13

747 47 12
                                    

El cielo está invadido de  estrellas, no puedo dejar de mirar hacia arriba y mantener mi mente en blanco, me siento serena. Mis ojos se cierran involuntariamente.Los grillos, las hojas de los árboles arrastrándose por la superficie de tierra, el silbido del viento... por un momento siento que soy yo y la naturaleza. 

Hasta que se le ocurre hablar.

-¡Mierda! 

Suspiro abriendo mis ojos y volteo siguiendo el sonido de su voz.

-¡Hay una puta araña en la carpa! -Gruñe saliendo de esta y se acerca a mi.

-Eres una niñita Damian. -Me río levantándome y avanzo hasta la carpa adentrándome en esta con una linterna en la mano. Encojo mi espalda aún más y  entrecierro los ojos observando con detenimiento. Siento una patada en el trasero, literal. Mi boca cae contra el suelo que por mi mala suerte, está a meros metros de el colchón inflable. Si, no caigo en el colchón, si no en el puto suelo duro como la roca cubierto sólo por la tela fina plástica de la carpa. Escucho la risa se Damian a mis espaldas y quiero reír pero como que ni siquiera me puedo mover. 

-Puto. -Balbuceo con el cuerpo inmóvil dentro de la carpa.

-Lo siento, tenía que hacerlo. -Ríe al borde del llanto y siento líquido  correr por mi boca.

-Eeeh...-Dice en medio de mis jadeos.-¿Estás bien? -Cuestiona acercándose. 

Tengo mi cara contra el suelo aún, con ambas manos a los costados, la linterna está en la esquina de la carpa alumbrando hacia arriba.

-Puto. -Repito tratando de moverme.

-Lía...-Dice asustado mirando mi rostro más de cerca arrodillándose.Está tan cerca que le tomaría el rostro en mis manos para jalarlo contra mis labios, tiene la boca levemente abierta y siento su aliento a cebolla chocar contra mi nariz. Iugh, ¿Por qué se nos ocurrió hacer cebolla asada? bueno, que importa ahora, hasta con cebolla me lo comería.  

Toma la linterna en un movimiento rápido y alumbra mi rostro. Cierro los ojos agotada y al volver a abrirlos me encuentro con su boca aún más abierta, cejas fruncidas y ojos abiertos. 

-!¿Que pasa!? ¿¡Que tengo!? -Hablo asustada por su expresión. Trago saliva y un bocado de sangre se desplaza por mi garganta agudizando mis sentidos. Mierda.

-No...-Comienzo a negar.-No lo siento...no puede ser, no... -Hablo tapando mi boca y lágrimas comienzan a brotar de mis ojos.

-T-tranquila...-Intenta calmarme. Toca mi hombro y un grito ahogado sale de mi garganta.

-¡Dime que es broma! -Lloro empujándolo.

-L-lo siento, podemos ponerlo -Dice de manera torpe cogiendo el diente del suelo entre sus manos.

Su expresión es seria. Baja la mirada a sus manos y sale de la carpa caminando a la fogata.

Mantengo mi mirada perdida en el suelo, sin poder pronunciar nada. Estoy en shock. He perdido el puto diente. Elevo mi vista saliendo de la carpa, tomo una botella de agua en mis manos y dejo que fluya por mi boca para luego devolverla en el suelo.

-Oye...-Escucho a Damian a mis espaldas y me giro rápido con los ojos abiertos y mi mandíbula apretada, como si de una criatura monstruosa del bosque se tratara.

-Cállate. -Pronuncio con rabia sintiendo el plástico de la botella hundirse contra mi piel.

-Bien. 

Encoge sus hombros y comienza a caminar hasta la fogata de nuevo pero antes de que llegue le pido que me devuelva el diente. Cuando lo hace lo tomo con recelo y observo este con escrupulosidad. Palpo el hueco de mi boca que está justo al lado de mi paleta derecha e intento introducir este a su lugar de origen pero es inútil.

DemianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora