Capítulo 32

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Sam despertó con la clásica melodía de su alarma. La verdad era que no había podido dormir. La cabeza se le mareaba y le dolía, como si hubiese bebido la noche anterior. Se levantó sacudiéndose y se dio una larga ducha. Iba temprano, pero pensaba pasarse por un lugar antes de ir al desayuno.

Entró al salón de lecturas que esperaba encontrar vacío como siempre a esa hora, pero un chico yacía tendido en uno de los sillones, leyendo un libro de forma poco tradicional.

—Lo tienes al revés —comentó en voz alta.

—Lo sé, estudios han demostrado que ayuda a la inteligencia —aportó Kilian con un tono cansado—. Siempre pensé que los mejores escritores eran manipuladores... tienen esa asombrosa habilidad para transmitirnos tantos sentimientos —susurró.

—Seguro habría más suicidas si eso fuera cierto —cortó.

Se marchó al comedor, ver al chico le recordaba tiempos en que él también se sentaba en el mismo sillón a escuchar las lecturas de Tory.

Los chicos comían con tranquilidad. Luke molestaba a Aria con su zapato debajo de la mesa. Esta solo gruñía cada rato y le lanzaba trozos de queso a la cara.

Oliver cortaba trozos de huevo con un cuchillo y con un tenedor llevaba la comida a su boca como todo un chico de la edad media, comía lento y elegante. Su espalda estaba firme y no hacía ningún comentario. La chica a su lado lo veía cada tanto. Kim comía poco, parecía haber perdido el apetito con solo ver la comida.

Zet mordía con rapidez y parecía querer salir corriendo del comedor. Su mirada vagaba de su comida a Zia, esta solo se dedicaba a tranquilizarlo con la mirada. Pero mantenía sus manos inquietas, cosa extraña en él.

— ¿Pasa algo Zet? —preguntó sentándose a su otro lado.

—No —respondió seco.

—Hoy vamos a realizar el último examen de técnica y a Zet le preocupa reprobarlo —comentó Zia.

—A sí, nosotros también tenemos el de defensa —dijo Sam.

Y con ello la conversación murió. La mesa se silenció a diferencia de las demás en que los chicos reían y comentaban cualquier asunto sin importar si era relevante o no.

Los exámenes fueron aprobados por cada uno de los miembros de su equipo, este examen era importante pues les permitía realizar el examen final donde demostrarían ser capaces de desempeñar sus labores sin un instructor que los guiara. Siempre seguían bajo su línea de mando, pero este solo se aplicaba en caso de emergencia, pero normalmente en ese caso cada quien velaba como mejor podía.

Al caer la noche salieron a hacer su patrullaje diario. Sam iba con Sasha, y Zet iba con Sarah y Zia con Milo, lo que les impedía cruzar la avenida "Veinte y nueve".

—Tenemos un reporte de once chicos encontrados en las inmediaciones del complejo y dicen no recordar cómo han llegado allí —le comentó Milo.

—Seguro aparecen más esta noche. Según Alain hubo un incremento en los encontrados esta semana.

— ¿Y por qué no lo comunicó ayer?

—No lo sé —murmuró levantando los hombros. Pero lo cierto es que si sabía. Alain no revelaba información a muchos, solo a los de confianza, estos decidían a quienes informaban. Tampoco daba explicaciones de porque realizaba ciertas medidas y en eso no hablaba con nadie, no con alguien de quien la chica supiera.

—Será mejor que avancemos —dijo Milo.

—Vamos.

Recorrieron varias calles encontrando nósdicos a diestra y siniestra, lo que verdaderamente le preocupaba era que solo estaban encontrando empáticos, nada de manipuladores. Lo que la hacía sospechar de lo que sería una trampa bien articulada por el padre de Tory, quien bien era sabido que dirigía una de las organizaciones más importantes de manipuladores. Encontraron a seis nósdicos en diversos barrios de su zona.

Cielos OscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora