CAPÍTULO 78: Julia y César

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*DANIELA:

- Después de enseñarle la casa le pedí a Carla que viniera a la mía, la verdad me apetecía estar al lado del lago, hoy quería pasar la noche aquí ya que ayer me tuve que ir.

- Recien habíamos entrado en la casa pero no había nadie, no se escuchaba ruido ni nada, me pareció raro, esto siempre estaba lleno.

Daniela: Que extraño, esta casa siempre está llena de gente.

Carla: Pues mejor. - Me sonríe.

Daniela: ¿Quieres cenar algo?

Carla: A penas tengo hambre.

Daniela: De igual modo te preparare algo.

- Fui a la cocina y ella me acompañó, le preparé un poco de verdura salteada, eso le iba hacer bien, para que no comiera sola me eché yo también y las dos comiamos en la cocina, dejando de por medio la barra.

Carla: Y ahora que tus padres y tu os lleváis bien...¿Me contarias que pasó?. - Mi corazón latio con fuerzas.

- Siempre intenté evitar este tema, pero el tiempo pasaba y cada vez me daba cuenta que era con ella con quién quería compartir mi vida, que no quería tenerle secretos, quería que ella protegiera mis miedos y creo que ya debía de abrirme más con ella, ahora que vamos a compartir toda una vida.

Daniela: Es una historia que no me es fácil explicar. - Dejé de comer. - En parte creo que nunca olvidaré lo que siento.

Carla: ¿Que sientes?

- Le miré.

Daniela: Miedo, miedo de...- Un nudo en mi garganta se formó. - Miedo de fallar, de no ser suficiente, de ver como una persona se desvanece en tus brazos y no poder hacer nada. - Dejé caer una lágrima, ella vino a mi mente, tan hermosa y tan sencible. - Yo tuve una hermana. - Limpié mi cara. - Pequeña que yo, mis padres siempre nos llevaba a todos los lugares, pero cuando teníamos clase, teníamos que quedarnos en España, una vez mis padres se marcharon muy lejos y en cada viaje su móvil no funcionaba, no estaba activo pues antes no había roaming. - Le hago media sonrisa. - Y un día estaba lluviendo, mi hermana y yo jugabamos como locas en el barro, la Nana nos regaño cuando se dio cuenta que desaparecimos y al día siguiente mi hermana ya tenía fiebre, la Nana era una inexperta, nunca se le enfermó ningún niño y cuando estabamos malas se nos quitaba con jarabe, pero a mi hermana no le hacía efecto y cada vez iba a peor, llamamos a los médicos y terminaron por ingresarla, de alguna manera había cogido algo parecido a la bronquitis, la fiebre no le bajaba y yo...- Ahora las lágrimas salían sin control. - Y yo veía como se me iba...- No pude controlar y comencé a llorar como una niña pequeña, sentí los brazos de Carla rodearme, ella me abrazaba con fuerzas. - Yo la amaba, era mi hermanita pequeña, hubiera dado mi vida por ella. - Dije ahogandome en mis lágrimas, Carla escuchaba en silencio. - Ella...Era mi mitad.

Carla: Ya, ya, para por favor...- Su voz sonó rota, pero no más que la mía..

- Después de unos largos minutos conseguí relajarme, poco a poco.

- Carla puso sus manos en mi mejilla y me observaba, me miraba a los ojos, se me pasaba un poco el dolor pero no lo suficiente.

Daniela: Ella cerró sus ojitos...- Las lágrimas aun salían. - Y no los abrió nunca más...yo la llamaba pero no los abría y no entendía el por qué.- Carla limpiaba mis lágrimas.- Al regresar mis padres...- Aclaré mi garganta. - Mis padres me culparon, dijeron que fue mi culpa, que yo llevé a mi hermana a la lluvia, ellos llevaban razón, ellos se alejaron de mi, me dejaron en España estudiando hasta que fui suficiente mayor para venir con mi abuelo, entonces empecé aquí a estudiar para el ejército, pero mi abuelo murió tiempo después y el mundo se me vino otra vez encima.

Te esperaré aunque sea lo ultimo que haga.(TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora