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las moscas están esperando

en la sombra del Valle de la Muerte.

Raja nuestras muñecas y envíanos al cielo

la primera flor después del diluvio.


Una hora antes de salir de su casa, Se Hun no había podido conseguir lo que necesitaban para poder dormir a Yoon Gi. Su madre era farmacéutica y trabajaba en un laboratorio. Tenia un cuarto que estaba bajo llave precisamente para tener todos los medicamentos y demás cosas bajo control. Pero ella no tenía idea de que su hijo sabía dónde estaban las llaves. Siempre eran guardadas en el primer cajón del escritorio de su padre , donde varias cosas importantes se dejaban ahí también, como papeles. Pero en ocasiones las dejaban en otro lado.

Era ya tarde y Se Hun suponía que sus padres estarían durmiendo. Se adentró hasta el largo pasillo camino al despacho de su padre. Por suerte estaba abierto y pudo obtener las llaves fácilmente.

No se escuchaba ningún ruido en la casa, por lo que un movimiento en falso podía despertarlos.

Llegó al cuarto e introdujo la llave con cuidado y luego la abrió lentamente ya que ésta chirriaba un poco. Encendió la luz y empezó a buscar apresurado entre todas las estanterías y cajas. Y dado que vestía una sudadera con bolsillo en el frente, podía guardarlo allí.

Estuvo unos diez o quince minutos buscando hasta que logró encontrarlo. Era un pequeño frasco con liquido inyectable, así que necesitaba de una jeringa con aguja también. Metió todo en el bolsillo y antes de salir de la escena del crimen, pensó en llevarse otro por si las moscas.


—Se Hun...—la voz de su madre lo pilló por sorpresa. Sus manos se movieron con torpeza y no pudiendo tomar otro frasco, se dio la vuelta inmediatamente —¿Qué estás haciendo? Te dije que no quería volver a verte aquí.


Se Hun tragó grueso y al ver que su madre se acercaba hacia él para ver qué era lo que se llevaba, dio un paso atrás. Sonrió nervioso y creyó que le quitaría lo que tomó. No podía dejar a Lu Han sin lo que le prometió conseguir, no quería fallarle. Además de que sabía también que estaba en peligro la vida de todos lo que fueran a aquella fiesta. Según le contó el castaño, Yoon Gi tenía dentro un demonio al que le gustaba provocar problemas por medio de pleitos, discusiones...


—¿Qué tienes ahí? Dámelo ahora mismo—le exigió la mujer.


—No tengo nada.


Su madre no era para nada ingenua, ni tampoco se dejaría llevar por esa cara de fingida inocencia de su hijo. Lo forzaría a que le devolviera lo que robó. Forcejó con él hasta que logró meter la mano en el bolsillo y sacar un pequeño frasquito. Lo observó con el ceño fruncido y, luego, le sacó la jeringa de las manos.


—¿Qué es lo que pensabas hacer con esto Oh Se Hun?—lo regañó, casi gritándole—¿En qué andas metido?


—Mamá...—Se Hun trató de inventar una excusa cualquiera que no pareciera tan descabellada, pero con su madre no iba a ser nada fácil—Lo necesito, por favor, es urgente.


—¿Estás loco? No pienso dejar que te vayas con esto, por Dios, ¿qué es lo que harás?

Haciendo un pacto con el Diablo +18 [Parte 1] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora