todos hablo de los diez allí presentes. Soltamos los abrigos y los dejamos en los asientos.

Caminamos hacia el centro de la pista mezclándonos con la gente, enseguida hicimos como una especie de círculo, era incómodo ver a Zayn ahí de pie mirándome, me di la vuelta y me alejé unos metros hasta haberles perdido de vista, no me di cuenta de que estaba bailando hasta que alguien se puso detrás de mi posando las manos en mis caderas y moviéndose a mi ritmo, me asusté y di un salto separándome y dándome la vuelta para verle la cara, sorprendentemente era guapo, bastante, alto, rubio y con sonrisa despampanante, el color de sus ojos lo dejo en incógnita porque con aquella iluminación imposible descifrarlo, sonreí más tranquila y se acercó dando una sola zancada, paró delante de mi y se agachó hacia mí.

“¡Soy Daniel!” me gritó en el oído, gracias a la música lo escuché a volumen normal.

Se echó hacia atrás tendiéndome la mano y esperando con una sonrisa, me reí sin querer, maldito alcohol, ha de estar pensando que soy retrasada.

“¡Nat!” grité mientras le estrechaba la mano.

Sonrió, se le achinaron los ojos. Soltó mi mano e hizo un movimiento extraño con la cabeza y se volvió a acercar a mí, empezando a bailar, le seguí inconscientemente los movimientos, bailamos varias canciones, no sabría decir cuántas. Comenzó a sonar 'Diamonds' y se puso detrás de mí como al principio siguiendo mis lentos movimientos, he de decir que era muy relajante y diría placentero pero creo que puede llevar a malos pensamientos y no hablo de esa clase de placer. Según avanzaba la canción acabó rodeando mi cintura por completo con sus brazos, y valla brazos, por lo que podía notarse así músculos no le faltaban. Mi espalda pegada a su pecho, seguíamos bailando sin importar el resto, dejé caer mi cabeza hacia atrás, me había mareado ligeramente pero no dije nada, cerré los ojos y dejé que mi cuerpo siguiese moviéndose solo.

Cuando acabó la canción me di la vuelta y dejó caer su frente chocándola con la mía, sonreí mirando al suelo rezando porque no notase el color en mis mejillas, devolví la mirada a sus ojos y entonces los vi, eran marrones, de un marrón miel precioso, hipnotizarte. Estaba embobada mirándole cuando de repente se alejó de mÍ de un ¿Tirón? Parpadeé varias veces para ver como Zayn le gritaba no sé qué cosa y el chico se iba dedicándome una última mirada de 'lo siento'.

El fuego empezó a correr por mis venas hirviendo mi sangre, ¿Pero qué coño hace? ¿Quién narices se cree que es para hacer eso?

Caminé hacia él echa una furia, me esperaba mirándome casi con la misma cara que había de estar llevando yo en ese momento, le encaré y cuando iba a ponerme a gritarle como una energúmena por su estúpido comportamiento de niño inmaduro me agarró del cuello y estampó sus labios contra los míos. Apoyé las manos sobre sus hombros empujándole sin resultado, deslizó sus manos hasta mi espalda baja y acercó mi cuerpo al suyo hasta pegarlos. 

Me cansé de pelear contra él y me enfoqué en el sabor de sus besos, tabaco y vodka, en otra ocasión quizá me habría sido desagradable pero en ese momento era completamente delicioso. Delineó mi labio inferior con la punta de su lengua y cuando estaba empezando a abrir la boca empujó su lengua con fuerza chocándola con la mía, me hizo gracia su creciente desesperación y no pude evitar soltar una carcajada que interrumpió el contacto de nuestros labios.

“¿Qué?” me miró elevando una ceja elevando las comisuras de los labios.

Seguíamos exactamente igual que antes pero sin besarnos, bailando lentamente sin importar el ritmo de la música, creo que ni siquiera la escuchaba en ese momento. 

“Nada” reí otra vez.

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