Parte 4: Capitulo 4

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El boulevard se extendía frente a él prácticamente vacío. 28 de Febrero, una y media de la mañana y él no sabía cómo expresar lo que sentía. Una parte de su mente le decía que se apresurara y sentía que podría entrar en pánico realmente pero, extrañamente no lo estaba. Otra parte de su mente intentaba analizar las finitas posibilidades con fatales consecuencias, más aquello tampoco pasaba. Todo lo que podría decir en ese momento era que solo estaba actuando indiferentemente. Sentía tanto que no sentía nada más que un entumecimiento mental que jamás había sentido antes y se preguntaba, ¿Por qué aquello importaba tanto? Parecía que había mil y un diferentes respuestas, y todas iban y venían tan rápido como las luces apostadas en las calles que desaparecían tras su auto.

Hoseok venía a su lado, también sumido en el mutismo, mirando sin mirar a nada pero no parecía expresar preocupación o ansiedad. Namjoon no sabía cómo sentirse tampoco de ello, por una parte lo odiaba, aborrecía verlo tan inmutable cuando él mismo sentía que algo se estaba derrumbando y por otra parte lo admiraba pues nadie más que Hoseok no le juzgaría por su misma falta de expresión.

La llamada había llegado una hora antes pero el lugar era lejano, casi a las afueras de Seúl en Gangseo-gu, que quedaba en la periferia de Seúl y al otro lado totalmente de Gangnam. Faltaban por lo menos otros diez minutos en auto para llegar ahí, incluso a esa hora de la noche. Después de todo Seúl no solía dormir, demasiados adictos al trabajo y alcohólicos en las calles.

Esos pensamientos intrascendentes eran lo único en que su mente podía enfocarse. No llevaba la radio encendida y el único ruido era el de su motor y el ruido de sus pensamientos. Aquello no pintaba bien.

El oficial que había llamado para informarle había sonado incómodo y no había querido dar muchos detalles, solo dijo que no era bueno. Namjoon se había sentido exasperado por la poca comunicación y había preguntado si era o no Jimin.

El oficial no había podido asegurar que lo era, tampoco que no lo fuera y reitero que aquello no era lindo. Su estómago se había contraído ante la idea misma y se limitó a encerrar todo dentro de un agujero hundido en alguna parte de sus viseras e ignorarlo hasta que fuera oportuno, o explotara en sus entrañas. Lo que pasara primero.

Se levantó demasiado tieso y movió a Hoseok del hombro, la sacudida le cayó algo sorpresiva pues se había quitado la mano de encima casi con un manotazo involuntario pero dos segundos después entendió donde estaba y quien le hablaba.

-¿... Es hora? – pregunto demasiado preparado para su gusto pero simplemente asintió y fue a despertar a los otros dos.

Tanto Taehyung como Jungkook habían insistido en ir pero solo ellos tenían jurisdicción. Jungkook, aunque oficial, era un patrullero y tenía un distrito que atender, no podía irse por toda la ciudad apareciendo en escenas... escenas del crimen. Taehyung ni siquiera tenía que mencionarlo. Y a pesar de la resistencia que no era del todo bienvenida a esas horas y con ese cansancio, Jungkook finalmente cedió y decidió esperar con Taehyung ahí.

Y ahora estaban ahí. Tensos, impasibles, preparándose mentalmente ya fuera consciente o inconsciente para enfrentar la realidad.

Al llegar, bajaron del auto y caminaron hasta el acordonado de la policía. Los oficiales estaban ahí, vigilando aunque no hubiera espectadores. Con solo mostrar su insignia les dejaron pasar y si hubo un momento para dejarse llevar por sus emociones, ese ya había pasado y lo habían perdido pues en ese instante era momento de trabajar.

A pesar de sus consecuencias.

...

12:30 AM

The CopycatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora