Capitulo 7.

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Me levanto corriendo de la cama y me apresuro a abrirle las puertas del balcón. Apenas lo hago él entra y moja mi tapete pero no me importa, estoy en shock por verlo aquí —y aún molesta también—. 

— ¡Matt! —. Exclamé y corrí hacia la puerta de mi habitación para cerrarla con candado. Él parece estar temblando y yo siento una punzada de empatía porque yo estaba así hace apenas unas horas —. ¿Por qué viniste aquí y encima en plena tormenta? —.

Pero pronto me doy cuenta de que tambien tiene golpes, conforme me acercaba, notaba los moretones en su cara y algunos rasguños. Seguramente, cortesía de Roger.

— ¿Tienes una toalla? —. Pregunta cruzándose de brazos. Asiento sin responder y saco de mi armario una toalla enorme que más bien parece cobija y se la entrego. Él se la rodea por la espalda y parece aliviado cuando la tiene puesta.

—Siéntate —. Le señalo la cama y él simplemente da unos pasos para sentarse. Hundo la cama junto a él y me quedo mirándolo con una gala de sentimientos encontrados en mi interior que no entiendo. Hay un largo momento de silencio, sólo el sonido de la lluvia y los truenos invade nuestros oídos, es incómodo y nada usual entre nosotros —. ¿Por qué lo hiciste? —. Pregunto sin poder evitar el rencor en mis palabras.

—Vine aquí para hablar contigo —. Susurra débilmente, luego con la misma toalla que le di se la pasa un momento por su cabello rubio para que éste deje de gotear sobre mi cama. Limpia su cara y suelta un suspiro frustrado, luego sus ojos azules encuentran los míos —. Roger me odia y lo sabes. Las cosas que él dijo no son ciertas, tú sabes que yo no te engañaría, tú me conoces Mer—. 

Pero por algún extraño motivo no le creo. Por primera y única vez en nuestra relación de ya medio año no confío en lo que me dice. Quizá es porque Roger sonaba tan sincero y enojado cuando mencionó lo del engaño. A Roger lo conozco mejor que a Matt, es por eso que creo más en la palabra de mi mejor amigo que en la de mi novio, sé que debería creerles a ambos pero algo en mi interior me dice que no lo haga. 

—No sé si creerte. —Digo sincera y agacho la mirada. De pronto él se pega completamente a mí y nuestras piernas se tocan, así que moja levemente mi pijama. 

— ¿Qué dices? Nunca te he fallado cielo… por Dios, Roger sólo quiere separarnos. Lo quiso desde el primer día en que me conoció, me odia porque soy el capitán del equipo y él nunca pudo unírsenos. ¿Hasta ahora te das cuenta? —. No me aparta la mirada y siento mi pulso acelerarse, de nuevo no me trago sus palabras —Es tu mejor amigo y respeto eso, pero lo que hizo hoy rebasó mis límites. Estaba acariciando tu cintura y jugaba contigo como si fueran novios. ¿Crees que me iba a quedar sin hacer nada? ¿Qué harías tú si me vieras con una chica así? —.

Lo último que ha dicho es cierto y es lo primero que le creo. Me muerdo una uña y él me baja la mano suavemente de la boca, la sostiene con la suya y luego entrelaza nuestros dedos. 

—Oye..—. Susurra besando mis nudillos. Siento un revoloteo grande en mi estómago que no puedo evitar. Él es mi novio después de todo, estoy con él porque me gusta, lo quiero y se supone que debería confiar en sus palabras. —Perdóname por haberme peleado con él, no me controlé… —.

Con la mano que tiene suelta me toma por la cintura y me pega tanto a él que en un dos por tres lo tengo a centímetros de mi rostro… y mi boca.

— ¿Prometes que no se repetirá? —Pregunto mirándolo directamente a los ojos —. ¿Y que ya no tendrás celos enfermos cuando esté con él? —Él frunce el ceño no muy convencido y encorva una sonrisa —¿Promételo? 

— ¿Celos enfermos? Pero él estaba…

—Promételo —. Lo interrumpo. Él suspira rendido y acaricia mi espalda. 

—Lo prometo —. Concluye —.Pero sólo porque te amo. 

Sólo porque me ama. Me ama. ME AMA. Dios, es la primera vez que me lo dice. Me quedo sin habla y no puedo gesticular ni un poco. Mi cuerpo entero deja de responderme y mi cerebro trata de capturar lentamente su confesión. Una sensación de culpa que no entiendo me atraviesa, quiero responderle un “Yo también” pero las palabras no salen de mi boca, es como si no existieran en mi vocabulario ahora.

Como mi silencio se prolonga demasiado él opta por besarme para confirmar su punto. Aprieta mi cintura y me sube a su regazo, me mantengo ahí mientras mi pijama se humedece por sus ropas mojadas y mis labios apenas exploran los suyos. No estoy besándolo como debería hacerlo y siempre lo hago, estoy tan aturdida que apenas muevo mi boca. Cualquier otro día me lo comería entero y el deseo ardería en mi piel, pero ahora algo ha cambiado, no logro sentir mucho al besarlo, apenas tengo ganas de hacerlo y es como si algo dentro de mí se hubiera apagado.

¿Qué demonios me pasa? ¡Es Matt, mi novio! Me obligo a disfrutarlo, lo rodeo por el cuello y realmente estoy obligándome a hacerlo. No lo entiendo, empiezo a sentir una opresión en mi pecho que me avisa de algo malo, no sé que es pero no me siento bien. Cuando quiero separarme para decirle que paremos él me empuja a la cama y caigo sobre mis almohadas. Se pone de cuclillas sobre mí y el beso toma un camino diferente, caliente y deseoso. No puedo negar que mi cuerpo responde bien a sus besos y caricias, pero mis sentidos no están presentes, mi corazón no palpita igual, mi estómago no revolotea tan lindo como de costumbre. De pronto baja a mi cuello y me besa, y es cuando aprovecho para empujarlo del pecho e incorporarme. Él frunce el ceño sin comprender.

—Espera… —Suplico agitada. Su mirada azul es preocupante así que me hace caso y se sienta de nuevo.

— ¿Hice algo mal? —. Pregunta confundido. Sus labios entreabiertos, su mirada enamorada y su pecho subiendo y bajando me indican que él siente exactamente lo mismo por mí que antes… pero yo no y no lo entiendo. Me muerdo el labio inferior y continúo mirándolo, Dios, es tan guapo pero… maldita sea, ni yo me entiendo. ¿Por qué no puedo simplemente desearlo y ya? ¿Qué me ha pasado? ¿Desde cuando comenzaron a cambiar mis sentimientos? ¡Agh!

—No, Matt —. Acaricio su mejilla inevitablemente. Él se mantiene serio. —Sólo creo… creo que deberías irte. Mamá y mi hermano están en casa, no quiero malentendidos. 

— ¿No estás lista? —Pregunta sin preámbulos y directo al grano. Yo suspiro y no sé porque me ruborizo. 

—Eso también —susurro—, ¿Lo entiendes?

—Por supuesto —Dice sin problema —Supongo que… —Se pone de pie y se quita la toalla que le presté —Te veré mañana. 

Asiento con la cabeza y me paro también. Él me sonríe, contagiándome. Se acerca y me planta un suave y tierno beso en los labios. 

—No olvides que te amo —. Es lo último que dice y de nuevo me atraganto sin poder hablar. Asiento con la cabeza y sé que me he visto estúpidamente tonta y que seguramente lo estoy lastimando por dentro. No quiero, demonios, no quiero lastimarlo pero es que simplemente no puedo decirlo aún. Él suspira y suena decepcionado, pero sé que me entiende… él siempre me entiende y es por eso que lo quiero. Se da la vuelta y con un Adiós abre las puertas del balcón.

—Te quiero —. Susurro, y no sé porque siento que alguien invisible está con una pistola a mi lado a punto de matarme por haberlo dicho. Es frustrante, no lo entiendo, ¡No lo entiendo!

Empiezo a desesperarme pero no lo doy a conocer. Es una maldita sensación que me grita que soy una mentirosa y pagaré por ello. Es como si alguien estuviera observándome desde la oscuridad esperando a que Matt se vaya para atacarme. Es una sensación muy parecida a la que siento cuando veo al desconocido con perfume caro. Salgo de mis pensamientos y Matt sonríe pero la sonrisa no alcanza el mismo brillo en sus ojos. Se da la vuelta, da unos pasos, se sujeta entre el barandal de madera del balcón y el gran árbol enfrente, y con un brinco profesional desaparece de mi vista.

Cierro las puertas cristalinas y también corro las cortinas rosas pasteles haciendo que mi habitación quede levemente oscura. Me lanzo de espaldas en mi cama y cuando voy a pensar en todo lo ocurrido hoy la voz de mi madre me sobresalta.

— ¡Meredith, a cenar! —Grita, y sé que no debo protestar, ya habrá tiempo para analizar lo ocurrido los últimos días… creo.

Twitter: @biebaslovers

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