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-Jamás he visto a Demian con una chica.  -Le comento a Pia, estábamos  en una plaza cerca de su casa, pero lejos de la mia.

-Yo tampoco...aun que he visto un par de chicas acercarse a él...¿Y si es gay? -Responde seria.

Me lo planteo nuevamente, nos mantenemos en silencio mirándonos hasta  que la risa se apodera de nosotras.

-No puedo creer que te hayas acostado con él. -Dice negando con la cabeza. -Es tan sexy.

Paso la lengua por la comisura de mis labios y maldigo mentalmente por no recordar cómo se sentía besarlo. Necesito hacerlo de nuevo pero esta vez sin haber bebido.

-¿Que harás? -Vuelve a hablar mientras saca pasto del suelo con su mano.-Podrías primero sacarte ese grano que está creciendo como una manzana en tu frente. -Se burla apuntando mi frente.

-Cállate. -Me río golpeándole el hombro, mi risa se apaga cuando pasa un rato. -Me gusta Pia, me gusta de verdad.

-¿Que pasó con las novelas? esos chicos te necesitan.

-No molestes. -Advierto rodando los ojos. -Estoy hablando en serio.

-Sabes que no soy amiga de las típicas historias, las chica también pueden conquistar, jamás te mueves cuando alguien te gusta.

-He dejado de leer. -Digo sin tomar mucha atención a lo que dijo.

-Wow, entonces es de verdad en serio.

Asiento mirándola. Una sonrisa se forma en sus labios.

-Debes conquistarlo, no pierdes nada.

-Dijo que no le gustaba, me rechazó.

-¿Y qué? Hay dos formas de gustarle a una persona, por la vista y por el alma, sé puedes encantarlo con tu personalidad. Eres buena.

-No sé como hacerlo, siempre espero a que me hablen hasta que no lo hacen y me gusta otro. -Encojo los hombros.

-Inténtalo, no siempre el hombre tiene que hacer el trabajo. Además, no le gustas. Ya lo tienes claro pero no puedes quedarte con los brazos cruzados, esto es la vida real.

La miro con una ceja alzada.

-Haz estado más de dos meses observándolo, es tu momento. -Me alienta y yo mantengo silencio. -Huele a mierda.

-¿Que? -Me río.

-Creo que he pisado mierda. -Dice haciendo una mueca de asco y se para. Repito el acto y caminamos hasta una banca.

-¿Tengo algo? -Dice levantando su zapatilla.

Miro sus dos suelas y le digo que no tiene nada. Levanto la mia para verificar por si a caso y me encuentro con una horrible feca de perro café clara esparramada por toda la suela.

-Agh, que asco. Soy yo. -Me quejo poniendo cara de desagrado y Pia se ríe.

-Dicen que es buena suerte.

-Entonces Hildert tiene una suerte de puta madre porque siempre está hediondo a mierda. -Le digo frotando mi pie contra el suelo.

Hildert es un compañero de clase que siempre huele mal, es muy desagradable.

-Tal vez.-ríe.-¿Por qué tienes tan mala suerte? -Pregunta y la miro boca abierta. -¿Que? Siempre te pasan cosas malas.

-A todos le pasan cosas malas. -Digo sin importancia. -Es la vida real Pia. -Me burlo imitándola.

No responde y golpeo su hombro.

-¿Y Diego? Te acostaste con él.

-Estamos en algo.

DemianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora