03

919 59 6
                                    

Demian. Mierda, mierda, mierda. Estoy en ropa interior vomitando en la esquina de una habitación oscura. Hay dos posibles reacciones; a) Que se asuste, piense que soy una especie de golum o b) Que se ría en mi cara mientras muero de vergüenza. Ambas son horribles pero espero que en ninguna me reconozca. La luz es tan escasa que tengo esperanzas de aquello.

Se acerca un poco y me quedo quieta, como si él fuera un dinosaurio y no me viera si no me muevo. Si claro, eso va a funcionar. Me golpeo mentalmente por esto, sin embargo, sigo inmóvil cubriendo mi cuerpo. Esperando cualquier reacción.

Se acerca unos pasos más y se desploma en medio de la habitación. ¡¿WTF?! Abro mis ojos sorprendida y me acerco rápidamente hacia donde está, doy vuelta su cuerpo tomándome un par de intentos primero, aún así lo logro. Me levanto encendiendo la luz de la habitación, volviendo a su lado al instante y observo sus ojos entre abiertos, negros. Tan negros que no puedo diferenciar la pupila, es tan profunda su mirada pero a la vez tan misteriosa, es como que...Esperen. Este tipo parece borracho y yo me las estoy dando de poeta.
Bufo en su rostro lanzándole un poco de saliva. Hago una mueca de asco secándolo en la cara, me disculpo bajito y río sin evitarlo. Es extraño, no huele a alcohol pero parece casi inconsciente.

Nunca había podido estar así de cerca de él, sus facciones son tan hermosas desde aquí...Sacudo mi cabeza repeliendo esos pensamientos y comienzo a darle pequeñas bofetadas en el rostro.

-Damian...-Le hablo moviendo su rostro. -¡Damian! -Vuelvo a insistir ahora más fuerte.

Sus ojos se abren completamente y una sonrisa se dibuja en su rostro al verme. Sonrío al ver su reacción. Ahora ambos estamos sonriendo ahora, sin hablar, y no se siente incómodo.

-Alex...-Pronuncia, lamentablemente, de una manera muy clara y arruina el momento. Aún así, intento convencerme de que no dijo eso y en vez de eso quiso decir "Lía".

-¿Que? -Pregunto haciéndome la desentendida.

-Alex...¿Eres tú? Estás hermosa. -Dice acercándose ami más de lo que se acerca una persona para hablar, o sea, para besarme. No me importa si ahora está a punto de besarme, me alejo de él y me levanto indignada y triste. Por un momento pensé que le gustaba, que patético, piensa que soy otra persona. Esto me enoja.

-Alex tenemos que volver, no puedo estar sin ti...déjame hacerte mía esta noche...-Su voz suena malditamente excitada, tan profunda. Se levanta caminando hacia la cama y se quita la camiseta. ¿Que habrá consumido? Definitivamente esto no es normal...¿o si?

-Acércate Alex. -Insiste y lo insulto mentalmente por llamarme Alex tantas veces, cosa que me caga mucho en estos momentos, es decir, esta es la situación perfecta si tan sólo supiera que no soy otra persona, y bueno, si ni estuviera intoxicado. Mi nombre sonaría mejor en sus labios que el de esa tal Alex.

-Me encantas Alex...-Esta vez sale de una manera más deforme de sus labios. Más desesperado. Se recuesta en la cama y comienza a bajarse los pantalones de una manera torpe.

-Alex...

-¡Deja de llamarme así! ¡Me largo! -Grito cabreada y sé que estoy haciendo lo correcto, aprovecharme de él en estas condiciones va en contra de mis principios.

Entonces cierro la puerta a mis espaldas saliendo de la habitación y me quedo un momento parada apoyada en la puerta. Espero no arrepentirme por esto. Abro la puerta y asomo mi cabeza para ver como está. Percibe mi presencia y levanta la cabeza.

-¿Alex? -Pregunta gateando sobre la cama en calzoncillos.

-Si cariño, soy Alex.

DemianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora