Devuélveme las alas

Parte 83

Ninguno de los dos estaba con ganas de mirarse o hacer el habla a pesar que estaban frente a frente mirando hacia los costados de aquella mesa. A él le pareció muy interesante el detalle del porta servilletas así que trato de distraerse lo más que pudo aunque se moría de ganas de hablar.

-¿Y cómo te va en la universidad?-

En ese momento Kyung levanto la mirada dejando de lado su interés por aquel material y se acomodó un poco el abrigo.

-Bien...- respondió nervioso –Es interesante-

Ella asintió acomodándose un poco el cabello detrás de su oído. Ha pasado algo de tiempo y lo que más podía destacar de la persona que tenía al frente es que su cabello estaba algo más largo que la última vez.

-¿Y tú como estas?-

Eunha junto sus manos sobre la mesa mirando sus dedos.

-Bien, mucho mejor-

Él asintió mostrándose interesado hasta que vio las bebidas llegar junto con otros aperitivos de aquel café. Se quedaron quietos mirando toda la comida y mientras tanto Kyung se preguntaba cómo es que llego a ese lugar acompañado de la última persona que deseaba ver. Pasaron unos meses desde que no supo nada de Eunha pero ella simplemente apareció en la puerta de su universidad para pedirle tomar un café, era raro pero no quiso negarle la invitación.

-¿Tienes amigos en la universidad?- pregunto ella acercando al taza de café.

-Sí, ya sabes que soy algo sociable-

Eunha sonrió bebiendo de su chocolate.

-¿Cómo va todo en el hospital?-

La pregunto hizo que ella dejara su taza –Ya deje el hospital-

Kyung se quedó a medio beber ante la respuesta -¿Dejaste el hospital?-

Aquello hizo que ella asintiera con un poco de tristeza.

-Fue duro pero creo que mi tiempo en ese lugar era suficiente-

-¿Qué haces ahora?-

Otra vez Eunha sonrió –Me tomo una vacaciones...- respondió bebiendo otra vez algo de chocolate –Antes de irme-

Él se quedó la parte inferior de su labio cuando escucho la última oración y la miro sorprendió.

-No entiendo-

Quizás no era nada fácil explicarlo pero Eunha acomodo bien su taza tomando una galleta del plato.

-Papá quiere que vaya con él a Cuba... unos 5 años-

Kyung no captaba ni media idea de lo que pasaba ahora. Estuvo sorprendido cuando vio a Eunha buscarlo haciendo que su tonto corazón latiera como loco para después escuchar esta estúpida noticia. Ella era cruel.

-¿Tú aceptaste ir con él?- pregunto tratando de no sonar molesto.

-Sí- respondió algo nerviosa –Han pasado muchas cosas... las cuales necesito olvidar-

Él entendía completamente su decisión, sabía exactamente porque se estaba dando un tiempo lejos de Corea, el problema es que no entendía la razón para decírselo así que bajo la mirada mirando su taza de café.

-¿Por eso me buscaste?-

Hubo un corto silencio hasta que ella tomara algo de su bebida y se quedara mirando a Kyung un momento para que pueda responder.

-No quería irme sin agradecerte todo lo que hiciste por mí y por los niños- se acomodó otra vez el cabello –Y disculparme por enojarme contigo por cosas tontas-