Estiró sus extremidades y cayó a la cama como una estrella de mar. Un sonido bastante poco masculino salió de sus labios, pero daba igual. Se sentía tan bien en su cama que podía soltar todos los sonidos extraños del mundo y le daría igual. Después de todo había estado metido en el auto durante dos días seguidos junto a su familia y realmente no había sido un viaje placentero, al menos para él. Mediante fotos había visto lo genial que había sido el año nuevo para los chicos quienes después de estar con sus familias se habían juntado y habían ido a beber cervezas. ¡Sin él! Era totalmente injusto que mientras ellos estaban divertidísimos él tenía que estar visitando a una tía que apenas conocía. Pero ya estaba de regreso, y eso era algo bueno.
Tres días después de comenzar el año todas sus resoluciones de año nuevo se le habían olvidado. Era totalmente ridículo pensar en que iba a desarrollar músculos y todavía más que iba a crecer diez centímetros. Aunque esa en torno a Gerard no se veía tan lejana, era una especie de 'algo' de todos modos. Aunque sólo se dieran besos y se trataran como amigos. Normalmente, y hasta donde él sabía, los amigos no se daban besos en la boca ni se decían cosas tiernas... ¿cierto? Al menos Gerard no hacía eso con sus otros amigos, y eso hacía que eso entre ellos fuera especial. Su resolución de año nuevo era darle nombre a ese algo. Novios, quizás. Aunque no podía evitar pensar que en unos meses Gerard iba a graduarse y entonces posiblemente todo eso que tenían o que podrían tener iba a quebrarse en mil pedacitos.
Se frotó los ojos y miró una última vez la selfie de sus tres amigos antes de bloquear la pantalla del teléfono. A lo lejos podía escuchar a su mamá discutir sobre lo injusto que era que papá no quisiera ocuparse de la ropa sucia y lo inconscientes que eran sus dos hijos al haberse encerrado cada quién en su cuarto. Pero es que él estaba cansado, y su hermana tenía un blog en Tumblr.
Un suspiro abandonó sus labios cuando decidió que definitivamente no iba a poder dormir en lo absoluto y fue a ponerse de pie junto a la ventana. Anochecía, y la ciudad era genial cuando anochecía. Si se concentraba podía ver su vacío colegio a lo lejos, y se sentía estúpido al desear que las vacaciones de invierno terminaran para poder volver. Extrañaba ver a los chicos todos los días, extrañaba tanto a Gerard.
Decidió, sin embargo, perderse en la música de Nirvana y fingir que estaba dando un concierto mientras intentaba ordenar su asquerosa habitación. Aunque era bastante imposible hacerlo, todo era un caos y parecía que alguien había muerto ahí. De todos modos decidió darse un descanso cuando su madre tocó su puerta para ofrecerle comida, aunque no había avanzado demasiado sentía que lo merecía. Se sentó sobre la cama y sonrió para sus adentros cuando el reproductor saltó a una canción de David Bowie. Si tenía canciones suyas descargadas de manera ilegal era sólo por culpa de Gerard Way.
— ¡Frank! —Gritó su madre, él intentó ignorarla— ¡Ven ahora!
Dejó ir un bufido y se bebió el jugo de piña de un sorbo antes de salir de su habitación. Afuera olía mucho mejor. Siguió la voz hasta la pequeña cocina y se encontró a su madre sentada a la mesa.
— ¿Qué? —Dijo, sabía que no sonaba amable en lo absoluto.
— Tus amiguitos vinieron a visitarte. Ve a abrirles la puerta.
Frank abrió los ojos enormemente.
— ¿Por qué no me dijiste antes? —Se quejó, y corriendo fue a abrir la puerta. No había nadie ahí, y cuando se asomó al pasillo vio que el ascensor acababa de llegar al piso. Dos siluetas salieron, aunque era fácil adivinar de quienes se trataba.
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the drama club • frerard
FanfictionEl nuevo colegio privado es todo lo que Frank jamás deseó. Materias demasiado difíciles, profesores demasiado estrictos, un uniforme demasiado aburrido y un montón de idiotas aburridos. Y obviamente el club de drama al que es obligado a asistir para...