Capítulo 32. 'Working? I don't think so'.

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Caminé hasta casa pesadamente, preferí ir sola ya que tenía prisa por llegar y ver a mis padres para que me contasen qué tal fue todo y yendo con ellas iba a ir demasiado lenta, además de que de seguro iban a ir hablando sobre lo que iban a hacer esta tarde y a mi no me apetecía tener que escuchar lo bien que se lo iban a pasar y contrastarlo con la tarde que me esperaba con Zayn el bipolar de turno. 

Llegué a casa un poco antes de lo que pensaba dado que me perdí entre mis pensamientos, mis padres ya habían llegado, me dijeron que todo estaba bien, habían arreglado los papeles y me esperaban para comer, tuve que decirles que luego iba a venir Zayn porque estaba segura de que si mi madre no sabía que venía a hacer el trabajo ese de mierda y le veía plantado frente a la puerta le iba a echar asustada pensando que venía a dios sabe qué aunque es un poco normal, todo vestido de negro y de cuero, con esa mirada que te deja congelada en el sitio... los tatuajes y ya no hablemos de la moto que de seguro iba a estar aparcada detrás de él, definitivamente mi madre necesitaba saber que venía conmigo.

Al igual seguro que iba a estar asustada y toda la tarde pendiente de nosotros. Me hacía gracia el hecho de imaginarme a mi madre tras la puerta escuchando y entrando a la habitación constantemente con cualquier escusa con el fin de ver que estábamos haciendo.

“Me subo a mi cuarto a hacer los deberes, cuando llegue dile que suba” le dije a mi madre antes de subir las escaleras.

“¿Segura que solo viene a hacer un trabajo?” gritó desde abajo.

“Que sí mamá, ¿Qué más podría venir a hacer?” bajé las escaleras de nuevo para poder contestarle.

“Pues no sé pero... ¿Es aquel con el que te vi la otra vez?” mierda, si le digo que sí va a pensar mal pero no le puedo mentir porque luego le va a ver.

“Sí y es mi compañero de clase” rodé los ojos esperando que se cansase de hablar de esto.

“La otra vez casi te besa” lo dijo tan pancha, si supieses que ya lo ha hecho un par de veces...

“Agh mamá déjalo, solo dile que suba.”

Subí corriendo y cerré la puerta tras de mí con un portazo sonoro para que mi madre dejase el tema que me estaba poniendo nerviosa.

Abrí la mochila y saqué los libros pretendiendo hacer algo pero no teníamos nada más que hacer que el dichoso trabajo de historia por lo que saqué el portátil y me senté en la cama empezando a buscar información, al cabo de una media hora me dolía la espalda y acabé tumbada frente al portátil. No sé en qué momento me entró un sueño horrible así que bajé la pantalla y me coloqué cómodamente en la cama para dormir un rato, esperé escasos minutos hasta que el sueño me venció.

Un flash me deslumbró y abrí los ojos de repente, intenté incorporarme en la cama pero mi intento fue fallido y caí hacia atrás mareada por el movimiento brusco. Escuché una risa y parpadeé varias veces para poder ver de quien o donde procedía.

Zayn estaba de pie frente a la cama con el móvil en la mano y una sonrisa en la cara, me miraba divertido, puse mala cara y me levanté para ir directa al espejo, la cara de dormida era evidente.

“¿Se puede saber que hacías con el móvil?” pregunté mirándole con los brazos en jarras.

“Hacerte una foto” sonrió y se sentó en la cama cogiendo el portátil.

“Umh... ¿Y para qué narices me haces una foto mientras duermo?” le quité el portátil de las manos y me senté en el otro extremo de la cama.

“No sé” se elevó de hombros y se quedó mirándome, me puse nerviosa y tuve que bajar la mirada.

“Como sea, bórrala y vamos a hacer esto” reinicié de nuevo el portátil y me levanté para coger papel y boli del escritorio.

“No quiero borrarla, sales... sales bien” hablaba detrás de mí, suerte que le estaba dando la espalda porque segura estaba de que me había puesto roja.

¿Por qué tengo que reaccionar así frente a él? Cualquier palabra, mirada, gesto o roce hace que mi cuerpo reaccione de una manera que no debería, tendría que tenerle asco por ser tan imbécil.

“Mira yo no creo que...”

“¿Qué no crees?” susurró contra mi cuello desde detrás de mí.

¿En qué momento se ha movido hasta llegar a mí que no me he dado cuenta?

“Na...nada” tartamudeé sin querer.

“Hueles bien” su aliento chocaba contra mi cuello, se me puso la piel de gallina.

“Tenemos que hacer el trabajo” agarré los folios del escritorio pero rodeó mi cintura con una mano y con la otra se encargó de hacer que soltase los papeles.

“Quizá luego, ahora...” besó mi cuello y me estremecí.

Giré el cuello involuntariamente, o voluntariamente, ya no sé, para dejar más espacio a su boca sobre mi piel. Enroscó más los brazos en mi cintura y mordió el lóbulo de mi oreja haciéndome soltar un gemido que intenté reprimir mordiéndome el labio inferior.

Me soltó y me hizo girar quedando cara a cara, le miré a los ojos, tenía los ojos entrecerrados y me miraba serio, no me atrevía a decir nada ni a moverme, la manera en la que me miraba me dejaba paralizaba.

Avanzó hacia mí el medio metro que nos separaba y yo di un paso hacia atrás chocando mi espalda contra el escritorio, tragué saliva y miré hacia la cama y luego le miré a él otra vez. Se puso a mi altura con tan solo dar un paso y eché mi cuerpo hacia atrás, él se echó hacia delante apoyando ambas manos sobre el escritorio, pasó una mano por mi cuello y tiró de mi pelo hacia atrás haciéndome inclinar más la cabeza, besó mi barbilla y bajó con sus besos por mi pecho y seguidamente volvió a subir empujando mi cabeza hacia delante hasta chocar sus labios contra los míos.

Enrosqué los brazos tras su cuello y tiré de su pelo, me apretó contra el escritorio e instintivamente di un pequeño salto y me subí a este, le mordí el labio inferior y dejó salir un grave gemido de su garganta, me aparté de su boca buscando oxígeno y bajó las manos hasta mis piernas separándolas y colocándose entre estas, pasó un brazo por detrás de mi cintura y tiró de mi hacia su cuerpo, se acercó a mí boca peligrosamente pero cambió la dirección y estampó sus labios en mi cuello, se paseó por este lamiendo y mordiendo haciéndome gemir constantemente, quité las manos de su cuello y las enganché en su cazadora bajándosela por los brazos y tirándola hacia un lado de la habitación, volví a agarrar su pelo haciendo que torciese la cabeza hacia un lado dejándome su cuello libre, pasé la punta de la nariz por este varias veces y cuando estaba 'relajado' clavé los dientes y estiré de la piel hacia mí, levantó mis piernas enroscándolas en su cintura y caminó hacia atrás hasta caer en la cama, caí sobre él y apoyé las rodillas a ambos lados de su cintura para no sentarme sobre su entrepierna ya abultada, me regaló una mirada llena de lujuria y sujetó mis caderas haciéndolas bajar hasta que quedé sentada sobre él, su erección rozaba mi entrepierna y cada vez hacía más calor, me incliné hacia delante para besarle y al crear fricción con el movimiento gimió otra vez tirando de mi hacia abajo, apoyé las manos en su pecho y me incliné una vez más para pellizcar su labio inferior con mis dientes, tiré de este hacia mí y lo solté en seco, antes de que reaccionase lo volví a atrapar entre mis labios jugando un rato, era muy suave y ya estaba hinchado.

Alejó su boca de la mía para llevarla hasta mi oído y susurrarme un 'mí turno'. Me agarró de la cintura y rodamos en la cama hasta quedar yo debajo de él, separó mis piernas con sus rodillas y enganchó el final de mi camiseta con sus manos levantándola despacio mientras comenzaba a besar mi vientre haciendo que yo arquease la espalda.

 “¿Hija? ¿Necesitáis algo?” unos golpecitos en la puerta hicieron que rápidamente nos levantásemos y nos acomodásemos la ropa.

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