"-Quiero pasar navidad con mis abuelos-"
Esa oración estuvo dando vueltas en la cabeza de ambos, quizás demasiado que no podían dormir, a Taeil se le partió un poco el corazón cuando escucho a su hija de 4 años decir aquello en su festival de navidad en la escuela, recordaba verla apretar esa carta en forma de corazón contra su pecho.
-¿No puedes dormir verdad?- la voz profunda de Jihoon lo distrajo haciendo que voltee a verlo y se acostó de lado.
-¿No sentiste un nudo en la garganta cuando la escuchaste?- pregunto Taeil –Ella está comenzando a notarlo-
El castaño lo abrazo dándole un beso en la frente, por supuesto que si le dolió las palabras de su niña, al parecer tarde o temprano eso sucedería.
-Ella ya tiene cuatro años y parecer darse cuenta la ausencia de su abuelo en la mayoría de festividades-
-¿Quieres que deje a la niña con ellos en el almuerzo?- Jihoon se separó un poco de él.
-Creo que pasar navidad en casa de tus padres seria el mejor regalo para ella- respondió Taeil, el conocía la respuesta del castaño y ya estaba mirando la expresión seria de su esposo.
-Sabes que me cuesta mucho verlo en cada cumpleaños de ella-
Taeil respiro hondo –Es tu padre Jihoon-
-Sí y fue quien casi me arrebata a ti y a la niña de mis manos, tenerlo me da mucho coraje-
-Ha pasado 4 años-
-Y el sentimiento es el mismo-
Tocar ese tema con Jihoon era hablar con una piedra, Taeil tampoco olvidaba ese momento y a pesar que su corazón se fue ablandando con el tiempo sabía que la incomodidad siempre estaba presente las veces que lo tenía frente a frente.
-Sabes que tampoco me hace mucha gracias pero ¿podemos hacerlo por Daeyang?-
Jihoon miro los ojos de su esposo, cuando le ponía esa cara era débil y ahora recordaba porque también era débil con su hija, esos ojos suplicantes podían hacer que él le baje el cielo completo con tal de verlo feliz, el castaño suspiro.
-Pero que sea una sorpresa-
El pelinegro sonrió ampliamente dándole besos pequeños en los labios como agradecimiento, hace 5 años no hubiera hecho lo mismo pero no hay duda que Jihoon y su hija le cambiaron demasiado la vida.
-Me debes una noche buena por esto- Jihoon sonrió de lado aprovechando que tenía una de sus manos cerca del muslo de Taeil para apretar su piel.
El mayor cambio su expresión y golpeo la entrepierna de Jihoon con su rodilla haciendo que este de un salto de dolor pero sin gritar debido a la niña, aquí estaba el Taeil de siempre.
-Buenas noches- Taeil le dio la espalda cubriéndose completamente con la sabana y riéndose de los quejidos que soltaba Jihoon.
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Previas de navidad, como cada 24 de Diciembre el clima parecía decirles que nevaría mucho y que recibirían una blanca navidad. Los preparativos para una noche buena diferente se hicieron desde el día 22 cuando Taeil tuvo el agrado de decirle a YooJin que irían todos a cenar y la madre de Jihoon lloró por el teléfono como si se hubiera ganado la lotería, el pelinegro también sabía que era el mejor regalo para ella ver a todos reunidos en su mesa y su corazón se sentía bien por eso. Él también hablo con sus amigos del cambio este año y les hizo prometer a todos no decirle nada a Daeyang, especialmente Kyung que tenía la mala costumbre de arruinar las sorpresas.
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Devuélveme las alas
RastgeleJihoon necesita tener una familia para que la herencia de su padre quede a su nombre. Taeil necesita más de 2 trabajos para seguir pagando el lugar donde vive con 3 de sus amigos. Cuando en un accidente ellos dos se encuentran, Jihoon cree encontra...