XLI

19 2 1
                                    

Decebal

Esta vez Emmeran me citó en una especie de bodega. Él ya estaba ahí.

Yo.- Lo siento... No me fije de la hora... Me quedé dormido.

Emmeran.- No pasa nada. Me dio tiempo a organizar unas cosas. ¿Por qué te quedaste dormido?

Yo.- Estuve practicando y después me quedé leyendo un poco.

Emmeran.- ¿Y qué aprendiste?

Yo.- Sobre Lilith... Me hizo gracia que el lobo del que se enamoró Lilith se llama como tú.

Emmeran.- Sí... Mis padres me pusieron así por ese lobo. Dicen que a pesar de haber hecho un pacto de sangre con un vampiro, fue muy importante para todos. Me alegra que sí estés leyendo el libro. Pensé que nada más lo dejarías en algún rincón. Como sea. Hoy lo que haremos será tu capacidad visual y memoria. Quiero que mires la bodega y recuerdes muy bien todo. Dónde está cada cosa, su posición, el color de todo — me dio unos segundos. Yo ya lo tenía todo. Al menos eso creía — Ahora quiero que salgas de la bodega. Moveré algunas cosas de lugar y cuando entres, debes de decirme que moví. ¿Listo? — asentí.

   Salí de la bodega. Pasaron pocos minutos y abrió la puerta. Yo entré y miré todo. Era claro lo que había hecho: movió una de las cajas que estaban encima de una mesa.

   Así seguimos un rato más. Cada vez movía cosas más pequeñas hasta que puso uno más complicado.

Emmeran.- Dime, ¿qué fue lo que cambio? — miré todo. Debo de aceptar que ahora me tarde mucho más. No estaba totalmente seguro, pero creo que lo tenía.

Yo.- La tapa de los frascos de la mesa del fondo. El de la izquierda tenía la tapa negra y el de la derecha tenía la tapa amarilla. Están al revés.

Emmeran.- ¿Y no sería más fácil decir que cambié los frascos de lugar?

Yo.- No. Los frascos están en el mismo lugar. Lo único que cambiaste fueron las tapas.

Emmeran.- ¿Seguro? — me miró. Hizo que empezara a dudar. En ninguna de las anteriores me había dicho eso. Sólo me decía bien o mal.

Yo.- Pues... Sí...

Emmeran.- Según tú, ¿por qué cambié sólo las tapas de lugar?

Yo.- El frasco de la izquierda estaba más limpio, pero el de la derecha estaba un poco sucio y tenía una grieta. Los frascos están igual que antes — él sonrió. Así sonrió las veces que me equivoqué.

Emmeran.- Bien. Sólo cambié las tapas. No creí que fueras tan bueno en esto. Sólo fallaste tres veces. Casi todos suelen fallar en esta prueba. Realmente no he conocido a nadie que pase esto... Sólo tú. ¿Terminaste de leer la historia de Lilith? 

Yo.- No, me quedé en donde habla de los Vhamlof... Tengo curiosidad por saber cómo murió... ¿No podrás adelantarme algo?

Emmeran.- ¿Cómo crees que murió Lilith?

Yo.- Creo que lo que encuentro más lógico es que murió intentando defender a los vampiros y lobos de los Vhamlof — él sonrió.

Emmeran.- Te sorprenderás al saber como murió. Como sea, sólo quedan tres días. Los últimos dos días serán para entrenar. Pondré a prueba tu capacidad auditiva y visual. Veremos si de verdad lograste desarrollarlo bien. El último día podrás estar en casa leyendo. Necesito que termines ese libro antes de enfrentarte a Neulai. Tango algo importante que decirte antes de que te enfrentes a ella. Puedes irte, yo me quedaré un rato a ordenar un poco... — asentí. Emmeran comenzó a mover unas cosas. Yo sólo volví a casa.

Estúpidos humanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora