El miércoles se pasa tan lento que apenas tuve la noción del tiempo. Todo lo que hice fue estar acostada en mi cama “reposando” y viendo televisión sin salir de casa ni para tirar la basura. Es increíblemente frustrante pero sé que me será imposible salirme con la mía esta vez, mamá se ha quedado menos tiempo en el trabajo sólo para vigilarme y Johnny se la pasa jugando videojuegos en su habitación ya que él tampoco puede ir a la escuela debido a su lesión en el brazo.
Definitivamente somos dos hermanos sin suerte.
El jueves por la tarde me encuentro recargada en el respaldo de mi cama viendo videos en Youtube cuando de pronto una idea viene a mi cabeza: investigar sobre Justin. ¿Cómo no lo había pensado antes? Cierro el canal de videos de Coldplay, —es mi grupo favorito—, y me voy directo a Google.
Una vez ahí tecleo Personas con habilidades sobrenaturales en el buscador y me arroja aproximadamente cinco millones de resultados. Empiezo a leer los títulos de las páginas y uno en especial llama mi atención. Habla de que los Anómalos son personas con habilidades sobrenaturales, pero se refiere a varias categorías como Anómalos Mutantes, Anómalos Mentalistas, Anómalos Manipuladores, Anómalos Elementalistas, y Anómalos Magos… esta última habla sobre fuerzas místicas y magia negra y blanca, ¿Podría ser posible que Justin sea mago? No lo sé, pero no me convence.
Me salgo de la página y busco más adelante cuando una palabra capta mi atención; <<LEVITACIÓN>>.
Inmediatamente cambio de rumbo y tecleo esa palabra en el buscador, entro a la primera página y leo la definición: «Se denomina levitación al efecto por el que un cuerpo u objeto se halla en suspensión estable en el aire, sin mediar de otro objeto físico en contacto con el primero que sustente al que levita o "flota"».
Eso sin duda me ha puesto a pensar mucho. Un cuerpo u objeto que se haya estable en el aire sin nada más que lo sostenga. Justin pudo mantener a Matt por varios segundos flotando metros arriba del suelo así que tengo que saber más.
Más abajo doy clic sobre el título; <<LEVITACIÓN Y TELEKINESIS, RETO AL SENTIDO COMÚN>>.
Por algún motivo mi pulso se acelera cuando comienzo a leer:
«Se ha hablado tanto de fervor místico de ciertos santos que levitaban ante la mirada perpleja de los testigos, que sería bueno saber si hubo algo de cierto en aquellos milagros, ya que se trata de fenómenos sucedidos en el pasado. Puesto que levantarse del suelo y vencer la fuerza de la gravedad sin ayuda de un soporte material va en contra de las leyes de la naturaleza, los científicos no han vacilado en afirmar que, en los casos de levitación de los que tanto se ha hablado, existía únicamente un acentuado sentimiento religioso que hacía sentirse a los santos como si volarán, siendo realidad que jamás abandonaron sus rodillas el suelo donde rezaban hincados».
«Grabado inglés del año 1681, mostrando un caso de levitación sucedido entre gente no religiosa, de manera espontánea. Esta clase de fenómenos paranormales procuraba ser silen-ciada, porque se le asociaba con Satanás y la brujería».
Valla… Satanás y brujería.
Esto no es tan lindo como lo pensé. Trago saliva y continúo leyendo lo que luce más importante.
«Curiosamente, casi todos los casos de santos que levitaron se produjeron entre los siglos XVI y XVIII. En el siglo XVII le tocó a José de Cupertino protagonizar unas levitaciones que lo tenían contra el techo durante unos minutos o bien unos vuelos que le obligaban a asirse a los muebles para intentar evitarlos. Este grabado francés de San José de Cupertino pertenece al siglo XIX. Se ha logrado reunir más de 200 ejemplares de santos que levitaron en algún momento en su vida, y casi todos sucedieron en los siglos XVI al XVIII. A partir de entonces, disminuyeron en números estos actos, de manera apreciable, como si los santos de antes fueran más y mejores que los de ahora».