Parte 32

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Tenerlo frente a él no era la mejor cosa del mundo, los recuerdos de esos días lo hacían querer aplastar ese rostro que tanto daño le había hecho. Habían pasado años pero el tiempo no cerraba los sentimientos heridos y peor aun cuando fueron dañados de la peor manera, la traición es lo que más odiaba.

-¿A que estás jugando Seyoung?- pregunto el castaño apoyando los brazos sobre la mesa.

El mayor de los dos se acomodó en el sillón de aquella cafetería –Supéralo Jihoon, deja de culparme de todas tus decepciones-

-No me pidas que supere algo que causaste tú-

-Taeil ya me dijo que lo de ustedes es una farsa, te odia como no tienes idea-

-¿Y te aprovechas de eso?-

-Se jugar bien mis cartas- respondió después de beber su café.

Jihoon no podía creer lo fresco que sonaba esa respuesta y aún no sabía como pudo vivir 5 años creyendo en una amistad tan falsa.

-Tú solo quieres molestarme-

Seyoung negó con la cabeza –Es pura casualidad que ese muchacho termine trabajando en mi negocio, ni siquiera sabía que tenía algo que ver contigo-

-Y supongo que ahora que lo sabes has debido disfrutarlo aún más, ni siquiera te has mostrado como eres delante de él-

-Es un chico agradable pero se me hace más agradable saber que tiene algo contigo-

El castaño estaba en la cúspide de su enojo pero por el bien de su imagen solo tenía que aguantar todas esas ridículas confesiones.

-Quiero creer que te gusta Taeil, de lo contrario lo hubieras dejado ir tan fácil-

-¡Él tiene un contrato que cumplir!- grito Jihoon en voz baja.

-Puedo darle casi lo mismo que le ofreces sin problema-

-¿Y luego qué?, ¿lo dejaras como lo hiciste con Sully?-

El último sorbo de café se había terminado, Seyoung empujo su taza a un lado y miro al castaño –Quizás, y en vano será que le cuentes tu versión de la historia porque después de lo que yo le dije dudo mucho que te crea-

Jihoon se froto la cara con una mano, era una molestia seguir escuchándolo –Hagamos algo-

El mayor asintió –Te escucho-

-Si quieres jugar lo haremos así...- el castaño lo miro a los ojos –En una semana Taeil decidirá él solo, no le diremos nada de esto. Si aún con toda la presión de su contrato él se va contigo prometo perder por segunda vez-

-Interesante-

-Pero si en esa semana él decide quedarse así sea a la fuerza entonces tú pierdes y desapareces-

-Esa bien- Seyoung alzo su mano y Jihoon correspondió el gesto en señal de rivalidad. –Que gane el mejor-

Y terminando de decir eso ambos se colocaron de pie saliendo de aquella cafetería rumbo a sus propios destinos. Jihoon tenía una semana para pensar mejor las cosas, había perdido bastante antes como para rendirse fácilmente ahora, probablemente Taeil se lo iba a agradecer.

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Dos días habían pasado desde esa conversación y que mejor ocasión para empezar a mover las cartas de Jihoon. Esta vez tanto él como el pelinegro estaban sentado en la sala de aquella mansión observando como YooJin venía con una bandeja de galletas.

Devuélveme las alasWhere stories live. Discover now