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Neulai miró por el cristal del auto. Veía los árboles, el cielo, no estaba muy oscuro como a ella le gustaba. Suspiró al recordar todo lo que dejaba atrás; sus amigos, su colegio... Su vida.

Alin.- Vamos, no puede ser tan malo — Intentó tranquilizarla su hermana. Puso una mano el su hombro, ella la miro de reojo.

Neulai.- ¿Qué puedes saber tú? Todavía eres una niña como para entenderlo.

Alin.- No soy ninguna niña. ¡Tengo 13 años!

Neulai.- No viviste lo mismo que yo.

Alin.- ¡Ni siquiera me quieres contar! Papá y tú nunca me cuentan nada...

Neulai.- Porque eres una niña. Una niña estúpida que confía en los humanos. Ya casi va amanecer, mejor déjame dormir tranquila.

   Neulai se acostó. Alin miró por la ventana y suspiró.

   Neulai es una chica de 16000 años, pero dejemoslo en 16. Es alta, delgada y de tez extremadamente pálida. Aunque claro, es una vampiro. Su cabello es corto, como de niño y de color negro y sus ojos grises, aunque de repente cambian a color rojo.

   Detesta a los humanos, los considera inútiles o al menos a la mayoría.

   Alin es su hermanastra menor, tiene 13 años. Ella, a diferencia de su hermana, es una mitad vampiro y mitad humana. Ella es un poco menos pálida que Neulai. Es de estatura media, delgada y tiene el cabello largo y castaño, sus ojos son verdes.

   Detesta ser mitad vampiro. Desea ser totalmente humana. No le gusta para nada sus poderes. Odia tener que matar a los humanos para poder sobrevivir.

Neulai

  Después de unos minutos de quedarme dormida escuché a Alin gritando que llegamos. Abrí los ojos.

Yo.- ¿Qué pasa?

Alin.- ¡Llegamos! — Me jaló y me sacó de la camioneta. Hacía sol y tuve que cubrirme, me llevó dentro de la casa.

Yo.- ¡Alin, sabes que odio el sol!

Alin.- Lo siento, sólo quería que vieras la casa conmigo.

Razvan.- ¿Qué les parece niñas?

Alin.- ¡Perfecta!

Yo.- Horrible. Estaba mejor en Transilvania.

Razvan.- Neulai — Mi padre se agachó — Se que para ustedes va ser difícil este cambio tan drástico, pero su madre quiere vivir en Estados Unidos.

Yo.- ¡Pude haberme quedado en Transilvania con mi amiga!

Razvan.- No. Neulai, aquí harás nuevos amigos. Conocerás más sobre los humanos, no tiene nada de malo conocerlos.

Yo.- Esa mujer te tiene embobado.

Razvan.- Es tu madre.

Yo.- Ella no es mi madre y jamás lo será. Me muero si mi madre es una humana — Aparté a Alin. Fui a la camioneta por mis cosas y las subí a la primera habitación que encontré. Acomodé mi ataúd y me acosté, quería dormir pero no lo lograba. Decidí ordenar mis cosas.

   Puse los posters en la pared, las cortinas en la ventana, mis cosas en los muebles que puso papá antes de que llegaramos. Las cadenas en el techo y terminé.

   Terminé más pronto de lo que esperaba, tarde sólo una hora y ya no tenía nada que hacer.

   Baje a la sala, mi padre y mi hermana estaban hablando.

Estúpidos humanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora