Estúpidos humanos

XXXVI

Neulai 

Han pasado tres días. Alin vendrá hoy, en unas horas va a llegar. Logré convencerla para que venga y darle la poción. Ella aún no sabe nada de que tendrá que tomarse una poción para adelantar su desarrollo. Sé que no le gustará para nada la idea, pero no tengo otra opción. 

[...]

Alin.- ¡Neu! — me abrazó en cuanto me vio — ¿Por qué te fuiste de Australia? 

Yo.- Tengo unos problemas... Quería verte antes de que me tenga que ir...

Alin.- ¿A dónde? — respiré hondo.

Yo.- ¿Recuerdas todas las estúpidas teorías de que yo podría ser la reina?

Alin.- Sí... No me digas que tú... — asentí — ¿En serio? — Me volvió abrazar — ¡Es genial, Neu! Digo, sé que tú no quieres ser reina, pero estoy segura de que no ha de ser tan malo como piensas.. Seguramente ha de tener sus...

Yo.- Espera, Alin... No estoy aquí para que hablemos de eso. Tengo poco tiempo. En dos horas debo estar en el aeropuerto para ir a Transilvania. Tengo que pedirte un gran favor... — le entregué el frasco que tenía la poción — Necesito que te tomes eso.

Alin.- ¿Qué es? — suspiré. No podía mentirle a Alin. Ileana me advirtió que si alguien se tomaba la poción sin saber lo que hace, por accidente o a la fuerza, puede morir.

Yo.- Es una poción para adelantar tu desarrollo. Será como si por unos segundos tuvieras veinticinco años y se definiera si serás humana o vampiro.

Alin.- ¿Para qué quieres que haga eso? Yo me quiero esperar el tiempo hasta que tenga los veinticinco... Yo no quiero adelantar nada... No quiero tener el riesgo de convertirme en vampiro... No aún.

Yo.- Es que ese es el problema. No tienes ese tiempo. Tienes que tomarte la poción ahora para...

Alin.- No, Neulai, olvídalo. No lo haré.

Yo.- Alin, por favor... Tienes que hacerlo... — ella se negaba. Noté que se estaba empezando a molestar.

Alin.- ¿Por qué se supone que no tengo ese tiempo?

Yo.- No puedo decírtelo... Sólo...

Alin.- Hasta que no me digas porque, no tomaré nada.

Yo.- Creeme, estás mejor sin saberlo. Serás mucho más feliz si sólo te tomas la poción sin preguntar.

Alin.- ¡No! Primero dime porque.

Yo.- Tienes una enfermedad... Es una enfermedad terminal. Se supone que ahora te han de quedar unas semanas o un mes... Es necesario que te tomes la poción para saber si serás humana o vampiro... 

Alin.- ¿Qué? Y... ¿por qué jamás me dijeron nada?

Yo.- ¿Cómo querías que te dijéramos algo así? "Alin, vive tus días al máximo porque posiblemente mañana ya no despiertes". No puedo decirte algo así. Hace un tiempo había pensado en las pociones para ayudarte, pero no conocía a nadie que pidiera hacerlo... Cuando hablé con Ileana le dije que yo iría a hacer mi entrenamiento sólo si me conseguía la poción para poder dartela. Es la única "esperanza" que tengo para que vivas — Alin estaba llorando. 

Alin.- Pero... Neulai... Yo prefiero quedarme así... Aunque en unos días me muera, prefiero estar así. No quiero ser un vampiro y tener que matar a humanos inocentes para poder vivir.

Yo.- ¡Pero yo no quiero que mueras! Eres muy joven, tienes muchas cosas por hacer. Tienes que viajar por el mundo, conocer personas, odiar a muerte a alguien, volar una noche entera conmigo... Por más cursi o típico que suene... Tienes que enamorarte. Encontrar a alguien por el cual harías cualquier cosa.

Alin.- Como tú con Kyle.

Yo.- ¿Qué? No... ¿Qué tiene que ver Kyle?

Alin.- Que estás enamorada de él.

Yo.- No, yo no estoy enamorada de Kyle... No estamos hablando de mí. Estamos hablando de ti y de que debes tomarte esta poción. 

Alin.- Neulai.... Agradezco que quieras ayudarme, pero en serio, no quiero correr el riesgo de convertirme en un vampiro.

Jonathan.- ¡Alin! — la abrazó. Le había pedido a Jonathan que me ayudará a convencer a Alin. Se lo dije dos horas antes de que ella llegara. Cuando se enteró de que Alin tiene poco tiempo de vida, empezó a llorar. Aún tenía los ojos rojos e hinchados.

Alin.- John... ¿qué te pasa?

Jonathan.- Neulai me dijo lo que tienes... Quiero pedirte que tomes la poción o lo que sea que te va a dar. Hazlo por mí — la tomó de las manos. Alin se empezó a sonrojar —, quiero conocerte mejor, saber todo sobre ti, poder hacerte feliz... — Ok, esto está siendo demasiado cursi para mí. Mejor miré a otro lado —. También hazlo por ti, Neulai tiene razón... Eres muy jóven y tienes muchas cosas por hacer. Cosas que, en el tiempo que posiblemente te queda, no podrás hacer. La única oportunidad que tienes es esa cosa rara... Por favor Alin... No quiero que te mueras. No ahora. Es demasiado pronto — escuché que empezó a sollozar. Estaba a nada de volver a llorar — Tú y yo tenemos que vivir juntos, convertirnos en novios, esposos, tener diez hijos, verlos crecer, castigarlos en el sótano cuando se porten mal — Alin se rió un poco —, dejar que ellos hagan su vida, nosotros tenemos que vivir hasta los cien años y entonces ya podremos morir en paz. Pero eso puede esperar. Lo único que te pido ahora es que tomes eso para que podamos tener una oportunidad juntos...

Alin.- John... No sé... Es muy lindo lo que dijiste, pero no quiero correr el riesgo de convertirme en un... — de repente no escuché nada. Me giré para verlos. Jonathan estaba besando a mi hermana. 

   No es precisamente a lo que me refería cuando le dije que me ayude a convencerla, pero supongo que eso ayudará bastante.

   Después de unos segundos, Jonathan se separó de Alin y apoyó su frente con la de ella.

Jonathan.- Por favor... — Alin se quedó callada un buen rato hasta que al fin habló:

Alin.- Está bien... La voy a tomar...

Decebal

Velkan.- Quizás venir justamente a esta parte de Rumania, no fue la mejor idea — Velkan seguía corriendo a pesar de que ya no nos seguía nadie.

   Yo pensé que mi papá no haría lo que dijo de encargarse de que todos los lobos me siguieran. Pensé que se olvidaría de mí como olvido a Traian. 

   Desde que llegué, todos los lobos que me he encontrado, han intentado matarme. 

Decebal.- Puede ser, pero tampoco quiero acercarme demasiado a Transilvania.

Velkan.- Yo tampoco, pero es la única forma de que no corramos tanto riesgo. Si vamos a Transilvania podremos estar más tranquilos — suspiré. Velkan tenía razón. En Transilvania casi no hay lobos y no tendríamos tantos problemas con ellos. El único detalle son los vampiros.

Yo.- ¿Y que hay de los vampiros?

Velkan.- Mientras no nos metamos con ellos, estaremos bien.

Yo.- Está bien... Será mejor que nos vayamos a Transilvania.

   Velkan sonrió. Yo seguía sin estar muy convencido, pero no tenía otra alternativa. Lo único que me calmaba era que Neulai está en Estados Unidos, así que al menos no tendría que encontrarme con ella.