•Uno•

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-Profesor Styles, no me parece justo que me haya sacado un cuatro en el examen de matemáticas.- dice el chico rubio de ojos verdes, se llamaba Evan.

-Lo siento, Smith. Pero tu calificación es muy justa, debes estudiar más.- le responde Louis mirando a su alumno a los ojos, eran bonitos, como los de su esposo.

Sonrió de forma socarrona -Yo no quiero estudiar, profesor.- se le acercó peligrosamente -¿No podríamos arreglarlo de otra forma?-

Louis rodó los ojos, otra vez, Evan Smith era quizás su alumno más guapo, y se mentiría diciendo que nunca ha fantaseado con esos labios carnosos que poseía, pero Louis era muy ético en su trabajo, y los alumnos estaban totalmente prohibidos. Además, estaba casado.

-Joven Smith, le sugiero que deje sus insinuaciones para sus demás compañeros.- dice -Me parece una total falta de respeto de su parte.-

El joven bufó -Bien, pero aquí estaré profesor, sólo llámeme.- le guiñó el ojo.

El castaño rodó los ojos. Era duro tratar con adolescentes de dieciséis y diecisiete años.





Muy luego del trabajo, ya en su casa, Louis se encontraba aburrido y solitario, como siempre. No iba a limpiar, ya Harry se había encargado de hacerlo, tampoco iba a ver televisión, estaba realmente harto de ella, no iba a corregir algunos exámenes, ya lo había hecho. Jesús ¿En qué momento su vida se volvió una aburrida rutina?

Miró la hora, eran las seis de la tarde y pronto sería la hora de la cena, no iba a preparar nada, no tenía hambre y seguro que Harry comería algo en el trabajo. Después de todo, salía a altas horas de la madrugada casi siempre.

Veía mucho más tiempo a sus alumnos que a su esposo, se decía a sí mismo que ya estaba acostumbrado, pero muy en el fondo, su ausencia todavía le afectaba.



-¡Ese maldito diseño debiste enviarlo hace dos días, Tessa!- exclama el hombre de ojos verdes casi arrancándose los pelos por el estrés.

-¡Lo siento, señor Styles! Pero lamentablemente Frida está enferma y ella es la que sabe controlar la paquetería, nada ha salido ni ha entrado en toda esta semana.- explica realmente apenada la joven castaña.

Suspiró pesadamente tratando de calmarse -Por estas mierdas prefiero enviar todos los proyectos y diseños en digital.- habló más para sí mismo que para Tessa -Maldito viejo, se quedó en los años cincuenta.- bufó.

-Señor Styles, no haga rabietas, es malo para su salud.- recomienda la joven -Mejor le traigo un té de manzanilla de la Casa del Té de Yorkshire.- sonríe cálidamente ha su jefe.

-Mi té favorito.- Harry le devuelve la sonrisa -Eres la mejor.-

Tessa sólo se sonrojó por aquel cumplido de su jefe y después de un asentimiento fue por el té de este mismo. Harry adoraba a esa niña de tan sólo veintidós años, era una trabajadora muy dedicada y siempre estaba al pendiente de todas las cosas que ocurrían en aquella compañía. El de ojos verdes la veía como una hermana menor.

Cuando volvió, le dedicó una sonrisa y le dio las gracias para luego probar su té bien caliente, como a él le gustaba. Suspiró, tendría que quedarse hasta tarde otra vez, probablemente Louis lo espere con cara de pocos amigos o simplemente dormido, pero Harry no se daba tiempo de pensar en esas cosas, él sólo pensaba en su trabajo para poder tener una linda casa, pagar las cuentas, mimar un poco a su esposo y a sí mismo. Louis debía entender.




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¡Hola! La verdad es que jejeje no había actualizado esta historia porque no sabía muy bien cómo empezarla, escribí como diez veces esto jajajajajajaja, quiero que los capítulos sean cortos y trataré de hacerlos así. Espero que les guste, linduras.

Besos rellenos de chocolate Hershey.

- Fer xx

Expediente #505: Un matrimonio fallido [Larry Stylinson]  {{TERMINADA}}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora