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Dado que Ji Min prácticamente se vio obligado a ser el organizador de la estúpida fiesta de aniversario de la escuela, se sentó en su escritorio y sacó unas hojas en blanco para anotar algunas ideas sobre qué era lo que podía hacer.

No estaba seguro qué había en fiestas de ese tipo; no era un trabajo para él, la verdad.

Mordió el extremo de su bolígrafo y miró alrededor de su cuarto, pensando algo interesante que escribir. Pero le era imposible pensar con claridad porque alguien estaba haciendo ruido muy cerca de él. Concretamente, Yoon Gi.

El peli grisáceo estaba sentado sobre la mesa del escritorio. Le había agarrado sus auriculares y conectado a un celular que no tenía idea de dónde lo había sacado. Estaba escuchando música a un volumen exagerado. Era un ruido intenso de guitarra, batería y se oían gritos guturales.


—Baja el volumen de eso—le dijo, volteándose a mirarlo. Pero fue ignorado—¡Yoon Gi!


—¿Mmm...?—se quitó un auricular, con el ceño fruncido—¿Qué mierda quieres?


—Me molestas, vete a escuchar heavy metal a otro lado.


Ji Min volvió la vista a su papel y anotó la palabra "música". Era obvio que en una fiesta, ceremonia o lo que fuere no podía faltar algo tan esencial. El problema de eso era qué tipo de música utilizar.


—Vaya, veo que estás trabajando—Yoon Gi se inclinó para mirar el papel y la palabra que destacaba en tinta negra—Déjame darte consejos, he estado en muchas fiestas.


—No creo que tus consejos me vayan a ser útiles—lo miró de reojo— Esto no es una fiesta como a las que seguramente has ido.


—¿Y tú qué sabes a qué clase de fiestas he ido, Ji Min? —apoyó su mentó sobre el hombro del pelinegro y le sonrió—He ido a muchos lugares elegantes, de etiqueta, aunque no te lo parezca.


Cada vez que las palabras salían de la boca de Yoon Gi, su aliento le recorría el costado, chocando con su piel y eso, lo ponía nervioso. Sentía que a cada momento del día lo único que hacía era provocarlo.

Movió su hombro bruscamente para que se alejara de él y el peli grisáceo, al ser apartado, se quedó mirándolo con esa estúpida sonrisa de diversión.


—¿Ahora no quieres que te toque?


—Aléjate de mí, me desconcentras.


Yoon Gi soltó una carcajada y se volvió a sentar en la mesa, sin importarle nada. Le arrebató el bolígrafo al pelinegro de las manos y agarró el papel, apoyándolo sobre un cuaderno para poder escribir.


—Dame eso—le exigió Ji Min, extendiendo su mano.


—Estoy escribiendo, no seas maleducado.


Después de anotar varias palabras, el peli grisáceo volvió a dejar el papel sobre la mesa, ahora a la vista de Ji Min. Éste se acercó a ver qué era lo que había escrito. Se fascinó al ver la buena y hermosa caligrafía que tenía.

Haciendo un pacto con el Diablo +18 [Parte 1] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora