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—Así que...—lo miró Ho Seok seriamente—¿Min Yoon Gi? Se suponía que iba a venir un extranjero, pero tu nombre es coreano.


—¡Es verdad! —dijo Tae, moviendo su dedo señalando al peli grisáceo—¿Naciste aquí?


—Diste en el clavo—rio Yoon Gi, encogiéndose de hombros—Aunque me marché a Estados Unidos cuando eran un niño, pero nunca perdí mi acento.


—¡Wow, amazing! —gritó Tae en un horrible inglés que hizo a Yoon Gi carcajearse.


Mientras esos dos hablaban, Ho Seok tenía la mirada seria, como si odiase a Yoon Gi. Sólo seguía comiendo sus bolas de arroz en silencio, ignorándolo. Y Jung Kook estaba callado, casi agazapado al lado del peli grisáceo. Comía a pequeños bocados y un tanto tímido, escondiendo su rostro cuando iba a tomar un poco de comida con los palillos.

Ji Min en cambio tenía el corazón a mil, movía sus ojos de un lado a otro nervioso. Estaba más preocupado por las reacciones de Ho Seok que por el mismo Yoon Gi y lo que fuera que intentara hacer.


—Jeon Jung Kook...—dijo el peli gris haciendo que todos lo miraran, incluido el nombrado, quien levantó la cabeza de golpe y abrió sus ojos.


—¿S-sí? —tartamudeó sin mirarlo.


—¿Nunca pensaste en hacer un pacto con el Diablo?


Todos alzaron sus cejas y abrieron sus ojos como platos. Jung Kook no comprendía por qué le preguntaba algo así, era muy raro. Pero aun así le contestó, negando con su cabeza.


—¿A qué viene eso...?—preguntó Ho Seok, frunciendo el entrecejo.


—Bueno—miró al chico seriamente— Ji Min me dijo lo mucho que ha sufrido, al igual que él. En ocasiones así a veces uno se plantea ciertas cosas.


—¿De qué estás hablando? —preguntó Tae sin entender nada.


Ho Seok no comprendía a dónde trataba de llegar con eso, al igual que Ji Min, quien se sintió terriblemente mal por el menor, ya que nunca había abierto la boca respecto a ese asunto. Tenía muchísimas ganas de callarle la boca a Yoon Gi.


—Esas cosas no son asunto tuyo—le dijo el pelinegro levantándose— Ji Min deberías dejar de chismosear tanto—lo miró, bastante molesto y se acercó al menor— Vamos, Kook.


Tae Hyung le dio una mirada confusa a Ji Min, pero ya que Ho Seok parecía querer marcharse, decidió seguirlo. Los tres se pararon y se prepararon para marcharse y dejar a aquellos dos solos. Pero antes de eso, Ho Seok miró a Yoon Gi con todo el desprecio que sus ojos le pudieron comunicar.


—Un gusto, Min...—dijo irónicamente y se marcharon.


Ji Min los observó irse. Estaba sintiéndose jodidamente culpable y mal por aquella situación. No quería que las únicas personas con las que tenía algo de amistad, si así se le podía llamar, se alejaran de él por culpa de su acompañante.

Haciendo un pacto con el Diablo +18 [Parte 1] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora