Parte 3: Capitulo 6

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Es mañana todo se sentía ligeramente diferente a pasar de la normalidad ya hace tiempo instaurada en su rutina. El desayuno fue regular, se vistió y como todos los días salió a caminar por un rato, le ayudaba a aclarar su mente, a despejar sus dudas y liberarse de preocupaciones. Pero ese día en especial no fue así. Al salir de casa fue como huir de la ansiedad de la espera y meterse de lleno en sus cavilaciones. Ese día era diferente, no en la manera en como comenzó su día pero si en la expectación de lo que vendría. Su mente no tardo un segundo en ir en dirección a Kim Minseok en el momento que puso un pie fuera de la casa. 

Decir que se había sorprendido seria un eufemismo. Tal vez la inactividad, tal vez la rutina o quizá su autodesprecio se había vuelto una venda sobre los ojos y se había interpuesto entre él y la verdad. Debió saberlo, se culpó. Pero la realidad era que no lo hizo y en su cuello colgaba un yugo de inseguridad. No podía parar de pensar, de preguntarse ¿Qué era lo mas sorprendente... saber que fue Minseok o no haberlo sabido de antemano? Su mente daba vueltas a la misma pregunta como un carrusel. 

¿Cómo no lo vio?

Los recuerdos se aglopaban en su mente mientras el ruido de la cuidad despertando lo rodeaba. Cada interacción, platica o encuentro iban y venían, intentando dilucidar que es lo que no vio, en que momento ignoro las señales, pero nada brillaba bajo su intenso escrutinio y de nuevo la culpa se cernió sobre su corazón. Debió saberlo, era su trabajo saber, era su miseria el saber y ver de mas pero cuando lo necesito, estuvo tan ciego como iluso. 

Justo cuando sintió que la ansiedad crecía en su estomago como vórtice y el aire parecía cada vez mas difícil de conseguir, se obligo a cerrar los ojos y recordar lo que Chanyeol siempre decía, "no puedes cambiar el pasado". Y era cierto. El error ya había sido cometido y no había marcha atrás para remediarlo, ahora todo lo que quedaba era esperar. Porque podía no tener la capacidad de volver en el tiempo y evitar su error, pero si podía corregir el futuro. 

De nuevo el aire lleno sus pulmones y su corazón volvió a latir con fuera en su pecho mientras alzaba su mirada entre los edificios y los arboles, preparándose para lo que ese día tenia preparado. De nuevo, nada se sentía como normalmente, no era un día cualquiera... y nada seria igual.

...

Había pensado en ponerse su uniforme. De alguna manera era como un ritual, pero esa mañana en especifico y mientras veía su placa de oficial, una zozobra le estrujo el pecho y no pudo animarse a vestir el uniforme. 

No se sentía bien. No era natural. Era una deshonra.

Por mas que intento, pensó y dio vueltas a la idea de usarlo, sabia que ese día, en especifico ese día, seria un pecado vestir formal. Hoy, quizá deshonraría el uniforme.

Los ojos decepcionados de Minwoo le miraron desde algún lugar en el cielo y quiso con todas sus fuerzas esconderse de aquel escrutinio. Pero no podía, porque Minwoo estaba muerto, y él iba a vengarlo.

Su corazón palpito tan fuerte que creyó se le saldría por la boca, era como tenerlo atorado en la garganta y resistir el vomitarlo en el suelo. Debía dejarse de estupideces, debía hacer lo correcto.

La venganza es lo correcto.

Lo correcto es la justicia.

La venganza es justicia.

La justicia no es violencia.

La violencia es paz.

La paz no es real.

Lo único real es el dolor.

Apretó sus manos nuevamente sobre su camisa del uniforme, indeciso. 

The CopycatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora