Demian

05

Mis pies avanzan con velocidad por el instituto, acabo de llegar y tengo mi capucha puesta porque no quiero que Damian me vea, me siento avergonzada, no sé cuál será su reacción y no quiero imaginármelo.

Rezo para que no lo recuerde, sin embargo, hay algo dentro de mi que me dice que en esas condiciones nadie recuerda algo.

Saludo a compañeros con la mano, estoy llegando a mi sala cuando lo veo afuera de esta hablando con otro compañero. Había olvidado que hoy me tocaba teatro.

Todos entran a la sala, lo observo de reojo pasar por mi lado y se sienta junto ami. Trago saliva acomodándome en mi silla sin saber que hacer, ahora sé que sabe, sé que lo recuerda porque ¿Por que se va a sentar conmigo? Es obvio, quiere respuestas, quiere explicaciones.

Durante la clase sólo me dedico a poner atención al profesor y hacer todo lo que pida. Coloco todo mi pelo tapando el lado  derecho de mi cara para no tener ningún contacto visual con él, aun que sé que es inútil. La clase transcurre de manera lenta, como una tortura. El profesor dice que tenemos que hacer un trabajo en parejas con la persona que estamos sentados entonces me doy cuenta que el karma está pateandome el trasero.

-¿Por qué te sentaste  conmigo? -Balbuceo mirándolo de reojo con mi mano en la barbilla. Al parecer lo dije muy bajo porque no me responde y me hace sentir más ridícula aún. Hago como si no hubiera preguntado  y vuelvo a concentrar la mirada hacia el frente, mas  incómoda que nunca.

Tragame tierra.

La clase termina y me levanto rápido tomando todas mis cosas para desaparecer de aquí, sin embargo, no lo hago porque la mano de Damian atrapa la mía con fuerza pegándola a la mesa. Acepto que eso me acaba de excitar de una manera que no se imaginan.
Lo miro atónita y un jadeo proveniente de mi garganta suena como un maldito burro, de verdad no sé de dónde salió semejante ruido deforme.

Frunce el ceño y aclara su garganta.-Quédate aquí. -Habla, su voz suena profunda, tan Demian.

Asiento confundida y a la vez un poco intimidada.

El lugar está vacío, todo se fueron, incluso el profesor. Suelta mi mano y camina a la puerta cerrándola. Abro mis ojos sorprendida y se me es imposible no imaginar todos los escenarios que pueden ocurrir en estos momentos, ¿Si me golpea? ¿Si...tal vez le gustó lo de esa noche? ¿También le gusto? La esperanza nunca se pierde.

-¿Fuiste...fuiste tú cierto? -Cuestiona en un tono neutro colocando las manos en la mesa ,cargando todo su cuerpo en estas.

-¿A que te refieres?

Me hago la desentendida expectante.

Sacude su cabeza como si se hubiese equivocado y se gira caminando a la puerta.

-Espera, ¿Que cosa? -Insisto impidiendo su salida. Debe pensar que se confundió.

Se gira y vuelve a acercarse, ahora retrocedo. Acelera los pasos hacia mi y se queda observando mi rostro. Creo que ya sé lo que viene, espero que sea como lo pienso, es perfecto.

-Tú. -Dice examinando mi rostro con la mirada. -Eras tú...

-Sí. -Casi grito. Me doy cuenta de que me estoy dejando llevar por la emoción de tenerlo tan cerca y olvido por un momento toda la vergüenza que ahora me invade de nuevo. -Si...-Vuelvo a hablar. -Fui yo. -Hablo con un nudo en la garganta. No sé que más decir, al parecer soy igual de ignorante que él en estos momentos por que no sale nada de sus labios, sólo se queda ahí parado mirándome. Cuando sale del trance retrocede y toda mi burbuja de novela se rompe.

Me corresponde hablar. Debo hacerlo.

Suspiro mirando mis manos, están temblando de una manera leve y siento su mirada clavada en mi. Concentro la atención en él de nuevo.