6 años después
Las cosas cambiaron radicalmente en su vida luego de que se divorció. Dejó Londres y decidió mudarse a una pequeña casa ubicada en Nueva Jersey, sí, al otro lado del mundo. Pero es que Londres le traía tantos recuerdos tristes de su pasado feliz, él sólo quería seguir adelante.
Lo último que supo de Harry fue en un periódico local, hace un par de años, al parecer ahora tenía su propia empresa, estaba tan orgulloso de él, ojalá le vaya muy bien.
Ahora Louis tenía una pequeña librería muy cerca de su nuevo hogar, había decidido dejar la educación por lo menos por un tiempo. Aún tiene tanto temor de esos pequeños demonios llamados estudiantes.
Cuando por fin se fue de Inglaterra, unos cinco meses después de haberse instalado en su casa en los suburbios, recibió un correo electrónico por parte de aquel joven que le había desgraciado la vida. Y todo por un capricho. Qué tristeza.
De:
Para:
Asunto: lo siento.
Buenas noches profesor Louis.
Sé que no hay palabras para lo que yo he causado en su vida. Sólo quiero decirle que lo siento, de todo corazón, pido unas disculpas. He arruinado su vida y todo por un capricho mío, me siento tan arrepentido, no hay forma de compensar lo que hice. Quizás en este momento me odie, y eso está bien, porque fui un jodido idiota de mierda que la jodió sólo porque tenía un crush con su profesor de matemáticas. Pero es que usted me gustaba tanto, y no supe controlarme. He visto que su esposo le ha dejado, y no sabe cuanto lo lamento, incluso he enviado un correo a la dirección de él para hacerle saber que usted no tiene la culpa, no ha respondido, pero espero que sirva de algo.
No espero que me perdone, porque sé que no merezco, pero sólo quería hacerle saber mi profundo arrepentimiento.
También quería decirle que he conocido a alguien, se llama Erick, es un hermoso chico y es mi bebé, aún cuando es dos años menor que yo, es una lindura, y fue él quien me ha alentado a escribirle este correo. Él tiene un corazón de oro y ha sabido manejar toda mi mierda.
Espero que el señor Styles recapacite y reconozca el maravilloso hombre que es usted. Y sino, pues él se lo pierde.
Con cariño y mucha culpa, Evan Smith. Xx
No respondió hasta tres meses después, cuando había dejado de sentir rencor por el muchacho. Realmente estaba feliz de que el muchacho se hubiese dado cuenta de sus errores y también le alegraba que hubiese conocido a alguien a quien quiera de verdad. Según lo último que supo de Evan, que fue hace un año y medio cuando recibió otro correo por su parte, aún estaba con Erick e iban a comprar un pequeño apartamento en París. Qué suerte tuvo el chico.
Si tan sólo él hubiese tenido la misma suerte. Le había preguntado si en algún momento Harry llegó a responderle el correo, pero este dijo que nunca había recibido respuesta por parte del hombre de ojos verdes.
Fue al consultorio de Niall un poco después de la ruptura definitiva, justo cuando estaba esperando la firma de los papeles de divorcio, estaba aterrado de ese día. Habló con Niall, y aunque él tenía que mantenerse muy objetivo al respecto, no pudo evitar sentir que de alguna manera, el rubio -no rubio- estaba juzgándole con la mirada. Al final sólo le dio unos cuantos consejos, y le dijo que tal vez en el futuro encontraría a aquel hombre especial con el que posiblemente pasaría el resto de su vida sin problemas. Aún recuerda lo que vino después de todo eso.
-Louis, ¿Recuerdas que al principio de todo este proceso les dije a ti y a Harry que hicieran una lista de las diez cosas que más amaban del otro?- preguntó Niall.
El castaño sólo asintió lentamente. Él aún no había terminado la suya, de hecho, sí lo había hecho, pero tenía como veinte cosas en ella y aún no decidía qué quería borrar y qué no.
-Bien, Harry estuvo aquí ayer.- anuncia, Louis frunce un poco el ceño -Dejó su lista conmigo.-
-Oh.- sólo alcanzó a soltar esa pequeña exclamación.
Niall rebuscó en sus cajones y rebuscó aquella hoja pulcramente doblada y luego al tenerla consigo, se la entregó aLouis.
-Léela cuando estés solo en casa.- aconseja -Mucha suerte en tu futuro, Lou. Mereces ser feliz a pesar de tus errores.-
Aquella noche, después de leer la lista de cosas que escribió Harry, no hizo más que llorar y llorar, sumamente arrepentido de todo lo que hizo mal.
Es hora de seguir adelante, se dice Louis todos los días al levantarse, pero es tan duro cuando no te puedes sacar a alguien de tu corazón. ¿Qué debería hacer?
Durante los últimos tres años probó con distintos métodos, citas a ciegas, Tinder, desconocidos que le hablaban en el supermercado diciéndole que era el hombre más bello que habían visto en sus vidas. Nada. Nadie cubría las expectativas de Louis.
Bueno, sí había alguien que las cubría todas.
Bah, no vale la pena ni siquiera hablar de eso, le ponía muy triste.
Ahora estaba Louis, paseando a Toby, su perro. Sí, aquel que había roto las revistas de Harry hace unos años. Ya no era tan enérgico como en aquella época pero aún se animaba caminar por el parque.
Estuvo en casa de Sabrina, su prima, ella vivía en Manhattan, por lo que decidió pasear a Toby en el Central Park. Allí suelen haber muchísimos turistas, y estando en invierno aún más.
Caminaba a paso lento, con algo de cansancio, porque había estado todo el día fuera, y ahora, siendo las cuatro de la tarde y sabiendo que va a tener que tomar el metro (al cual absolutamente aún no se había acostumbrado) para volver a Nueva Jersey temprano, sólo quiere sentarse en una banca. Y es justo lo que va a hacer.
Toby se sentó en el suelo, y miraba a las personas que caminaban por aquel inmenso lugar, a veces ladraba a algunos desconocidos, pero nada que con pequeño regaño no se pudiese controlar.
Distraído mientras miraba su teléfono celular, en el que, Liam, (un hombre que siempre iba a su librería y con el cual había formado una amistad casi inquebrantable) le había enviado un meme súper divertido, bueno, sólo era un meme divertido para un par de cuarentones como lo eran ellos dos, no se dio cuenta sino hasta que sintió como la correa de Toby se deslizaba por sus guantes, de que aquel perro se había ido corriendo atrás de quien sabe qué.
-¡Toby, perro loco, vuelve!- gritó mientras lo veía correr hasta una niña que comía de una bolsa de lo que parecían gomitas de ositos.
Se odia por aquella vez que le dio de esas a Toby mientras estaba ebrio.
El perro casi tumba a la pequeña niña que al parecer no pasaba los cuatro años. La niña ni siquiera sintió miedo, sólo soltó un chillido de emoción.
-¡Un perrito!- comenzó a acariciarle las orejas a Toby -¿Quieres de mis gomisos?- le preguntó, como si este le fuese a responder -Toma, perrito, toma.- y comenzó a sacar de las gomitas y las puso cerca de la boca del perro, este las devoró de inmediato.
-Toby, no vuelvas a escaparte así.- regañó Louis mientras tomaba la correa del perro -Lo siento, pequeña, de verdad.-
La pequeña le miró y sonrió, mostrando unos hermosos hoyuelos.
Louis frunció el ceño, era tan escalofriante lo que estaba presenciando. Cree que se ha vuelto un obsesionado de su ex y que por eso lo ve en cualquier parte.
-No molesta, me encantan los perritos.- dice con su tierna voz de niña -Papá no me deja tener perros.- frunce el ceño y hace un puchero.
-Oh, pues este chico se llama Toby, y puedes acariciarlo todo el tiempo que quieras, pequeña.- sonrió.
-¡Gracias, gracias, gracias!- exclama y se arrodilla para seguir abrazando a Toby, quien al parecer, también adora la idea de que la niña lo abrace.
La pequeña tenía una hermosa melena castaña con rulos, lo supo porque sobresalían los largos mechones debajo de su gorro para el invierno.
-¿Estás sola aquí?- preguntó, repentinamente preocupado.
La pequeña niega, sin verle, muy ocupada con el cachorro -Estoy con mi papi. Estamos de vacaciones.-
-Oh. ¿Y dónde está tu papi?- pregunta.
-¡Clarissa! ¿Qué te he dicho sobre caminar lejos de papi?- escuchó aquella voz.
¿Es en serio? Cree que esta vez se ha vuelto completamente loco.
Sus piernas tiemblan como gelatina y su corazón late más rápido de lo normal. No quiere mirar, pero sabe que deberá hacerlo.
-¿Louis?- era él, maldita sea, no era su imaginación.
Levantó su mirada y se encontró con aquellos ojos verdes y profundos, aquellos en los cuales se perdió más de una vez en su vida. Siente ganas de llorar.
-Harry.- susurra.
-¡Papi! Él tiene un perro súper lindo, míralo, se llama Toby.- señala al perro -Yo quiero un perrito papi, por favor.-
Harry retira la mirada de Louis y mira a la pequeña.
-Ya hemos hablado de eso, princesa.- le sonríe -Puedo comprarte un hamster si quieres.-
La pequeña frunce el ceño -Los hamsters no son divertidos.- se cruza de brazos.
-Puedes jugar con Toby ahora, si quieres.- le consuela Louis. La niña comienza a dar saltitos en su sitio.
-¿Puedo pasear con él?- pregunta a Harry, su padre.
-Mantente en mi campo de visión, ¿Sí?- Clarissa asiente frenéticamente y toma la correa del perro, comienza a caminar con él. Al parecer ambos se llevan bien.
Hubo un silencio bastante largo e incómodo. ¿Qué habría por decir?
-Es...- comienza a decir Harry -Una gran sorpresa verte, Louis.-
-Lo mismo digo, Styles.- responde.
-¿Cómo has estado?-
-Bien.- susurra -¿Tú?- mira hacia la niña -Veo que ahora eres padre.-
-He estado bien.- dice -Y sí, ahora soy padre. Una locura.-
-Es idéntica a ti, Harry.- sigue viendo como la niña juguetea con su perro -¿Cómo... cómo fue que...?-
-Estaba ebrio.- explica -Fue, algo muy loco.-
Asiente lentamente -Ya veo.- traga profundo -¿Tu estás, como, con la madre?-
Ríe ligeramente -No, no estoy con la madre. Ella...- había un deje de tristeza en sus ojos, y aún más cuando su mirada se posó en su pequeña niña -Ella sólo se fue, unos días después de que la dieran de alta de la clínica, hizo sus maletas y se fue.-
Lo miró impresionado, era increíble que aquella persona haya sido capaz de hacer eso.
-Lo siento tanto, Harry.- lo decía desde el corazón, se sentía mal por él.
-No lo sientas por mí.- suspiró -Ella no me importaba de aquella manera. Era la madre de mi hija, pero no la quería de esa manera.- explicó -Pero, Clarissa, oh, ella siempre pregunta por ella, quiere saber porqué no está con nosotros.-
-Eso es triste.- susurró -Se ve que es una hermosa niña.-
Sonríe -Me ha dado tanta felicidad, aún en mis peores momentos.- vuelve su mirada hacia Louis -Cuéntame de ti, ¿Qué has hecho?-
-Sólo, trabajar.- encoge sus hombros -Ahora vivo en Nueva Jersey.-
Asiente -Supe algo de eso.- introduce sus manos dentro de los bolsillos delanteros de sus pantalones.
-¿Ah sí?- levanta las cejas.
Asiente -Digamos, tal vez, yo, estuve buscándote en una época dada.- encoge los hombros -Sólo quería saber cómo estabas.-
-Ya veo.-
Otro silencio incómodo, casi ensordecedor, ¿Esto era lo que quedaba de aquella época?
-¿No quisieras, ya sabes... ir... a tomar un chocolate en casa?- pregunta Louis -No tiene que ser hoy, ya sabes, tu hija me ha dicho que están de vacaciones, creo que, en este invierno, es bueno, pueden ir.-
Harry vacila un poco antes de responder -Eso suena bien, creo que después de esto, Clarissa no va a querer separarse de Toby.- le sonríe -¿Tienes auto?-
Niega lentamente -Tomo el metro.-
-Supongo que puedo llevarte.- dice -He alquilado una camioneta para pasar nuestros días en Nueva York.-
-Oh, no te preocupes, es demasiada molestia.- niega repetidas veces.
-Nunca serás una molestia para mí, Lou.- sonríe, por un segundo, pero lo hace y Louis se siente tan bendecido justo ahora por tenerlo frente a él, luciendo tan bien, o quizás mejor, que como antes.
![](https://img.wattpad.com/cover/82886941-288-k892736.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Expediente #505: Un matrimonio fallido [Larry Stylinson] {{TERMINADA}}
Fiksi PenggemarDespués de diez años de matrimonio, Harry y Louis ya no son los mismos. Sus discusiones son constantes y no se soportan ni un minuto más, todo está perdido. A veces hace falta más que amor para mantener viva una relación.