Parte 11

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Taeil estaba sentado en un mullido sofá mientras observaba en silencio la escena de una familia en caos. Estaba pensando en todas las cosas que había perdido en menos de 1 hora, había perdido su trabajo, la dignidad, su primer beso y estaba seguro que también la cabeza.

-¡No le creo nada a tu hijo!- El hombre de edad grito señalando al castaño que tenía un rostro entre preocupación y molestia.

-¡Estoy diciendo la verdad!- Jihoon respondió tratando de mantener la calma y sonar convincente.

-¡Tú!- Esta vez el padre estaba apuntando con el dedo al pelinegro de lentes que no había dicho una palabra en todo el camino -¡¿Qué quieres de mi hijo?!, ¡¿Qué estas planeando?!-

Taeil abrió la boca pero por alguna razón no salían palabras de ella, su cabeza no estaba funcionando con coherencia, tenía ganas inmensas de tirarse por la ventana.

-¡Estamos enamorados!- otra vez Jihoon grito tomando la mano de Taeil y levantándolo de su sitio para estar de pie junto a él, por su parte el pelinegro tenía ganas de arrancarle la mano de un tirón pero nada estaba funcionando con él.

-¡Mentiras!-

-Cálmate querido- La mujer de edad coloco una mano en el hombre de su esposo –Quizás Jihoon está diciendo la verdad, mi corazón de madre me lo dice-

-¡Ja!- el hombre volteo a ver a su esposa y luego a los dos chicos que estaban tomados de la mano –¿No recuerdas las 3 chicas que Jihoon ya nos presentó con la excusa de tener una relación?, ¡todo planeado!-

Taeil alzo la cabeza para ver a Jihoon "Así que no es la primera vez" pensó con recelo.

-Pero esta vez estoy enamorado- El castaño apretó más la mano de Taeil.

-¡¿Desde cuándo?, ¿Por qué no recuerdo que nos hayas hablado de él?!-

Padre e hijo se miraron a los ojos, uno tratando de que el otro suelte la verdad y el otro tratando de hacer respuestas rápidas.

-Desde hace dos años, nunca les hable de él porque sabía que tú no ibas a aceptarlo-

-¡Por supuesto que no!- el padre interrumpió.

-Pero nos hicimos más cercanos, nunca me presente a él como una persona millonaria, él me ama por lo que soy y yo también-

Taeil no podía creer las palabras que estaban saliendo de la boca de Jihoon, sonaban convincentes, se estaba preguntando si la vida del castaño se basaba en mentir las 24 horas del día.

-Ohhh, hijo eso es tan dulce- La madre sonrió a ambos –Querido de verdad están enamorados-

El padre poco a poco se sentó en el sofá para calmar todo el enojo que sentía, se estaba preguntando que hizo mal al criarlo.

-Yo... quiero pasar mi vida junto a él- Jihoon se acomodó cerca a su padre –Es enserio-

El hombre mayor observo los ojos de su hijo y luego los del pelinegro, tenía que encontrar algo que lo convenciera. Se froto las cienes respirando para tranquilizarse.

-Yo te pedí un heredero y veo que no lo harás- las palabras sonaron con decepción, la mujer se sentó al lado de su esposo recostando su cabeza en su hombro.

Jihoon observo a Taeil bajando los ojos hacia la muñeca de Taeil, este por su parte tomo con fuerza la parte donde estaba el tatuaje negando suavemente la cabeza. El castaño lo miro amenazándolo con la mirada y el mayor extendió el brazo resignándose ante la situación.

-En realidad- Jihoon descubrió la muñeca con el tatuaje de tiburón enseñándole a sus padres el código que estaba borroso sobre la piel de Taeil.

Devuélveme las alasWhere stories live. Discover now