Cuando Taeil despertó aquella mañana los recuerdos de la noche anterior lo golpearon a tal punto que su cara empezó a tomar un color rojo y no sabía si de vergüenza o ira, quizás era una combinación de ambas. El pelinegro no quería salir del cuarto porque sabía que eso sería encontrarse con Jihoon y lo último que quería era ver la cara de ese tipo ya que estaba seguro que el castaño iba a avergonzarlo o decir algo que lo haga enojarse más de lo que ya estaba, aun con eso en mente Taeil recordó del dichoso paseo así que la única opción era salir a enfrentar las cosas. Se paró frente al espejo del cuarto mirándose a través de su reflejo para tomar un poco de confianza y otra vez esos recuerdos atravesaron su mente al ver aquel mueble donde había pasado todo, el pelinegro tenía que salir de ese lugar así que se acercó a la puerta del dormitorio, respiro dos veces y luego lo abrió solo para encontrarse con Jihoon de pie en la sala, acomodando el futon en el que durmió. Ambos se miraron en silencio.
-Si dices algo te voy a romper la nariz- exclamo Taeil apretando los puños.
Jihoon por su parte valoraba mucho su nariz así que solo termino de acomodar todo sin hacer contacto visual con Taeil. Esperaron el desayuno y se sentaron a comer sin hacer ruido o mirarse las caras, había un gran ambiente de incomodidad en ese lugar pero tarde o temprano ese hielo tenía que romperse.
-Recuerda que después de desayunar debemos salir- Jihoon hablo en un tono lineal y Taeil solo seguía comiendo ignorando por completo las palabras del castaño –Y recuerdo también que en la noche tenemos que ir a otro lugar fuera de Tokyo-
Taeil aún con toda esa información seguía atento a su desayuno sin mirar a Jihoon por nada, esto molesto un poco al castaño, de verdad que odiaba cuando el pelinegro hacia eso.
-¿Estas enfadado por lo de ayer?- pregunto pero ni bien termino la pregunta vio como Taeil golpeo la mesa con los palillos y luego los tomo colocando la punta de ello frente al rostro de Jihoon.
-Si sigues te mato, y hablo enserio- Taeil lo amenazo molesto y Jihoon suspiro terminando de desayunar y ordenando todo para salir.
Al igual que el desayuno se pasaron en silencio en todo el camino rumbo al lugar donde Jihoon pensó estar durante el dia. El castaño aparco el auto cerca de la costa y luego caminaron hasta el lugar donde estaba estacionado botes, algunos barcos medianos y yates.
Jihoon camino hasta uno de los yates y volteo a ver a Taeil -Espero que no le tengas miedo al mar-
-Si me muero mejor- Taeil seguía sin mirar al menor y lo siguió.
El castaño había alquilado un yate hasta la hora del almuerzo, Taeil nunca había paseado en uno así que estaba asombrado mirando todo lo que equipaba ese transporte. Tenía 1 habitación, baño, una pequeña cocina, asientos y una mesa para almorzar además de una piscina que era obvio que no se iba a meter con ese viento helado que corría.
-¿Por qué lo alquilaste?- pregunto Taeil.
-Lo hizo mi madre, ya había separado el lugar desde el martes- Jihoon explico -¿Qué quieres hacer?-
-Sentarme a ver supongo-
-Podemos pescar si deseas, solo tenemos que esperar que avancemos un poco-
Un señor de edad estaba conversando con Jihoon señalando algunos lugares y entregándole lo necesario para pescar.
-Espero que sepas como pescar- el castaño entrego la caña a Taeil y este lo recibió sin decir nada.
Y así, fue así que pasaron horas con las cañas de pescar con la esperanza de atrapar algunos peces. Jihoon iba 3 medianos y 1 grande mientras que Taeil iba 2 grandes. Aún elambiente entre ellos era incomodo, estaban pensando en silencio y solo hablaban para preguntar cuántos peces iban o que comerían después.
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Devuélveme las alas
De TodoJihoon necesita tener una familia para que la herencia de su padre quede a su nombre. Taeil necesita más de 2 trabajos para seguir pagando el lugar donde vive con 3 de sus amigos. Cuando en un accidente ellos dos se encuentran, Jihoon cree encontra...