Cuando abrió los ojos esa mañana a las 6:00 am como todos los días no fue el cielo tras su ventana, o el frío del suelo lo que le hizo tener el presentimiento de que ese día seria uno muy ajetreado. No, por el contrario, esa mañana después de ir a correr por media hora al parque cercano a su apartamento y de tomar un baño, después de preparar su desayuno y comer mientras leía el periódico, todo se empeñó en hacerle ver ese día como un día normal, hasta que en algún punto mientras tomaba su ropa para ir a su trabajo un mensaje le llego.
Solo una dirección, nada más, y eso no era bueno, porque el solo tener una dirección significaba que su presencia era requerida con urgencia. Así que después de mirar el claro cielo de esa mañana una incomodidad se posó en su corazón y sin preámbulos se dirigió a Nowon–gu.
Bajo de su automóvil después de casi una hora manejando y cruzo la calle donde ya un gentío se había juntado. Le molestaba de sobremanera el tener que hacer su trabajo en medio de tanto alboroto pero también comprendía que la mente humana es de naturaleza mórbida. Y nada llama más a la curiosidad enferma que el cuerpo de una persona muerta. Se abrió paso entre la gente que parada observaba lo que sucedida detrás de la barrera puesta por la policía. Se acercó a la cinta amarilla que prohibía el paso y un oficial uniformado le cortó el paso antes de entrar, miró fijamente al hombre y noto lo amarillento de su piel y el ligero sudor que perlaba su frente y sus patillas. Sin decir mucho le mostró su identificación. Poco a poco comenzaba a hacerse una idea de lo que encontraría.
–Dr. Kim Seokjin. Forense. –dijo y el oficial rápidamente se apartó dejándole el camino libre frente a él después de disculparse con él.
Camino unos 10 metros más dejando el gentío y el murmullo mal disimulado de las personas atrás hasta llegar a donde una gran lona blanca cubría lo que debía ser el cuerpo por el cual estaba ahí. Miro de reojo a su alrededor y noto el miedo y el asco en las expresiones de cada oficial y su presentimiento de que lo que había debajo de la lona no debía ser algo fácil de procesar solo crecía más y más.
–Al fin llegas Jin. – dijo la voz grave de un chico en traje parado justo al lado del cuerpo. Le miro y frunció el ceño ante su presencia.
–Namjoon. – el joven detective le miro y recibió la misma simpatía. Había algo en él joven que no le agradaba, era simplemente esa aura de superioridad quizá, o tal vez el hecho de que su mirada era siempre la de alguien juzgando el trabajo de todos a su alrededor, como si nadie fuera lo suficientemente bueno a sus ojos. Y, está bien, admitía que quizá, solo quizá se debía a que Kim Namjoon era un joven prodigio; guapo, capaz, de familia bien acomodada y que aparte de todo tenía una inteligencia bien dotada. Si, tal vez era el hecho de que a su joven edad ya ostentara el puesto de Detective en una ciudad tan competitiva como Seúl. Simplemente no soportaba ver lo fácil que la vida trataba a Namjoon, dándole todo cuando a él no le dio nada y tuvo que pelear con uñas y dientes para tener lo que ahora tenía.
–Mi horario es de 8 am a 8 pm. –dijo secamente sin dirigirle ni una mirada al joven de cabellera dorada. El detective solo giro los ojos hastiado, por alguna razón su relación con el mayor nunca había sido buena, aunque solo tenía un par de meses de conocerlo. – ¿Y qué estás haciendo aquí? Es un caso de ligas mayores y tú aun eres un detective polluelo. –Dijo sonriendo aun sin verlo, era consciente de la relación entre el joven y su jefe. Namjoon solo frunció el ceño al ser subestimado de nuevo.
–He sido asignado a este caso como investigador líder. – dijo y noto como el mayor guardo silencio.
Aquello solo hacía que esa sombra en su corazón creciera más, ¿Podía ser la vida más injusta? ¿Que había hecho Kim Namjoon para tener tantas oportunidades tan fácilmente? ¿Bajo qué estrella había nacido el joven detective?
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The Copycat
FanfictionNamjoon es un oficial de policía recientemente ascendido a detective después del arresto de un traficante de blancas. Su nuevo ascenso y la popularidad con el público le hacen el enemigo indirecto de los demás detectives. El capitán mira un gran a...