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Veo a Demian salir de su sala, tuve que esperarlo porque salí más temprano. Está con una hoja de block en su mano, no puedo ver bien lo que hay dibujado pero parece muy colorido y llamativo. Me acerco a darle un beso en la mejilla, pero el levanta la mano y la sacude de un lado a otro.

-Hola. -Dice sonriendo.

Me alejo un poco descolocada, se supone que debería besar mi mejilla. ¿Habría pensado que correría mis labios a los suyos? Por Dios, no soy tan puta.

-Hola... -Respondo forzando una sonrisa que claro, no es tan hermosa como la suya, me encantan sus dientes blancos.

-¿Nos vamos?  -Pregunta elevando las cejas y asiento.

Él sigue mi paso y no puedo sacarme de la cabeza ese día. Me siento tan bien porque ¿a quién no le hubiera gustado acostarse con el chico que le gusta? Lo disfruté mucho.

-¿Te hubieras acostado conmigo si no hubieses estado borracho?

La pregunta sale de mis labios con impulsividad. Lo miro esperando su respuesta y él sigue caminando, observando el suelo como si la respuesta estuviese ahí. Entonces creo que no me escucha y hablo más fuerte.

-¿Te hubieras

-Ya te escuché. -Me corta. Sigo observando su perfil, tiene sus músculos contraídos.

-¿Entonces? -Digo deteniéndome. El sigue caminando y ruedo los ojos siguiéndolo, doblando a mi casa. Estamos frente a la puerta de mi casa, su boca se abre para decir algo pero la puerta también lo hace. Mi madre me mira en silencio con la mirada divertida. No ahora por favor.

-Hola niños, ¿Cómo están? -Saluda. Una sonrisa se forma en sus labios y se hace a un lado para que Demian pase primero. -¿Cómo se llama tu amigo? -Pregunta cerrando la puerta a su espalda.

-Demian. -Respondo caminando a las escaleras y mi "amigo" me mira raro. -Damian, se llama Damian.  -Corrijo mordiendo mi labio.

Dejo a Demian subir primero que yo y desvío la mirada hacia mi madre que mueve sus cejas de arriba hacia abajo levantando sus dos dedos pulgares de manera divertida. Sonrío negando con la cabeza y sigo caminando.

Le indico a Demian cuál es la puerta de mi habitación y la abre, Aceituna se pone a ladrar como loca cuando nos ve entrar.

-¿Que clase de ratón  con obesidad es este? -Dice agachándose para hacerle cariño en la cabeza. Aceituna cede sin vacilar y se esparramarse por todo el piso. -Que entregada eres. Una perra fácil. -Se burla y me río inconscientemente.

Su mano ahora está recorriendo todo el estómago peludo durante mi perra saca la lengua relajada.

Se queda un momento así hasta que para y deja en mi cama sus cosas, entre ellas, el dibujo que llevaba en la mano.

-Es hermoso. -Hablo cogiendo la hoja entre mis manos, admirando el arte abstracto que estaba plasmado. -¿Que significa? -Pregunto sin dejar de contemplar.

Escucho que aclara su garganta y se sienta a mi lado.

-No me preguntes eso. -Responde al instante. Su labio forma una  línea recta al igual que las gruesas cejas sobre sus ojos negros. De pronto su mirada se suaviza.-Significa lo que tú quieras. -Concluye desviando la mirada a la hoja.

Un silencio incómodo invade la habitación.

-¿Por qué no me saludaste en la mejilla? Es decir, no sé... -Trato de romper el hielo.

Encoge sus hombros curvando sus labios.-No me gusta.

-¿Por qué?

-Pienso que es inútil.

-Es por educación.

-Besar a un extraño en la mejilla me parece incómodo e innecesario, sólo eso.

Luego de eso empezamos a hacer el trabajo, nos sentamos en el escritorio de mi habitación con la puerta cerrada. Estaba concentrada en la lectura cuando mi madre golpea la puerta interrumpiendo mi intento de ser una buena estudiante.

-¿Es tu novio? -Pregunta bajito cuando salgo. La miro abriendo los ojos, jalándola lejos.

-No, no lo es. -Respondo enojada.

-¿Por qué están encerrados en la habitación?

-Estamos haciendo una tarea. -Digo seria, aun que me da risa el hecho de que mi madre piense que cada hombre que esté a centímetros de mi, sea mi novio.

-Una tarea...-Repite entrecerrando los ojos. -Si claro, te voy a creer.-Habla con ironía.

Bufo cruzando mis brazos.

-¿Hace cuánto que están saliendo?

-No somos novios mamá.

-Si yo no te voy a decir nada, dime hija.

-¡Mamá! -Me río sintiéndome abrumada.

-¿Por qué te ríes? -Se acerca más.

-Es sólo un compañero y estoy haciendo algo para el instituto ¿Ok? -Digo colocando mis manos en sus hombros.

-Yo no le voy a decir a nadie...-Habla bajo y dejo caer los brazos a mis costados rendida.

-Si, es mi novio. -Miento para que se caye e ir a mi habitación y terminar el maldito trabajo.

-¡Sabía! -grita emocionada.

-¡Sshh!  -La callo abriendo la puerta de mi habitación. Entro y cierro la puerta rodando los ojos. Demian está concentrado escribiendo en su cuaderno. Un gruñido sale de su garganta y suelta el lápiz para frotar sus cienes. Empieza a balbucear cosas inentendibles y comienzo a preocuparme, con sigilo me acerco hacia él pero cuando estoy a tres pasos de llegar a su lado, se gira de golpe.

-¿Cómo vas con el trabajo? -Pregunto tratando de no sonar nerviosa.

Arranca dos hojas de su cuaderno, las deja en el escritorio, se levanta de su asiento y camina hacia la cama, toma su mochila e introduce su cuaderno ahí.

-He terminado. -Dice cerrando su mochila.

-Espera -Le paro quedando de pie frente a él. -¿Por que eres así?

-Porque una loca me violó en una fiesta.

Admito que me molesta esto, sentirme así y él me lo hace más dificil.

-¡Estabas tentándome! ¿No lo recuerdas? ¡Claro que no! ¡Estabas borracho! -Grito cabreada.

-No estaba borracho. -Responde frunciendo el ceño.

-¿Que está pasando aquí?

Entra mi mamá alarmada.

-Su hija me ha violado. -Afirma Demian serio.

-¡¿Que?! -Mi madre grita, sus ojos podrían salirse de órbita en estos momentos.

Una risa se escapa de los labios de Demian. -Es una broma. -Dice y suelto todo el aire de mi cuerpo aliviada. -Yo la viole a ella. -Corrige serio.

Mi madre está a punto de correr hacia él para matarlo.

-¡Está bromeando! -Grito deteniéndola. Su cara se deforma entera, no es algo muy lindo de contemplar.

Escucho la risa de Demian a mi espalda.

Mi madre sale de la habitación totalmente descolocada y cierro la puerta.

-¿Que fue todo eso? -Pregunto observándolo atónita.

-La verdad cocinada en mentira con un poco de falsedad verdadera.

Sostengo la mirada por un largo rato, este hombre es tan peculiar.

DemianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora