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Estoy durmiendo plácidamente después de un largo rato esperando a Damian que nunca llegó. Escucho un fuerte ruido que hace abrir mis ojos, luego otro estruendo se hace presente y percibo que viene de la ventana.

-¡Lía! -Un grito hace ponerme de pie y voy a la ventana abriéndola, observo a Bruno en medio de la oscuridad tomando algo del suelo, luego su mano toma vuelo y lanza algo que cae en mi labio.

-¡Mierda! -Gruño mirando la piedra a mis pies.

-¿Lía? ¡Lía! ¡Al fin! -¿Que quieres? -Contesto de mala gana sobando mi labio y veo el reloj en la pared que marca las tres de la mañana. -¡Necesito tu ayuda!

-¡No malditamente grites! ¡Nadie está haciendo ruido a las tres de la mañana! -Grito fuerte haciendo que él elevara sus manos asintiendo. Ruedo los ojos irritada porque me hayan despertado. De pronto mis ojos se ensanchan y asomo casi todo mi cuerpo por la ventana.-¿Le ha pasado algo a Pía?

-No, n-no. -Niega rascando su nuca. Lo miro confusa. -Es Damian.

-¿Desde cuando conoces a Damian? -Pregunto aún media dormida. Hasta que me doy cuenta de que puede estar pasando algo grave y reacciono.-¿Que pasó con él?

-Está ebrio.

-Maldito idiota casi me matas del susto, por un momento pensé lo peor.-Le lanzaría una almohada en el rostro pero me daría flojera después volver a buscarla.-Denle un vaso de agua y algo de comer.

-No entiendes,  no podemos controlarlo, se pasa diciendo que hizo algo terrible y he tratado de saber qué es pero no para de llorar y hacer estupideces. -Habla frustado y muerdo mi labio nerviosa.-Bien, estaré abajo en unos minutos.

Corro por la habitación y cambio mi pijama por unos jeans, polerón negro sin nada abajo excepto mi brasier y zapatillas que termino de ponérmelas rápido. Abro la puerta lentamente y me escabullo por la escalera hasta llegar a la puerta principal en silencio.

-¿Dónde están? -Pregunto llegando a su lado.

-En casa de Alan.

Asiento a regañadientes y Bruno comienza a caminar, le sigo el paso mientras froto mi cara sacándome las lagañas.Después de caminar diez minutos, llegamos a una gigantesca casa de color blanco. Se escuchan voces desde adentro y puedo reconocer de inmediato la de él.

-¡llévenlo al baño! -Grita alguien y corro dentro de la casa siguiendo las voces, llego una sala gigante, una pantalla plasma en la pared, repisas hermosas, una cama...esperen, esto es una habitación. Una enorme habitación. En el suelo hay cervezas botadas por todas partes, colillas de cigarro y  ropa también.Me gano la atención de todos cuando entro, queda en silencio el lugar haciendo sentirme incómoda. Aún así, observo cada uno de ellos para poder identificar por quien vine pero no lo encuentro.

-¿Dónde está Damian? -Vocifero de pie junto a la puerta.

-Está en el baño con Alex. -Informa uno de ellos. Mi sangre hierve. Es que sabía que esta mierda iba a pasar. -¿Quién eres? -Es la novia. -Responde Alan entrando a la habitación con una cerveza en la mano y una sonrisa burlona en la cara. Apenas termina todos comienzan a hacer "Uuuh" .

-La novia y la ex en el mismo lugar, eso no suena lindo. -Se burla otro chico recostado en la cama y todos ríen. Menos yo, porque estoy que hago una masacre aquí.

-¿Dónde está el baño? -Pregunto seria y Alan me apunta la única puerta al fondo de la habitación, debí adivinarlo. Camino firme hacia la puerta preparándome mentalmente para lo que veré a continuación. Mi mano se posa sobre la fría manilla y la abro de golpe.

DemianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora