Parte 34

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Esa mañana Jihoon apareció en el edificio de las oficinas de la empresa. No saludo a nadie, paso de frente con pasos firmes apretando el sobre que tenía en sus manos, tomo el elevador hasta el piso correcto y fue directo hasta el lugar donde debía ir. Una de las recepcionistas corrió detrás de él diciéndole que su padre no puede recibir a nadie en este momento pero el castaño ignoro las palabras, seguía firme hasta la puerta de aquella oficina y sin tocar empujo la puerta encontrándose con la mirada de su padre.

-Lo siento... le dije que usted estaba ocupado y...-

-¿Es urgente?- pregunto el hombre mayor interrumpiendo a su secretaria.

-Es muy urgente- respondió Jihoon y luego de una señal aquella mujer se retiró dejando a ellos dos solos.

Ni bien la puerta había sido cerrada Jihoon camino hasta el escritorio de su padre y lanzo el sobre que contenía el disco. Su padre dudoso del comportamiento de su hijo abrió el sobre, saco es disco y no pregunto que contenía, solo lo inserto en aquella laptop, pasaron segundos y el castaño notaba como las expresiones de su padre se volvían más serias conforme miraba el contenido.

-¿Qué es esto?- pregunto.

-Han secuestrado a Taeil. Recibí ese sobre esta mañana junto con unas flores y luego me llamaron ¿Sabes quiénes son?- el castaño hacia lo posible para no gritar lo suficiente.

-¿Te hablaron de mí?-

-Me dijeron que tú los conoces-

El padre de Jihoon respiro hondo, miro las imágenes otra vez y luego saco el disco.

-Están pidiendo 50 millones en cuatro días, solo tenemos cuatro días-

-Estos tipos están llegando demasiado lejos- pero aún con todo ese enojo Jihoon veía como su padre guardaba el disco en uno de sus cajones y volvía a trabajar como si nada hubiera pasado.

-¡¿No vas a hacer nada?!- pregunto Jihoon exaltado.

-Que secuestren a tu novio es tú problema. No pretendas que regale 50 millones para liberar a ese capricho tuyo-

El castaño no podía creer lo frio y escalofriante que sonaba su padre en esos momentos. Lo observo con ira, simplemente ese hombre lo estaba ignorando, no le importó nada.

-Ya te puedes retirar, estoy ocupado-

Aquellas palabras fueron la última gota que derramo el vaso, fue la cúspide el enojo. Jihoon camino de un lado a otro para después tirar al suelo documentos y adornos que estaban sobre aquel escritorio.

-¡¿Cómo puedes ser tan frio?!- grito esta vez sin importarle si alguien más lo escuchara.

-¡Basta Jihoon!- Aquel hombre se colocó de pie mirando como su hijo empezaba a tirar al suelo todo lo que encontraba en ese lugar.

-¡Te digo que mi novio está secuestrado!, ¡¿No te importa la felicidad de tu hijo?!, ¿Qué clase de padre eres?-

Jihoon se detuvo en ese momento, estaba llorando de tanto enojarse, de sentirse impotente ante la forma en la que era ignorado. Su padre se levantó tomándolo de los hombros para calmarlo, conocía bien a su hijo así como también sabia como calmar aquellos ataques.

-¡Cálmate y escúchame!- grito sacudiéndolo –Te voy a ayudar pero si sigues haciendo estos desastres créeme que dejare esto a un lado ¿Eso quieres?-

El castaño negó con la cabeza y aún con lágrimas en sus ojos se sentó tratando de calmarse.

-Llama a tus hombres que yo haré lo mismo con los míos, hablare con ellos para pensar en algo y luego te avisare-

Devuélveme las alasWhere stories live. Discover now